MusicBee: la personalidad en un reproductor de música

No pocos hemos experimentado la sensación de búsqueda y en muchos casos decepciones a la hora de utilizar software, sobre todo el de tipo más personal. Más aún, si tenemos en cuenta que cada quien habrá tenido o conserva todavía sus propias definiciones de cómodo, personalizado, elegante o práctico. Especialmente, en materia de programas para computadora. Usé, como tantos, la suite de reproductores de Windows, Winamp, Foobar2000, Amarok, Clementine, y luego recaí en una de las últimas versiones de Windows, nuevamente. Más por una comodidad entre tantos formateos y dual boots que por gusto, quedé así anclado al software de Microsoft, y por un par de años, manejó mi tan complicada biblioteca musical.

Comparándolo hoy en día, Windows Media Player ciertamente es bastante acotado en cuanto opciones y demás. Pero pasar de eso a MusicBee fue como salir de la carreta y subirse al Apollo 11, en un viaje de ida a la Luna. Ni siquiera las experiencias previas con los demás pudieron prepararme para semejante cambio. Y así, canción a canción, el reproductor de humilde origen arrasó con todos los demás con un revés de originalidad, un swing de practicidad, y un gancho al mentón gráfico de cualquier otro software de música.

En este momento vale aclarar antes de desmenuzar lo demás, que MusicBee no inventa nada. Al contrario, es un excelente depredador de algunas de las mejores ideas aplicadas en cada uno de sus competidores. Basado inicialmente en el finado Winamp, toma de él la opción impagable de poder utilizar la casi totalidad de sus plugins. De los más nuevos copia los sistemas de etiquetas inteligentes, búsqueda automática en la web (letras, carátulas, datos), y sincronización con servicios sociales como Lastfm. Quizás lo único verdaderamente desconocido para mi en este tipo de programas que implementa, es traer consigo todo un navegador web usable en pestañas dentro de sí mismo, que por lógicos motivos no me he visto obligado a  utilizar jamás… pero ahí está, y sirve para visitar sitios musicales relacionados en el acto.

Más allá de todas estas features casi canónicas de nuestro tiempo, MusicBee destaca en la complejidad y facilidad para el usuario final de adaptarlo a sus necesidades, gustos y estilos, de formas que otros reproductores solo soñarían. Para el que quiera más simplicidad, también puede encontrarla, ya que es plenamente funcional out of the box, desde el primer momento. Pero es ese proceso personalizado de tweaking, de toqueteo y armado a gusto, el que nos llevará a dejarlo un escalón por delante de cualquier otro programa.

Remontándonos nuevamente a mi primera experiencia con él, recuerdo que aún durante la instalación, pensaba en que sucedería con mi biblioteca en Windows Media Player. Por fuerza mayor, ya estaba configurada y con datos, carátulas, puntuaciones, etc. Me había acostumbrado a usarlo brevemente como gestor de música. Grata fue mi sorpresa al ver que no solo se había importado absolutamente todo, sino que MusicBee empezaba a tirarme datos como Los 25 más reproducidos, y que solito ya bajaba fotos de las bandas, tips biográficos para curiosear provenientes de Allmusic y Lastfm, o que podía mirar las letras de los temas en un cómodo apartado; en caso de que no aparecieran, un simple click de botón derecho me daba la opción de buscar letras en google, tomando automáticamente el nombre de la canción y la banda. Contento, me fuí a la parte de opciones, «Ver», y el primer tema personalizado que elegí, me sigue acompañando hasta estos mismos momentos en los que escribo, de tanto que me gustó como se veía Dark Variations-Teal. Será cosa de que mis ojos odian cruzarse con una pantalla en tonos claros por la noche. Lo único certero es: no había vuelta atrás.

