LG G2: review de un smartphone peculiar

Esta semana tuve la oportunidad de probar el LG G2, que ha llegado hace poco a LG Argentina (aunque las operadoras lo tienen hace rato). Este equipo tiene la peculiaridad de haber sido la apuesta fuerte de LG frente a teléfonos como el Samsung Galaxy S4, el Nexus 5, el HTC One e incluso el Galaxy Note 3, con el que comparte procesador. Se destaca muchísimo por su tamaño y su gran pantalla HD, característica acompañada por una cámara trasera de 13 megapíxeles, batería de 3000 mAh (una de las mejores del mercado), un procesador de cuatro núcleos y un diseño que coloca todos sus botones en la parte trasera.

Lo que más llama la atención del LG G2 a simple vista (luego de su tamaño), es su pantalla, y la forma en la que está distribuida por casi todo el frente del aparato; incluso ocupando (salvo por 2.65 mm a cada lado) todo su ancho. Es una increíble pantalla de 5.2 pulgadas, con resolución de 1080 x 1920 píxeles y densidad de 423 ppi. Aunque no tiene la mayor densidad de píxeles por pulgada que hemos visto a la venta, es mucho más grande que la ofrecida por la mayoría de sus competidores en el país.

Llama mucho la atención que hayan podido acomodar tremendo display en el mismo tamaño en el cual otras empresas no llegan a las 5 pulgadas. La pantalla tiene una muy buena respuesta al tacto, y una gran precisión en la reproducción de colores gracias al control de la saturación desmedida. Dado a su tecnología IPS LCD, las imágenes pueden apreciarse de igual manera desde cualquier ángulo de visión, por lo cual la experiencia de uso con esta pantalla es realmente buena, me atrevería a decir que de las mejores.

Siguiendo con el diseño externo, podemos dividirlo en dos partes: frontal y trasera. Como hablamos anteriormente, me encanta la parte frontal de este teléfono. La falta de botones, su borde metálico super liso y la extensión de su extraordinaria pantalla, contribuyen a un acabado muy limpio y elegante que le dan al equipo esa apariencia tan classy que no muchos saben lograr.

Pero lamentablemente no sucede lo mismo en su cara posterior. El reverso del equipo tiene una terminación plástica, brillante y un tanto escurridiza que no es elegante para nada, y me hace extrañar bastante los diseños de los equipos LG Optimus. Se entiende que el diseño trató de mejorarse con una textura de semi-red que puede verse a contraluz, pero eso no es suficiente. El acabado brillante tiene una mayor presencia, y la sensación al tacto sigue dando la impresión de que el material no es de lo mejor.

Otro punto negativo del reverso del equipo es la “gran novedad“ de poner los botones de encendido y graduación del volumen allí. La explicación que ha dado LG es que es el lugar en el que naturalmente descansan nuestros dedos cuando sostenemos el teléfono, pero la realidad es que (salvo en la versión Verizon, en la cual tienen un acabado metálico) le restan bastante al diseño del equipo en términos estéticos. Y en términos de usabilidad, podríamos responder con un gran ‘depende’.

Los botones posteriores, una vez que uno se acostumbra a ellos, son bastante cómodos cuando se está en una llamada y se precisa subir o bajar el volumen por algún motivo (en mi caso sería casi siempre). Pero en el resto de las posibles situaciones, realmente tiene más que ver con cómo uno se ha acostumbrado a agarrar un teléfono. En mi opinión, este diseño sólo sería ‘natural e intuitivo’ con un equipo de menor tamaño que pueda manejarse con una sola mano.

Pero posiblemente LG ya sabía que el botón de apagado/bloqueo de pantalla trasero le iba a traer inconvenientes a los usuarios, dado que incluyeron en el teléfono una utilidad para facilitar el bloqueo de la pantalla vía software. Ésta herramienta se llama ‘Knock On’ y permite bloquear y desbloquear el teléfono dando dos golpes rápidos de knock-knock a la pantalla (en cualquier lugar para desbloquear, sobre la barra superior para bloquear).

A mi parecer, esta característica es super cómoda y me encontré a mi misma tratando de desbloquear de la misma manera a tablets y otros dispositivos por la rapidez con la que me acostumbré a ella. El Knock On sólo funciona el 75% de las veces de manera correcta, más que nada cuando se trata de bloquear el aparato. Aunque resulte una pena, se mantiene funcional y esperamos que sea mejorado en las siguientes versiones (aunque podría ser posible también que la técnica sea difícil de dominar).

El sistema Knock On no es la única feature que LG ha agregado a Android para complementar el sistema operativo. La idea, tal parece, era lograr que este teléfono permita hacer multitasking de una manera cómoda, y que tuviera un alto grado de customización. Pero persiguiendo este objetivo, agregaron demasiadas utilidades, dando como resultando un SO que se siente cargado, a veces complicado de navegar. Lo que me sigo preguntando siempre que me encuentro con estas cosas es: ¿Por qué no usar Android sin modificar directamente?

