En nuestra infancia, tan lejana en algunos casos, solemos aprender las ideas que nos acompañarán, y marcarán la forma en que entendemos al mundo que nos rodea. Algún día, eventualmente, nos explicarán el concepto del tiempo, el pasado, presente y futuro de todas las cosas. Es muy posible que eso suceda en la primaria, donde comprenderemos por primera vez, la lógica de que las cosas suceden en un orden establecido. Que las palabras que estamos pensando en decir, son el futuro. Se dicen en el presente, y ni bien terminamos de pronunciarlas, forman ya parte del pasado inamovible. Antes de que nos demos cuenta, los guardapolvos que nos escucharon decir eso, serán vistos desde un futuro, años, décadas distante, como ahora.

Es en esa construcción, llamada historia, que habitan todos los pasados, los sucesos, las memorias. Y cada tanto en ella, encontraremos algunas personas que destacan, como el brillo de las estrellas en la noche más oscura. Gente que parece haber entendido el secreto, la alquimia, el misterio fundamental del tiempo para lograr desdoblarlo: Sólo con el pensamiento, podemos tocar el futuro. Toda obra recae en el presente, toda memoria en el pasado; el futuro, es de los que pueden pensarlo, soñarlo, imaginarlo y en última instancia, moldearlo.

No son muchos, pero forman una especie de club selecto, en donde la imaginación, la ciencia, tecnología, y el interés humano, suelen ser sus pases de membresía. Triste e injustamente se los suele llamar adelantados, siendo que nadie puede vivir en otro tiempo que no sea el propio. Por ello han tenido algunos que cargar con la ignorancia, las limitaciones o falta de imaginación de su época. Otros, quizás en honor y advertidos por los primeros, han sabido llevar sus ideas al gran público, casi como invitando a todo aquel que lo desee a formar parte de esta sociedad a través de los siglos.

Ellos ya forman parte de nuestro pasado, pero como verdaderos maestros del tiempo, aún guardan muchas enseñanzas. Su didáctica, su pasión, su arte, sigue tan viva hoy como el día en que la asentaron a fuego en la historia humana. Herreros, que con martillazos de inteligencia, forjaron desde su momento que les tocó vivir, muchas de las cosas que hacen a nuestro presente. Quizás, porque aprendieron que solo con el intelecto, se puede moldear el futuro.

Escritores que inspiraron científicos, científicos que guiaron a inventores, hermanos en la carrera hacia el mañana, remando todos codo a codo en el río del tiempo.

Maestros del Futuro, honra sus obras, ideas y luchas, rescatando sus logros, ruinas, aciertos y sueños. Con la humildad y admiración del discípulo; el respeto, las ganas de aprender de ellos. Con toda la esperanza de empaparnos en su locura, su genialidad, su experiencia. Recordando, que si nuestro presente es como es, se lo debemos a los que pusieron todo de sí, para que así sea. Y tal vez, convertirnos así en Maestros. Sin más presentación, pasaremos a pensar una de las mentes más sagaces en lo que a Futuro se refiere, la de un joven ruso fascinado por la robótica, el espacio, y el porvenir.

Isaac Asimov: Cerebro Positrónico

Aún recuerdo la noche en que me crucé por primera vez con la obra del profesor Asimov. Eran los últimos días del año 2004, teniendo yo 14. Fiestas, Navidad, regalos. Mi tío, cómplice en el vicio de los libros desde siempre, me lo dio como obsequio. Agregando entre risas que «no vale ver la película«. Hacía referencia al recientemente estrenado film, «Yo, Robot«.

Tuve la suerte de seguir el consejo, y hasta guardarme el visionado de la cinta para algunos años después. Lamentablemente muchos de los que leerán estas líneas no compartieron mi fortuna, y otros tantos tendrán que enterarse que la película se basa no en el libro del nombre, sino en otro, escrito por otro autor. Una especie de mezcla extraña, producto de una novela ambientada en el «Universo Asimov», tal y como existe el «Universo Lovecraft» (mitos de Cthulhu) o el Universo Tolkien (El Señor de los Anillos).

