Desde los albores de la humanidad, hemos desarrollado el arte de los sonidos. Empezando con el ritmo corporal más alegre a inocente, hasta llegar a las grandes sinfonías con decenas de instrumentos trabajando para el mismo fin.

Muchas cosas más debieron desarrollarse en el camino, millones de implicancias tecnológicas, referidas a la acústica, la física, y al devenir mismo de la raza humana en general. El compendio de todos esos caminos, algunos obviamente perdidos como nuestra memoria en la larga historia, es otro arte guardado hoy en día por los luthiers; aquellos encargados de armar, modificar y diseñar instrumentos.

El hardware, la parte táctil, fuera ésta de madera o transistores, válvulas o cuerdas, ha también limitado o abierto las posibilidades de diversos estilos musicales, que sin tal o cual aditamento específico, jamás hubiesen existido.

Sin dudas el caso más paradigmático de ello podemos verlo en el devenir del rock y la guitarra como instrumento en los últimos 100 años, historia que hubiera sido imposible sin la existencia de la corriente eléctrica, algún que otro héroe ilustre o anónimo, y mucha perspicacia de los músicos que tocaron de oído tecnologías que aún no se terminaban de inventar, si es que ellos mismos no eran sus creadores.

Dejando de lado los milenios de transformación que tuvo, empezaremos por ver la importancia de aquellos pequeños detalles tecnológicos, el hardware adicional que la hizo pasar de ser un instrumento de orquesta bastante modesto, a  convertirse en la manifestación misma de la música en nuestros días. Cabe aclarar que por fuera de la corriente principal, fueron naciendo alternativas sonoras como la música electrónica y sus particulares instrumentos.

Para el que lo desee, armé un playlist ejemplificando cada uno de los estilos y efectos mencionados en el artículo (y un par más), que podrán encontrar aquí.

Remontaremos el cauce del tiempo, y el delta del Mississippi, para comenzar nuestra historia.

Slide Blues

Principios del 1900. La zona del delta del Mississippi, circundante a la famosa ciudad de Nueva Orleans, fue cuna y nación del Jazz, hermano menor del Blues. Los orígenes de ambos se confunden en una época sin nombres propios, sin academicismos que diferenciasen ambos estilos, o estuviesen presentes para decirnos quien fuera el primero en tocar un acorde de blues.

Si sabemos la génesis de su origen, netamente africano, y con un tono a medio camino entre la plegaria religiosa cantada, y la tonada melancólica producto de las dificultades de la vida, o la injusticia, que su mismo nombre define. Porque Blues en inglés también significa triste.

Ya aquí podríamos mencionar las cigar boxes, inconfundibles guitarras armadas con cuerdas y cajas de madera de cigarrillos, con las que más de un maestro del instrumento aprendería a tocar. Una guitarra real, era algo caro. Para efectos prácticos y a fin de tener un héroe, el blues reconoce como uno de sus fundadores a Robert Johnson. Sin embargo, en otro de los fundadores del Blues, es que encontraremos el elemento de hardware creativo, vuelto un sello distintivo. Sería el primero de muchos en hacer exactamente eso.

Son House, entre otros artilugios ganados en décadas de tocar, solía utilizar un aditamento para cambiar el sonido producido por la guitarra al ser pulsada. El invento, tal y como podríamos decir de Robert Johnson y el Blues, no era suyo. De hecho proviene de tiempos inmemorables, pero su técnica de slide con una guitarra sentó escuela.

[youtube]https://www.youtube.com/watch?v=GqXZr6ByVIk[/youtube]

La técnica, simple, consistía en tomar un trozo de algún material, sea vidrio o metal, y deslizarlo por las cuerdas. Ese pequeño cambio, daba otra dimensión completamente distinta a la melodía. Quejumbrosa, como si estuviese llorando, por momentos. El slide, nacido de váyase a saber qué invento con un cuello de botella, o incluso de algún experimento con una cuchara, nunca más se separaría del canon musical.

