A veces pasa que hacés todo bien, e incluso así, no alcanza. Quizás Sony y su MiniDisc sean un buen ejemplo de esto.
El MinidDisc, al menos en Argentina y si mal no recuerdo, llegó allá por el año 1995 de la mano de la – por entonces – famosísima cadena de casas de audio Musimundo que ahora es Megatone con branding cheto y venden hasta cocinas, pero en esa época vendían casi en forma exclusiva discos, casetes y vinilos y además hardware de audio, pero solamente de calidad.
Recuerdo cómo si fuese hoy cuando entré en el local de calle Florida y vi por primera vez esa tecnología. No me olvido mas que los pequeños productores portátiles de este tipo de discos costaban alrededor de ar$900 que por entonces eran, curiosamente, u$s 900.
Un Discman, que era un lujo también por ese entonces, costaba alrededor de un cuarto de ese precio. Y hablo de un Discman bueno, uno Sony, con sistema anti-shock y todo. Pese a todo, seguía leyendo las bondades del sistema propietario de Sony y me volvía loco… ¡Se podía grabar audio digital! Por entonces hablar de una grabadora de CD era impensado y mi mente apuntaba a este sistema como “el futuro”.
El futuro que no fue
La primera vez que tuve contacto con un Minidisc fue, si mal no recuerdo, en 1998. Sé que estaba en los últimos años de la secundaria y tenía un conocido que laburaba en una radio bastante grande de mi ciudad. En esa radio tenían equipos reproductores del formato y centenares de Minidiscos. Increíble era, para ese entonces, la facilidad con la que se copiaba música de calidad digital, para mi era como estar en una juguetería y ver en una pantallita LCD el nombre de los temas era… demasiado fuerte.
Sony pensó en los Minidiscs como los reemplazantes del clásico casete magnético y vaya si pensó. El sistema es casi perfecto: no se rayaba como los cd’s, era regrabable, la calidad de audio era digital y más, pero… los equipos reproductores y los disquitos eran caros, los japoneses se durmieron en el licenciamiento de la tecnología y es probable que los analistas no hayan previsto la llegada del formato MP3, las grabadoras de CD, Napster e internet, que enterraron cualquier virtud que pudo tener esta tecnología.
Por un tiempo y ya hace algunos años tuve un reproductor de Minidisc. Lo usé poco y cada vez que lo veía me generaba cierta nostalgia y un extraño amor. Además, el reproductor portátil (japonés y buscando en internet y mis neuronas creería que es el MZ-RH910) de Sony es de lo mejor que vi en hardware. La calidad del metal, la forma de cerrar la tapa, el feedback de los botones y hasta la suavidad de los conectores hacen de este tipo de aparatos lo mejor que he visto en mi vida. No es algo nuevo, pueden observar cualquier moto o auto de marca japonesa fabricado en Japón en los 80’s o 90’s para entender lo que digo.
PD: la imagen que ilustra el artículo fue una publicidad de Sony para publicitar el disco Dangerous de Michael Jackson. Altísimo crossover.
Yo también creí que sería el futuro y que sería el medio físico en el que actualmente almacenaríamos toda nuestra información.
Siempre quise tener uno.
Yo de estos no tuve, pero estuve viviendo en Nueva Zelanda un año y medio y allá importan autos japoneses usados que para los nipones son obsoletos… pero tuve un Honda y un Toyota del 98 y 2000 respectivamente y la verdad que ya tenían toda la tecnología que acá hoy es lo estándar. Prácticamente nada roto… salvo algunos plásticos despintados.
Da gusto ver como estas cosas duran.
Trabajo de operador de radio, y hasta el 2010 era habitual verlos en el control de las radios líderes, el sony mds je 300 era el modelo más habitual, era muy versátil para grabar y editar, repetir goles era de los más sencillo.
El avance de las computadoras y los formatos digitales con baja pérdida lo hizo caer en desuso, como a varias tecnologías pre años 2000, pero que buen formato que fue para laburar.
Recuerdo en la pelicula Men in black (la primera, del 97). Ya tenian el reemplazo de los CD. Era basicamente un CD, pero del tamaño un poco mayor de una moneda.
Sin embargo esta vez le ganó a Philips y su DCC. Es preferible un disco óptico de alta velocidad a ese casete con chapita como un disquete.
Sony luego lanzó UMD, quizá piense más en el mercado de su país que ser un estándar.
Hola, yo también fui un alucinado del MiniDisk, pero siempre fuí realista. En España ni siquiera existió una gran empresa que los distribuyera, salvo las tiendas Sony que estaban obligadas a disponer de todo lo que vendía sony. Nadie conocía los minidisk, nadie se hubiera comprado un minidisk por que luego nadie vendía música en minidisk, y luego no tenias a nadie con quien intercambiar… todo eso el CD te lo permitía por menos dinero.
Es verdad que los freakis conociamos ya el mp3, luego napster, etc etc.. pero eran cosas de «alucinado».
Yo cuando me pensé realmente comprarme un minidisk fue pensando en usarlo mixto, oir algo de música pero basicamente transportar mp3.
Por poner un ejemplo, el año que salió el primer reproductor de mp3 cursaba yo unos estudios, de todos mis compañeros ni la cuarta parte tenia ordenador, de los que tenían ordenador ni la mitad tenia internet que aun ni existía el adsl, para andar con música en mp3 era que tuvieras una linea de internet fija o que eras un melomano que el poco tiempo que te conectabas lo dedicabas a descargar música, leer emails y arreglar asuntos.
En resumen de todos mis compañeros habia otra persona que sabia lo que era mp3 por que era un flipado del heavy metal.
Yo conocí el formato por un amigo que vivió en Suiza y cuando llegó a México por el año ´93 trajo dos aparatos… un MZ R30 y un MZ R3,, y me vendió en ese entonces en $500. el MZ-R30, y algunos discos,, recuerdo después me vendió un cd player Sony con salida óptica para poder grabar los Minidisc con calidad digital… Fué un alucine porque a mi de siempre me gusta la música y con éste formato podía tener la música que quisiera con una excelente calidad.
Hasta la fecha lo tengo y sigo escuchándolos y grabando mi música, me ayudo mucho en mi trabajo de entonces porque trabajaba sonorizando a un grupo de Jazz… la calidad es excelente y no se compara en nada al MP3.
La verdad que lo japonés de los 80 y 90 era un abuso.
Lástima que se habla en pasado, ojalá esa calidad fuera mainstream.