Aclarada esa confusión producto de la olvidable, aunque no mala, película con Will Smith, podemos empezar a contar de que se tratan las verdaderas hojas escritas por el Maestro del Tiempo que estamos analizando. Nos relatan la dilatada vida y experiencia de Susan Calvin, a través de los ojos de un joven reportero. Enviado para entrevistar a la primera y más veterana robotpsicóloga del mundo, el muchacho va escuchando con asombro las historias alucinantes en casi 70 años de servicio para US Robots, desarrolladores del Cerebro Positrónico.

El artefacto semeja la mente humana de una forma nunca antes vista, y dota a los autómatas, los robots, de un sentido de conciencia, inteligencia, y sobre todas las cosas capacidad de decisión como nunca se pudo imaginar antes. De allí justamente el cargo de la doctora Susan, enviada a tratar los casos conflictivos, que, para nuestro asombro, la mayoría de las veces no serán por fallas de los seres de hojalata, sino por la poca lucidez de los de carne.

Para evitar los problemas y los tan famosos miedos del género humano, los robots sólo son construidos bajo una condición. Tres mejor dicho: las famosas Leyes de la Robótica, que viene bien refrescar.

  1. Un robot no puede hacer daño a un ser humano o, por inacción, permitir que un ser humano sufra daño.
  2. Un robot debe obedecer las órdenes dadas por los seres humanos, excepto si estas órdenes entrasen en conflicto con la 1ª Ley.
  3. Un robot debe proteger su propia existencia en la medida en que esta protección no entre en conflicto con la 1ª o la 2ª Ley

Podríamos definir al libro, además, como una serie de relatos auto-concluyentes, cada uno enmarcado en un tiempo distinto, involucrando a la doctora y la resolución de los casos. Haciendo un poco de detective, otro poco de psicóloga, y siempre con mucha maestría para comprender las paradojas en las que se traban los robots.

En Honda dicen que nada tiene que ver el nombre, ¿les creen?

Todo esto puede parecernos lo suficientemente espectacular, como para entender el trabajo impresionante de Asimov. Incluso podemos imaginar alguna serie clase B de los 80’s, recreando alguna escena.

Pero no. Todos los relatos recopilados en Yo, Robot, fueron escritos antes de 1950, y publicados ese mismo año. Algunos, se remontan incluso a fines de la década del 30. Y es allí donde vemos la tremenda, incomprensible imaginación del ruso nacionalizado estadounidense.

En una época en la que la computadora más pequeña era más grande que un camión Volvo, Isaac Asimov ya pensaba en cerebros infinitamente complejos. Mientras el mundo parecía a punto del Apocalipsis, en plena Segunda Guerra Mundial, quizás cuando más inhumano fue el hombre, él dotó de alma a los robots en sus relatos. En una era en que sus colegas escritores como mucho retrataban a los autómatas como destructores de sus propios creadores, él, los plantea incluso como la salvación máxima no solo de nuestra especie, sino del universo entero.

Despojado de todos esos prejuicios negativos, Asimov nos invita a pensar que los verdaderos riesgos y peligros de la tecnología no vienen por si misma, sino por nosotros, indefectiblemente humanos. El contraste con los buenos robots, nos deja tan mal parados, que algunas preguntas inevitables son abordadas a los largo de su obra entera.

A día de hoy, es difícil decir a ciencia cierta cuantos fueron inspirados por sus novelas, libros, y su fascinante Universo. Incluso puede que tengamos que esperar un par de siglos más: algunas de sus mejores letras tratan de la vida en el espacio, y como podría organizarse una confederación estelar.

Tomando la perspectiva temporal, Isaac Asimov se convierte en un guía, un maestro como pocos, al punto de que sus leyes, completamente inventadas por él, siguen siendo la referencia en la que se basa la robótica actual. De la mano de personajes como Robbie, el robot, o El hombre Bicentenario (también adaptado a la pantalla grande), exorcisó el miedo ignorante de toda una generación por la tecnología, maravilló a miles de futuros científicos e inventores y, afortunadamente, probó la gloria y el reconocimiento en vida.

