Estamos en una época donde con un dispositivo del tamaño de una caja de fósforos es posible tener miles de horas de música con una calidad cercana a la perfección y a la vez, pagando un monto casi ridículo, tener acceso a un catálogo casi infinito en uno de los varios servicios de streaming que existe.

Y parece mentira, pero justamente en esta época que muchos tanto añoramos, es donde comienza a volver a ponerse de moda escuchar música a través un medio que podamos tocar, ver y entender. Y de estos medios, han sido los discos de vinilo y casetes los que surgieron casi de las cenizas para tener una segunda oportunidad en un mercado donde abundan personas ávidas de tener una experiencia musical un poco menos fría de la que tenían con los medios digitales.

Y de estos medios analógicos el que realmente sigue valiendo la pena es el vinilo. Se trata de un formato maravilloso que, con un equipamiento acorde, brinda una experiencia musical de gran calidad y sobre todo, distinta. Sin entrar en aburridos detalles técnicos (porque explicar en palabras lo que uno escucha es muy difícil) solamente se puede decir que los vinilos suenan muy bien.

La música que viene en vinilo no suena mejor – porque técnicamente el formato no es mejor que el CD – sino que suena distinto y muchas veces ese distinto suele ser más agradable Tienen un brillo y unos tonos más cálidos y profundos, un grave más relajado y no tan punzante. Esto se logra debido a que los productores han remasterizado (muchas veces con mucho amor) las producciones para que suenen lo mejor posible en el formato, conociendo las virtudes y defectos del mismo. ¿Vieron cuando una cámara de fotos profesionales saca en formato RAW? Son fotos que contienen una gran información de colores, luces, sombras cuyo espectro permite modificarla y dejarla a gusto, pero a priori y recién salida de la cámara suelen ser pálidas y sin riqueza en los detalles (que muchas veces salen luego de que el fotógrafo las revele digitalmente en softwares cómo por ejemplo Lightroom). Imaginen que el vinilo es el archivo JPG de esa foto ya editado por el fotógrafo como quiso realmente tomarla. 

Hay otra razón por la cual vinilo es distinto que los formatos digitales. El vinilo, en su mayor parte, evitó la «guerra del volumen«. Con el auge de la música digital (CD incluidos), sucedió que muchos productores modificaron las canciones para que suenen más fuerte de lo que debería. El problema es que a largo plazo – y reedición tras reedición – generó una gran pérdida en la calidad del audio y hizo que las canciones sonaran distorsionadas y desagradables, eliminando su profundidad, detalles y textura. Por lo general, los vinilos mantienen las remasterizaciones con esos detalles en mente, y no el volumen.

Ver el disco girando en la bandeja, genera cierta mística.

¿Y los casetes? Sinceramente los casetes son un medio inferior en todo sentido y que se pusieron de moda más cómo un objeto ideal para hipsters extremos que quieren diferenciarse que por sus bondades o atributos cómo medio. Si bien las cintas de cromo cuando se reproducen en un deck de calidad y con un filtro de ruido avanzado suenan muy bien (muchos se sorprenderían cómo suena en un equipo Technics de los 90′) la norma general no es esa y es un medio con un ruido de fondo bastante inaceptable para la actualidad.

Puede ser un lindo juguete, algo que se ve bien para algunos, pero nada más.

El espíritu de este artículo, de todas maneras, no es hablar o criticar los medios físicos de reproducción que hicieron lo que pudieron en el momento que salieron, sino por el contrario el de hablar sobre el curioso revival de los mismos. Más precisamente de los discos de vinilo ya que en este año, pandemia incluída, se venderán más de 25 millones de discos. El crecimiento es parejo, ya que que en 2019 se vendieron más de 20 millones de longplays y en 2018,  16,3 millones. Yéndonos más atrás y para tener una idea, en 2009, sólo se vendieron 2,5 millones.

Pareciera que este boom es empujado por personas que necesitan otra relación con la música. Sentir que la tienen, la toca, es de ellos y no va a derjar de serlo cuando tengan un problema con la tarjeta de crédito. Esa sensación de comprar música y de poseer el disco, en teoría, para siempre es algo que muchas personas jóvenes no ha experimentado y cuando lo hacen, lo convierte en una experiencia muy gradable.

¿Vale la pena comprarme un equipo para vinilos? Probablemente se pregunte el lector que hasta ahora es feliz con su suscripción de Spotify Premium y yo le diría que no, que la experiencia le puede llegar a gustar pero a la larga va a notar que es un gasto importante e innecesario. Ahora… si fuera uno de los pocos que en lugar de un servicio de streaming tienen su colección de música en FLAC y un equipo de audio acorde, quizás sea un perfil un poco más acorde para un futuro vinyl lover.

8 COMENTARIOS

  1. Time to play videogames, watching tv.
    The music is incluided.

    Nada que hacer, en la banca, Saluditos.

  2. Milanesa

    Además hay en juego un toque nostálgico que juega de 2 maneras: la nostalgia de escuchar música como se escuchaba antes, y además, la cuestión de guardar (el vinilo) como recuerdo.

  3. mm

    Narzo Di Wanzo

    La guerra de formatos gira siempre en torno a la misma variable. La masterización.

    La calidad final del cassete,vinilo o CD depende más del estudio que lo remasterizo que del archivo o del formato.