Electricidad y Amplificación

El Blues y el Jazz avanzarían sus vidas luego por caminos separados, bifurcándose desde el ragtime. Las guitarras quedarían opacas, tal y como solía sucederles en las grandes orquestas, por instrumentos de más calibre sonoro. Trompetas, saxos, pianos y baterías.

Esa realidad fue patente hasta que a mediados del siglo XX, la capacidad de amplificación, sumada a las nuevas técnicas e inventos en materia sonora, permitieron al mundo ver el nacimiento de la guitarra eléctrica. Pero la visión creativa y de mercado respectivamente, de Les Paul y Leo Fender, alumbraría también a la guitarra eléctrica tal y como la conocemos hoy en día.

Éste nuevo instrumento permitía ser tocado, cantar al mismo tiempo, y ser escuchado aún en situaciones que de otra forma serían ensordecedoras de una guitarra común y acústica, por ejemplo, al lado de una batería. Épocas de prototipos, de prueba y error, y muy escasa disponibilidad. Pero también, tiempo de sobra para que los futuros estandartes del Rock and Roll aprendieran a manejarla y sacarle jugo.

Como no podía ser de otra forma, fue un bluesman, además del propio Les Paul, uno de los primeros en abanderarse con el sonido eléctrico. Muddy Waters, cultista del viejo blues, pero haciendo uso de las nuevas herramientas, terminaría por encantar a generaciones de guitarristas y músicos en general, con sus slicks cortos pero poderosos.

Mientras Fender y Gibson terminaban de perfeccionar sus versiones del instrumento, Marshall y Vox  hacían lo propio con los amplificadores. Pero aún faltaba bastante hardware por ser desarrollado.

Distorsión y Efectos

Las posibilidades que arrojaba el manejo de la electricidad, eran simplemente inagotables. Uno de los primeros en ser utilizado, no se logró justamente por alguna innovación del tipo técnica. Como ya escribiera alguna vez en un tono un poco más poético, Dave Davies, guitarrista de The Kinks, emuló o masificó al menos, el concepto de distorsión.

Su método fue bastante casero: unos tajos con su navaja de afeitar en el parlante de su amplificador. Imaginemos que entonces, el sonido salía bastante más «podrido», cosa que sabe cualquiera al que se le haya saturado o roto un parlante alguna vez. Sería muy atrevido afirmar que Davies efectivamente lo inventó, porque ya existía en planos o lugares específicos, un equivalente a su invento.

Pero fue gracias a una canción que grabó la banda con el amplificador mutilado, You Really Got Me, que la distorsión tomó conocimiento público, y como el slide, ya nunca abandonaría a la guitarra. Tras el descubrimiento de la tremenda aceptación popular a los nuevos sonidos, comenzó una carrera para generar estos cambios, llamados efectos. Algunos de ellos pasarían a la posteridad, asociados con artistas muy puntuales. Es el caso de James Marshall Hendrix, y el wah-wah.

Utilizado por primera vez por el pionero de la guitarra Chet Atkins, cuenta la leyenda que otro maestro, Frank Zappa, le presentó a Jimi Hendrix el efecto en cuestión. Sería un romance de por vida, ya no sólo con el wah-wah, sino con cada efecto al que Jimi pudiera ponerle una mano encima.

Jimi, zurdo tocando con guitarra para diestros, le sacaría sonidos inimaginables

En los pocos, poquísimos años que Hendrix editó discos, revolucionó la forma de tocar la guitarra. Un fiel reflejo de sus ansias de cambio musical, fue el estudio que montó, Electric Ladyland, donde podía darse el gusto de utilizar cuantos efectos o invenciones desconocidas quisiera. Para el abrupto final de su carrera, ya había dejado las bases del rock progresivo, psicodélico, y varios estilos más.

En una línea tangente del desarrollo musical, su amigo Pete Townsend, llevaba a The Who por los caminos de tierra recién inventados de la ópera rock, y algún que otro flirteo precoz con la música electrónica, que aún no se reconocía como tal. Los efectos dominarían el ambiente del rock por los siguientes años, marcando la diferencia entre bandas y estilos. Por lo menos, hasta la llegada un tanto revolucionaria del Punk y su desprecio por las complicaciones que traían tantos arreglos. Aún así, era y es cultista del uso de la distorsión.