Esperó 200 años por una buena adaptación de Asimov al cine. Sigue en eso.

Prolífico, escribió sobre casi todo lo humanamente posible, pero es y será recordado por su aporte a la ciencia ficción, y naturalmente, por ser un excelso escritor, ya fuera en cuentos salpicados o novelas extensas e inmersivas.

Como no podía ser de otra forma, invito a los lectores a comentar y recomendar sus relatos favoritos de Asimov. Entre los que personalmente recomiendo:

¡Embustero!, perteneciente a Yo, Robot: En él, veremos la increíble, cómica y aleccionadora historia de un robot que esta dispuesto a lo que sea para proteger a un humano… incluso a mentir.

El Conflicto Evitable, también de Yo, Robot: Las máquinas más poderosas e inteligentes del mundo, están fallando y teniendo errores. Será la obligación de la doctora Susan descubrir que es lo que las afecta… o si sus errores son sólo una muestra más de su perfección.

La Última Pregunta: Aquí estamos ante uno de los mejores relatos breves del siglo XX, y de la historia entera.  La computadora más perfecta del mundo ha sido creada, y puede responder a lo que sea. Ante la duda, sus dos cuidadores de turno piensan… ¿Cómo responderá a la pregunta más importante del Universo? La respuesta no dejará a nadie sin asombro.

Para terminar, dejaré que el cierre lo haga nuestro agasajado mismo. Justamente, con las palabras que alegóricamente usó para terminar Yo, Robot. Palabras que cobran un significado especial, al escucharlas viniendo de él, como si nos hablara a nosotros, luego de irse de este mundo en 1992. Aquellas que algún día, quizás, digamos a nuestros hijos. Con ustedes, Isaac Asimov, Maestro del Futuro:

«-Y eso es todo -dijo la doctora Calvin, poniéndose de pie-.
Lo he vivido desde el principio, cuando los robots no podían hablar, hasta el final, cuando se interpusieron entre la Humanidad y la destrucción. Ya no veré nada más. Usted verá lo que viene ahora…»

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Hola, me llamo Byron Rizzo. Soy un escritor independiente argentino nacido en Neuquén, al Norte de la Patagonia y Sur del resto del mundo, tierra poblada de cuentos y carente de personas. Mis libros publicados versan sobre temáticas relacionadas, contemporáneas, y pasean entre géneros. Ciencia ficción, cultura cyberpunk, relatos fantásticos de terror adaptados a una era casi sin secretos a simple vista, y otras inquietudes del ciberespacio actual. Busco escribir sobre la época que nos ha tocado vivir, encontrando como los maestros de la literatura antes que yo, la magia y misterios escondidos en las máquinas. Te invito a seguir mi camino, dejando que me vuelva otro personaje secundario en la narrativa de tu vida. Uno que espero disfrutes y enriquezca tu propia historia.

15 COMENTARIOS

  1. Ramiro

    Todavía no leí «Yo, robot» pero puedo recomendar «Trilogía de la fundación». Muy buen libro, me gustó mucho.

    También leí Robots e imperio, me gustó, pero no tanto como el anterior.

    Hoy me prestaron «Cuentos completos 1», en el cual esta «La última pregunta».

    • cacope

      Qué gran historia “Trilogía de la fundación” espectacular, de los mejores libros que leí

  2. osleopard01

    Me pongo de pie ante tan buen articulo, se me antojo incluso corto para la enorme carrera de el buen doctor Asimov que supo agasajarnos con tantas buenas historias, su universo de historias conectadas pasando desde los robots hasta gigantescos imperios galácticos son el equivalente al maratón para un buen lector, su saga de la fundación que abarca mas de 16 libros se antoja corta por la profundidad de las historias, la consistencia de los diálogos y como tu lo dices en el post la basta imaginación y visión a futuro del patillas como lo llamamos con cariño, no cabe duda de que fue una de las mentes mas brillantes no solo de su generación si no de muchas generaciones mas y si bien es conocido por la ciencia ficción, sus libros de divulgación científica y de historia que e leído son tanto o mas buenos.