    Sucede que los vinilos, especialmente los de su época, estaban idealmente masterizados.

    Hoy te traigo un vinilo de, no se, Britney spears, y probablemente sea un vago masterizado del CD.

    Pero cuando tenés un tema masterizado para escucharse digitalmente a la perfección, no tenes competencia más que un poco de nostalgia.

  4. Gabriela

    Yo ando metida en lo del vinilo hace poco, pero para mi el componente más importante es el ritual.

    Llevo más de 10 años usando solo Spotify y aunque contenta con eso, si perdí con el servicio aquella actividad que tenía de adolescente de sentarme solo a escuchar música y ya con mis cassettes y mis CDs, a escuchar de verdad, escuchar las letras, los detalles, y relajarte sin ver el móvil cada 3 segundos. Con el streaming, escuchar música para mi pasó a ser más una actividad de fondo para no trabajar en silencio, o cocinar en silencio o hacer cosas de la casa en silencio.

    El Vinilo me ha regresado a ese proceso y a «comulgar con la música» otra vez. Claro, todo esto es para gente medio intensita, que se lo pueda costear además y estamos claro, con un toque elitista. Pero joder, si no es genial.

  5. Luis Eduardo

    «A la larga va a notar que es un gasto importante e innecesario».

    Curiosamente eso es lo que opino de los servicios de straming, la realidad es que donde más escucho música es en algún equipo HiFi ya sea en vinilo o en CD. Las modernidades las dejo cuando importa más la cantidad (variedad de canciones) que la calidad (hacer ejercicio, trayectos, trabajo), además de iniciar con solo un par de clicks. Prefiero con lo que cuesta la mensualidad de estos servicios mejor comprarme un album de forma mensual o bimensual y seguir ampliando mi biblioteca músical.

    Concuerdo en lo que dice Gabriela y algo importante en la escucha del vinilo por sobre otros formatos es toda la experiencia que conlleva.

  6. Juan Carlos Fioretti

    Soy vinilero! Cuando salieron los CD, ya empecé a embroncarme por qué ya me estaba dando cuenta de lo que se venía, alta tecnología que a la larga se perdería el sonido original, ni hablar de la ceremonia cuando ibas a la tienda a comprar un disco y te tomabas tu tiempo para escuchar, mientras observabas la tapa, que algunas con sus dibujos eran obras de arte y tenías las letras de todas las canciones.

    Algunos vinilos venían con poster, en fin soy parte de una generación, que me hace sentir orgulloso por todo ese tiempo mágico que viví y ahora ya entrado en mis 60 años todavía sigo escuchando vinilos y me siento con la misma energía que la de antes!

  7. Isidoro

    En algún lado leí que la música que escuhás hasta los 40 año, es la música que vas a seguir escuchando el resto de tu vida. Para los que estamos en los 70, probablemente suceda algo similar con los vinilos y casettes.

  8. Noobsaibot73

    «¿Vale la pena comprarme un equipo para vinilos? Probablemente se pregunte el lector que hasta ahora es feliz con su suscripción de Spotify Premium y yo le diría que no, que la experiencia le puede llegar a gustar pero a la larga va a notar que es un gasto importante e innecesario. Ahora… si fuera uno de los pocos que en lugar de un servicio de streaming tienen su colección de música en FLAC y un equipo de audio acorde, quizás sea un perfil un poco más acorde para un futuro vinyl lover.»

    ¿Gasto importante e innecesario? Pues como tener X canciones en un reproductor portátil, en el móvil o pagar una suscripción de spotify… Para eso te pones una canal de radio de los que emiten música de los 70-80 y 90 y listo, escuchas esos temas, sin tener que pagar por ellos, ni tenerlos muertos de risa, ocupando un espacio muy valioso…

    Sobre el coste de los vinilos… No sé cómo te lo montas tú, pero hay muchos, que se compran desde 1 euro (o que admiten cambio) y no te dejas una fortuna, sobre los equipos para reproducir esos vinilos… un equipo bueno, de segunda mano, te cuesta muy poco… Si eres un amante de la música en vinilo, no es cierto que tengas que gastar una fortuna para tener una buena colección o un buen equipo… Sobre todo porque la inmensa mayoría de los que tuvieron equipo de alta fidelidad, los vendieron por 4 duros, cuando aparecieron los MP3, mucho más pequeños y cómodos y aún hoy, te haces con un buen equipo, por menos de lo que cuesta la suscripción de spotify premium al mes durante un año… Con la diferencia de que escuchar un vinilo es una delicia, en tu casa, a media luz, bailando con tu novia… Quien ha vivido esos momentos, no los cambia por una suscripción a spotify, te lo aseguro.

    Y las cintas no pretenden ser el mejor medio para escuchar música, pero eran más baratas que un vinilo o un CD y permitían a gente con menos recursos hacerse una colección de música a precios muy razonables, hay que verlo con perspectiva y no desde un punto de vista meramente del soporte, el cassette revolucionó el panorama musical, no por su calidad, sino por la repercusión social que tuvo.

    Es un medio modesto, pero gracias a él, mucha gente pudo comprar musica original, no lo olvides y gracias a él la forma de escuchar música se revolucionó, piensa que un CD se podía grabar a cinta, por ejemplo, o te podías grabar un original para preservarlo y escuchar la copia… Cosas que antes eran impensables…

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