Electrónica, Shoegaze y Lo-Fi

Pasada la aventura del Punk, bandas como Joy Division, harían todo el recorrido desde los principios distorsionados de la guitarra, hasta las cajas de ritmo de la música electrónica, y los efectos más pulidos de su época. Luego de la muerte de su cantante Ian Curtis, los miembros de Joy Division seguirían las palabras de su frontman, y terminarían por escuchar a Kraftwerk y convertirse en una banda fundamental del movimiento electrónico: New Order.

Es aquí donde tenemos un claro ejemplo: el desarrollo historicista se detiene. Pocos efectos fueron realmente inventados luego de finales de los 70’s. Sin embargo, lo que tiende a suceder, es que ciertos artistas y bandas suelen redescubrir algunos, apropiarlos, y darles un uso completamente nuevo. Ello llevaría inclusive al nacimiento de géneros originales. Mientras, por otro lado, efectos como el overdrive, fuzz o wah-wah, se convertirían en parte obligatoria del arsenal/hardware de cualquier guitarrista que se precie.

Una muestra de lo primero, son las mezclas sonoras logradas por el género conocido como Shoegaze. Noise Gate, Echo, Delay, Reverb, Chorus, Flanger, Whammy, Overdrive, Distorsión y Fuzz. Prácticamente todos. No por nada el género, encabezado por bandas como Slowdive, Lush, Ride o My Bloody Valentine, ganó su nombre: «Mirar los zapatos», traducción literal de Shoegaze, hace referencia a las presentaciones de estas bandas, cuyos miembros estaban constantemente ocupados con las pedaleras y efectos en el suelo.

Los efectos se convertirían en una forma de distinción y expresión

Otras, como Smashing Pumpkins, se casarían momentaneamente con efectos como el Big Muff, que usarían en todo el disco Siamese Dream. Radiohead haría uso del Whammy y varios efectos más, antes de adentrarse en sus experiementos electrónicos.

La música electrónica, en tanto, no había detenido su avance, y en bandas como The Prodigy, Curve o Jamiroquai, encontraba la mezcla exacta entre máquinas, cajas de ritmo e instrumentos más tradicionales. Poco después, el rock experimentaría un quiebre. Por un lado, una hueste de bandas con fuertes raíces en el blues clásico y el rock simple, y por otro, la continuación de la inventiva.

El Lo-Fi, acrónimo de baja fidelidad, apuntaba a recuperar la parte más cruda del rock, usando efectos antiguos, y métodos de grabación del siglo pasado. The Vines, The Von Bondies, y sobre todo, The White Stripes y The Black Keys, marcarían aquel, como su rumbo.

En un sentido casi inverso, guitarristas como Matt Bellamy de Muse, o Tom Morello de Rage Against The Machine y Audioslave, buscarían la  forma de reinventar el sonido de la guitarra. Pero es especialmente en el caso de Bellamy, que encontramos una vez más la facilidad del instrumento para la adaptación. El Kaoss Pad incrustado en su guitarra, implemento diseñado inicialmente para la música electrónica, se convertiría en su firma, su marca registrada. Morello por su parte desarrollaría técnicas poco ortodoxas, pero igualmente efectivas.

Entre bandas como The White Stripes y Muse, también vemos, la síntesis característica del estilo con TV On The Radio, a medio camino entre la distorsión agresiva y las bases electrónicas, o los muchachos de Fuzz, imposibles de olvidar ya que su agrupación (y su primer disco) se llaman tal y como uno de los pedales de efectos más famosos.

Hoy en día, las pedaleras electrónicas o computarizadas,  pueden contener centenares de efectos y variantes de los mismos. Queda en cada artista saber cual utilizar, elegir para su obra. Pero la música seguirá reinventándose, sacando todo el provecho del hardware musical que tenga a su disposición. Cuando le falte más, lo inventará.