    Con frecuencia se puede ver como algunos autores nuevos todavía lo citan como una referencia cuando se habla de ciencia ficción y no es para menos pues fue uno de los grandes o como tu los llamas uno de los maestros del futuro, vivió toda su carrera con una sola idea en mente y eso fue escribir y escribir, en jornadas de trabajo larguísimas siempre con el fin de no dejar una sola idea en su mente que no fuera plasmada en papel y después de mas de 500 libros lo consiguió.

    Tiene muchísimos relatos excelente pero mis favoritos son:

    Se esta acercando (Un objeto del espacio se acerca y solo la computadora mas grande de la tierra puede detenerla)
    http://goo.gl/3XTSzx

    Alejandro el Dios (Alejandro crea un robot que puede controlar el comercio)
    http://goo.gl/dGwTPM

    Cal ( El Robot que soñaba con ser un escritor)
    http://goo.gl/hGuZ1K

    Mentiroso (Susan Calvin se encuentra con un robot que desafia las tres leyes)
    http://goo.gl/1OvZ42

  3. Un genio. No creo que sea injusto llamarlo adelantado porque es lo que es, son gente con un don especial. Si vas a seguir con este tipo de artículos me gustaría que hagas uno de Tesla

    Para no irme, tengo ‘Cuentos Completos 1’, que nunca termine de leer pero que lo que lei fue excepcional

    • Byron Rizzo

      Tesla, es un obligado para esta serie de artículos compañero Sobre todo porque él y yo compartimos un don en particular que marcó a fuego su carrera: la imaginería eidética. Por ende, me siento realmente obligado a explicar al gran Nikola, más allá de su inestimable aporte a la humanidad.

      Cualquiera puede recomendarme personajes, dicho sea de paso

      Y con respecto a lo de adelantado, tenés razón, son adelantados, el tema es que esa forma de verlo es una entronización que nos hace pensar que eran simples iluminados. Hay mucho, muchísimo laburo en cada uno de estos genios, no todo es iluminación espontánea. En muchos casos incluso, no eran adelantados, sino que los hombres de su tiempo eran retrógradas. Para mi tiene que ver con la forma en la que vos interpretes la historia, y el espíritu de esta serie de artículos es y será a modo pupilo, humilde, y con afán de convertirse en un discípulo de sus enseñanzas. Como sociedad misma, no sólo como Maestros.

      Un saludo Julian

  4. osleopard01

    Había dejado otro comentario pero creo se fue a SPAM =´(

    • Byron Rizzo

      Ahí lo aprobé, debió ser por los links que tiene. Cualquier cosa los edito para no mandarme alguna macana, espero que no.

      Muchísimas gracias por tus palabras y aporte, en verdad me llena de orgullo escribir sobre un maestro como Asimov. Te doy toda la razón, hasta es corto mi artículo, pero bueno, ya estaba tirando a largo el wordcount, con la presentación de la sección y todo. Al menos dejé que el propio Isaac defendiera sus letras en el final

      ¡Saludos!

  5. gourmet

    A mí hija de 11 años le hice leer «Como se divertían…» para que vea como la ciencia ficción se convierte en realidad sin prisa pero sin pausa…se los recomiendo, es un cuento de 4 páginas…

  6. pablo70

    Que suerte que de chico descubrí este autor. Una de las cosas buenas que me pasaron en la vida.

    Hay algunos cuentos de los primeros que hoy parecen ingenuos, pero son geniales.

  7. MaxAvatar

    asimov me acompaña desde hace mucho tiempo (por suerte) en mis incursiones literarias. De hecho la saga Fundacion esta dentro de mi top ten de sci fi de todos los tiempos, se las recomiendo incluso a quienes no gustan del sci fi por lo bien escrita, contada y genial q es.

    Tuve la suerte de caer en la libreria del aeroparque un dia con bastante tiempo, y boludeando antes de hacer el preembarque pude comprar una coleccion de cuentos increibles a un precio irrisorio. Recuerdo ademas revolver los puestitos de parque rivadavia buscando Fundacion e Imperio alla por el año 98 por estar agotado y/o fuera de circulacion de las librerias de esos dias. Papel amarillo, version de bolsillo q aun conservo.