En 5 minutos MusicBee había destrozado todo lo que yo entendía por software musical, por funcionalidad y gusto en los mismos. Por primera vez, veía algo que… caramba, me invitaba a quedarme. Ya no era como en los días de los hoy muertos WMP (parece haberse quedado en loop con la versión 12) o Winamp, en los que el reproductor muchas veces era una mera herramienta para pasar música, con diferentes resultados en cuanto a eficiencia. Este, era una forma de consumirla, de saborearla con los ojos antes siquiera de darle play a nada, teniendo un caudal de información muy interesante a tu disposición. Si querías, obviamente, porque absolutamente todo lo que hace a su aspecto visual es configurable. Desde las barras laterales, análisis de espectro, letras, detalles, géneros, orden, todo es adaptable con un mero click derecho, o en el apartado Diseño en las preferencias  de MusicBee. Ni hablar de sus opciones de ripeo, lectura y conversión de formatos. Con un Winamp cada vez más mastodóntico en el consumo de recursos y lento, y un WMP insulso a más no poder, tenía todas las de ganar al punto de que con esos, yo buscaba los archivos de a uno en su correspondiente carpeta.

Por el motivo que fuera, literalmente me daba (y da) gusto hacer scroll en aquella lista ordenada, buscando, mirando que poner, de una forma que ningún otro gestor musical había hecho antes. Estaba a gusto, pero faltaba más. Me quedaba por descubrir todo un foro donde el creador y desarrollador de MusicBee, Steven Mayall, respondía preguntas, subía actualizaciones, y escuchaba las quejas o bugs que surgieran a los usuarios de su programa. También tutoriales, skins, y un ameno lugar en donde compartir dudas, así como mejoras entre todos. Al punto de que Mayall introdujo algunas de ellas al producto final, caso del Modo Cine, excelente interfaz gráfica para utilizarla en un televisor conectado a la PC durante una fiesta, por ejemplo.

Poco puedo criticar a un programa en constante crecimiento y desarrollo semi-comunitario, siendo además freeware, gratis. Salvo tal vez que no hay una versión del mismo para Linux, y créanme que se hace extrañar mucho, o la falta de grandiosas visualizaciones; las hay pero no tan espectaculares, aunque siempre se le puede pedir que nos muestre imágenes del artista directamente de internet. La mayoría de sus baches o problemas se solucionan con actualizaciones periódicas, o con plugins diseñados para tal caso. En el año y medio que lo he usado, nunca me quedé con alguna situación sin arreglo, desde el uso de las teclas multimedia en mi teclado, hasta agregar más sitios de letras para encontrar aquellas que se resisten a caer delante de mis ojos. Todo esto, consumiendo 55,3 MB al momento de redactar esto, con Jimi punteando las ondas sonoras a mi izquierda.

Con mucha lógica podrán preguntarme que tiene esto de nuevo o mejor a, por ejemplo, Foobar2000 o Amarok, por nombrar otros grandiosos reproductores. Todo radica en una cuestión de buen gusto, diseño, y ambiente. Foobar2000, es como el equipo de música que quizás te acompañó en tu cuarto de joven. MusicBee, es ese mismo equipo, de noche en un salón con luz tenue, iluminado por una generosa chimenea en medio del invierno, sentado cómodamente frente a una magnífica colección de tus discos favoritos, tu colección, mientras empuñás un buen habano en la mano izquierda, y en la derecha un vaso de tu scotch de preferencia, al tiempo que algún maestro del jazz, el blues, el rock o lo que sea que te guste llega a lo más profundo de tu alma por tus oídos.

Es todo una cuestión de ambiente que MusicBee genera, al menos en mí, que me invita a quedarme leyendo datos de Wikipedia, Lastfm, y ver fotos del artista, o buscar automáticamente sus videos en Youtube, todo sin necesidad de hacer un (¡que paradoja!) alt-tab a mi navegador, todo dentro de una pequeña pestaña. Generando así una funcionalidad que rebasa por mucho a la de la herramienta, para convertirse en un entorno propio.

¿Qué les puedo decir? Luego de años de ser un paria del software musical, por primera vez me siento completamente a gusto, me siento en casa, y sin necesidad de seguir buscando. A cualquiera que siga en la búsqueda, lo invito a sentarse conmigo en aquella metáfora del salón. Si no les gusta, siempre se puede seguir buscando, tampoco a todos nos tiene que gustar lo mismo ni mucho menos. Hablando de gustos, me gustaría que me cuenten que estan usando ahora mismo para escuchar música, y si también lo usan como suite o gestor musical, sin necesidad de ir a abrir los archivos a la carpeta.