Mientras, el círculo se cierra: con algunos mirando hacia el futuro, y otros abrazando el pasado, para crear algo nuevo. Como siempre en la historia de la música.

23 COMENTARIOS

    • Byron Rizzo

      Muchas gracias Terrible eyecandy esa página para el guitarrista, jajaja.

    • Byron Rizzo

      Efectivamente camarada Leandro, hay muchos, muchísimos guitarristas que por uno u otro motivo, sobre todo de extensión, no pude tocar. The Edge es uno de ellos. Sin ser un virtuoso, aprendió a ganarse un lugar en la memoria del instrumento por ser una especie de arquitecto sonoro, y sobre todo, por resucitar, en plena vigencia de su banda, efectos que habían sido abandonados o se usaban poco por sus contemporáneos. Hay varios temas suyos con usos de sustain y wah-wah que deben haber vendido muchos de esos pedales.

      Podríamos sumar también a gente como Bryan May de Queen, que merece en el apartado hardware un artículo él solo, ya que hizo su propia guitarra de chico con su papá, así como sus propios efectos, en muchos casos variantes de Overdrive. Para mantener el foco del post, tampoco me metí en lo meticuloso, pero no menos importantes, de algunos cambios de afinación o técnicas que terminarían influyendo terriblemente, como las usadas por Tony Iommi, que bajando su afinación a grave y tocando powercords como resultado de haber perdido parte de un dedo, inventó el Heavy Metal. O lo que haría Johnny Marr de The Smiths, cambiando las afinaciones de su Gibson 335 y un reverv, cosa que influiría brutalmente toda la música inglesa por los siguientes 20 años. Así como sus colegas temporales de Spacemen 3, que se han mandado lo que podríamos definir como una orgía de efectos en cada uno de sus discos.

      Por suerte existen los comentarios en este medio para poder darles su lugar, que aunque quizás no fuera tan protagónico como el de tipos del nivel de Hendrix o Muddy Waters, sí que influyeron y tienen algunos trucos que enseñar. ¡Y aún me quedarían tantos por mencionar! Saludos

  1. gastonoberti.wordpress.com

    Muy buen articulo, me hizo acordar mucho a la película Sound City…

    • Que genios, recuerdo de muy pibe, tipo 5 o 6 años, la primera F100 de mi tío que vino con FM y yo los domingos le pedía para sentarme a escuchar una radio que pasaba música moderna. Acá en Entre Ríos había solo una y gracias a ellos descubrí Soda Stereo.

      La primera canción de ellos que recuerdo y me voló la cabeza fue Hombre al agua. Cierro los ojos y me veo sentado en la camioneta, escuchando ese cañón y comiendo mandarinas. Que felicidad con tan poco.

    • Byron Rizzo

      Viene perfecto, ya que ellos fueron un poco la muestra por nuestras tierras de la experimentación pedalera que significó el Shoegaze por aquella época, incluso con alguna acusación de plagio (La versión más moderna de Un Misil en mi Placard y Chrome Waves de Ride comparten acordes) de por medio, infundada, pero se ve una clara influencia de aquella escena inglesa tan particular, en Cerati y sus muchachos. Sin ir más lejos, en Argentina bandas como Cocteau Twins o The Jesus and Mary Chain, gozaron de una popularidad inusitada, entre los musicólogos locales.

      Todos unos embajadores de esa movida, fueron Soda Stereo, al menos por momentos.

      Con respecto a lo que contás de las canciones, las situaciones, medios y las emociones, tengo otro artículo en el tintero Guillermo ¡A mi también me pasa mucho! Un saludo y gracias por agregar más música al post, que siempre es bienvenida Alexis.