    Se puede catalogar a Asimov de muchas maneras, pero sin dudas fue un visionario y sobre todo un gran Soñador.

    slds

  8. Sebas

    Muy buen artículo, en «La última pregunta», va mas allá de su tiempo y deja plasmado el concepto de las computadoras personales, y luego Internet, ya que arranca con una gran y enorme Multivac en los subsuelos de algún desierto y luego cuando comienza a avanzar el cuento en el tiempo imagina múltiples Multivacs «portátiles» que luego cuando se avanza mas en el tiempo comienzan a compartir datos entre ellas para retroalimentarse, y al final terminan creando una especie de conciencia colectiva independiente con toda la información recopilada a lo largo de los años, siglos, eras…, un adelantado sin dudas!….

  9. Scorch

    Que lindo leer un muy buen artículo sobre uno de los grandes de la ciencia ficción.

    Agradezco mucho este tipo de notas ya que trae a la mesa tópicos que suelen pasar de largo, ya que no es muy frecuente que podamos compartir este tipo de temas con nuestros más allegados. También es muy bueno a la hora de enterarse que hay cosas que uno aún no leyó, bien por desconocimiento de su existencia, o tal vez porque la literatura te lleva por ramas inesperadas dentro si misma.

    Lo que puedo agregar, son algunos de mis favoritos:

    – La trilogía «Fundación» y tal vez algunas de sus secuelas
    – El fin de la eternidad
    – Cuentos completos I y II
    – Anochecer y otros cuentos

    También quiero mencionar una perla, una rareza dentro de la ciencia ficción.
    Mi lectura favorita suele rondar mayormente, (muy mayormente), la Ciencia Ficción. Aún así, dentro de esta categoría suele pasar que me encuentre con historias que no solo disparan la imaginación, sino que también me emocionan hasta saltarme lágrimas. Una de ellas es el genial cuento corto llamado «Los ojos hacen algo más que ver».
    En muy pocas palabras el autor nos deja con una sensación de tristeza, amor y nostalgia que solo he logrado sentir cuando leí «Alas nocturnas» del genial Robert Silverberg.

    Les dejo un saludo y no paren nunca de leer.

  10. Montano

    El hombre bicentenario, como película me gusta, como adaptación se dispersa mucho, 2 horas para contar una historia que es un cuento corto de entre 10 y 20 paginas.
    Es verdad que el libro corre con la ventaja de poder narrar que pasa por el cerebro del robot, como cuando le toca dar ordenes a los mismos humanos y su sentimiento de incomodidad al respecto ante la idea.

    A Asimov le tengo mucha estima fue el que me abrió las puertas a la ciencia ficción, es mas, tengo toda la colección de la saga de los robots, (nunca encontré la recopilación de los cuentos corto durante el imperio galáctico) y fundación.
    Pero lo ultimo que leí de el «Los propios Diose» y «El fin de la eternidad» me parecieron bastante aburridos

  11. many

    Muy bueno, me gusta mucho esta serie de artículos. Sólo he leído cuatro libros de Asimov (Los propios dioses, El fin de la eternidad, Yo robot, Fundación; y tengo varios de él en mi biblioteca aún pendientes), porque no me ha atrapado de la misma manera que otros autores. El fin de la eternidad me gustó bastante, también he disfrutado algunos de sus textos de divulgación científica.

    Próximamente intentaré retomarlo. Pero de los autores clásicos de ciencia ficción, me atrae mucho más Arthur Clarke, y aún más Stanislaw Lem. Me encantaría un artículo sobre él.

  12. Francisco Moreno

    Muy buen artículo!! Asimov se lo merecía. Un grande de la Ciencia Ficción, sin dudas. Recomiendo que lean Fundación y libros subsiguientes y anteriores, son excelentes. Y las compilaciones de cuentos e historias cortas Visiones de Robots, Sueños de Robots y Robots e Imperio.

    S!

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