Entre las excesivas herramientas de LG, nos encontramos por ejemplo con:

• Voice Mate: Asistente al estilo Siri. Totalmente innecesario dado que ya contamos con Google Now, que funciona muy bien.
• SlideAside: Pensada para el multitasking, permite congelar hasta tres aplicaciones que estés utilizando ‘escondidas’ a un lado de la pantalla. Es distinto al menú de aplicaciones abiertas, pero no entiendo aún en qué puede mejorar el uso para un usuario promedio que ciertamente no notará la diferencia.
• Quick Memo: Permite escribir y dibujar sobre cualquier pantalla que se esté mostrando en el momento, también cambiar el fondo por papel tipo post-it y otras funcionalidades que nos recuerdan a la línea Note de Samsung (aunque sin el preciado lápiz). En realidad esta la he usado bastante, pero no para lo que fue pensada, sino para tomar capturas de pantalla de forma rápida, por lo que supongo que no terminó de cumplir su cometido.
• Quick Remote: Control remoto universal que puede usarse desde la misma barra de notificaciones. En mi experiencia, sirve hasta a un metro y medio de distancia del televisor. Más allá de esa pequeña gran limitación, parece funcionar bastante bien.
• QSlide: Copiando las clásicas ventanas de las computadoras, permite abrir aplicaciones en formato pequeño sobre otras y cambiar incluso su transparencia para que puedas hacer multitasking tranquilo, con cuatro ventanas abiertas justo sobre lo que estabas haciendo. Si, pretendía ser práctico.

Junto con todas estas mini-aplicaciones (y muchas otras más) incluidas con el mismo SO, notamos también muchas opciones de personalización de iconos, temas, muchas animaciones para comandos que quizás no eran tan necesarias, y muchos otros detalles no relevantes que logran sobrecargar el sistema de cosas. Lo bueno es que, dado a la potencia del procesador,  la fluidez con la que se pueden hacer las tareas no se ve afectada. Casi.

QSlide

Slide Aside

Quick Remote

Quick Memo

Hablando del procesador, El LG G2 cuenta con el mismo modelo que el Galaxy Note 3: un Qualcomm Snapdragon 800; que no es nada menos que un quad-core de 2260 MHz, Krait 400 que, junto con sus 2 GB de memoria RAM, hacen que sea casi imparable. El teléfono vuela en performance y no se colgó con ninguna aplicación ni juego con los que lo he probado. La ironía es que, como señalaba anteriormente, las animaciones, menúes y demás «extras» malogran el potencial del procesador de vez en cuando.

Con tanta pantalla y aplicación extra, el equipo merecía tener una batería acorde al uso que se le daría, por lo que fue equipado con una unidad de 3000 mAh (700 más que el HTC One). Lo he probado con absolutamente todo y siempre me dura desde la mañana temprano (7 a.m.) hasta la medianoche, incluso con un 15% de batería sobrante. Y todo esto contando con que le dí un uso exhaustivo, conectándolo cuando me era posible a Wi-Fi,corriendo aplicaciones, mirando vídeos, hablando por teléfono y por supuesto jugando. Es de esperar que si se le da un uso más liviano, dure incluso más de un día.

Para que la batería quepa cómodamente en un grosor de equipo de 8.9 mm, se acomodó en el interior del teléfono de una forma bastante inteligente: ocupando casi todo el interior del mismo con una forma escalonada. Lo lamentable es que como consecuencia directa, no tiene tapa removible trasera y no podemos insertar una tarjeta de memoria externa. La única ranura de la que dispone el G2, está muy bien escondida sobre el borde izquierdo y sirve de entrada para la tarjeta SIM. Podría verse como una desventaja, pero el teléfono cuenta con 32 gb de almacenamiento, más de lo que la mayoría de los usuarios necesitan.

Una de las cosas que más me ha llevado a gastar su carga, es la cámara. Sí, la cámara del LG G2 es realmente buena y no me canso de usarla. Tiene unos increíbles 13 mpx, contando también con estabilización digital, captura rápida y varios modos; video en 1080p a 60 cuadros por segundo, y muchas otras funciones más que hacen que sacar fotos con este equipo sea muy placentero. La he usado mucho, y lo único que hay para retrucar es que el flash es un poco azulado y las fotos en ambientes con poca luz pierden mucho su calidad, pero a plena luz del día y caminando por la calle, puede sacar fotos como la que hay a continuación sin necesidad de editarlas.

Como conclusión, podemos decir que el teléfono se saca un puntaje de 78 sobre 100. Su increíble capacidad y pantalla ya sirven para ganarse mi ‘Sí, quiero’, pero tiene muchos detalles que perfeccionar, en especial el software (que seguramente la mayoría de usuarios terminarán cambiando) y el diseño que lo hace parecer un poco raro y anticuado a la vista. A pesar de esto, lo recomendaría a cualquier persona que necesite una terminal potente y le gusten las pantallas amplias, pero que no esté convencido con el tamaño (y precio) del Galaxy Note 3.