      • Alexis

        En realidad, Cerati simplemente tocó la intro de Chrome Waves. De igual modo que usó un riff de Cementerio Club de Spinetta en Té para Tres. No lo consideraría plagio y me extrañaría que alguien hubiese siquiera intentado acusarlo. En todo caso podrían haberlo acusado de plagiar la mitad de la discografía de «The Police», pero es tan recursivo que si alguien me planta un boga adelante, le empiezo a decir quién plagió a quién y no paro hasta llegar a Rita la Cantaora (por supuesto, es una forma de decir, porque no me daría la vida para seguir hasta la música Medieval).

        • Byron Rizzo

          Justamente por eso decía que la acusación era infundada Pero sirve de muestra de que el género pegó fuerte hasta por nuestras tierras. Y si, si empezamos a buscar así, por lo menos hasta Robert Johnson, no paramos. ¡Y eso que él era deshonesto, porque hizo un pacto con el diablo! jajajaja… Un saludo Alexis.

  2. Matias S.

    Gracias como siempre Byron.
    Ya que nombras shoegaze, viene alcest a argentina en unos meses. : )
    Yo soy un hombre de bajas frecuencias, lo que mas me gusta son los envelope filters. Tambien podrias agregar en el post o hacer otro, sobre el mercado argentino de pedales y amplificadores, un mercado que merece respeto.
    Saludos!!

    • Byron Rizzo

      Yo soy un hombre analógico: amo tocar con slide. Aunque no me salga tan bien, es muy placentero y es como andar en bici, nunca se olvida, hay algo muy especial en calzarse ese metal en el dedo.

      A lo que Matias S. se refiere con el mercado argentino, está íntimamente relacionado con la historia musical del país, que estando lejos de USA o UK, tuvo que aprender a armar sus propias guitarras, amplis y efectos, más por medio de la imitación que por tener un diagrama eléctrico. Si sumamos esto a la gran cantidad de bandas autóctonas que llevaron adelante el rock, desde Moris hasta Pappo o Spinetta, entenderemos que hay toda una cultura muy rica y antigua por acá con el tema de los efectos que empezaron como aditamentos un tanto caseros; pero se convirtieron a la larga en algo a tener muy, muy en cuenta, por su valor histórico, entre otras cosas.

      Y por cierto, yo estoy viendo si no puedo ir a ver a Slowdive, en unos meses Saludos

  3. Alexis

    Ah, y me olvidaba… ya que citaste a Jack White, les recomiendo ver el documental completo de «It Might Get Loud»
    @Byron, simplemente gracias!

    • Byron Rizzo

      Secundo la moción: It Might Get Loud es imperdible, tanto por su valor histórico como por su valor documental. tener a Jimmy Page, The Edge y Jack White charlando sobre guitarras, gustos y efectos, es tremendo. Ojalá hubieran más It Might Loud’s, con otros maestros de las cuerdas. Por cierto, para el que se tomase la molestia de escuchar el playlist que armé, hay cierta sorpresita en vivo que cierra el ciclo desde el maestro Son House hasta el aprendiz Jack White.

      Y por favor, muchas gracias a vos, y a todos los lectores.

      • Alexis

        Byron, llego hasta el track de Voodoo Child y luego hace un skip por tema de licencias, llevándome a otro playlist.

        • Byron Rizzo

          Ahí armé el mismo playlist en youtube, para que puedas escucharlo o si a alguien más le pasa lo mismo No es la gran cosa pero escuchando los temas se ejemplifica y plastifica mejor el contenido de artículo. Y acá lo dejo, un saludo.

    • Byron Rizzo

      Gracias amigo mío, no es tanto, pero es lo menos que puedo hacer para mi página favorita

  4. kernel128

    Interesante, a mi que no soy aficionado me lo leí todo, buen artículo.

  5. Gonzalo

    Muy buen artículo! leido de punta a punta, quizas para otro capitulo podrias hacer una historia de los VST e instrumentos virtuales en general?

  6. MrLynch

    no podés dejar a fuera a David Gilmour de Pink Floyd.. los sonidos que logró, desde Money a sus clasicos solos con su sonido tan caracteristico… un procer de la viola..

  7. andres black

    Me acuerdo cuando probe por primera vez Amplitube o Guitar Rig. Me exploto la cabeza.

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