Hace unas semanas me llegaba un correo a [email protected].
Era Isaky, que me escribía ofreciéndome el Kospet Tank M1 para que lo pruebe y comente las impresiones. Le agradecí, acepté, y también le comenté que, fuera la experiencia que fuera, iba a ser lo más sincero con el producto. Lo comento porque le reloj queda en mi poder y es importante para mí destacar esto y decirles que no influye para nada este gesto.
Un «G-Shock» con funciones de SmartWatch
¿Qué es el Tank M1? Bien. Podríamos definir a este dispositivo cómo un reloj inteligente – luego vamos a hablar más precisamente del término inteligente – de Kospet. Un fabricante chino que tiene varios modelos y éste vendría ser el mejor exponente. Pero no se trata de un reloj cualquiera, sino uno «rugged», o cómo nos gusta decir a algunos, un verdadero «todo terreno».
La característica más significativa de este reloj es que está diseñado para resistir entornos «difíciles», gracias a su protección 5ATM e IP69K, lo que significa que no solamente puede usarse durante la ducha o en la pileta de nuestro amigo del Country, sino que además, al ser incluso mejor que IP 68, ofrefce la posibilidad de usarlo para nadar a 50m de profundidad del agua. Incluso soporta temperaturas de funcionamiento de -40° a 55°C, algo bastante difícil de ver en otros dispositivos. Así que sí, realmente es un dispositivo rugged que nos recuerda a los G-Shock de Casio que claro, no tienen nada de «Smart» (o al menos los clásicos).
El cuerpo del Tank M1 PRO es delgado y liviano hecho de aleación de plástico y metal de alta calidad con un tamaño grande de 44,6 mm y un grosor de 14,4 mm, y un peso de 55 g, lo que lo hace cómodo en la muñeca. Si bien el producto no es de alta gama y el precio es económico, la calidad de fabricación sorprende y para bien.
La correa está hecha de silicona, es liviana y cómoda en la muñeca para un uso prolongado. Lo genial es que usa cualquier correa «de smartwatch» compatible de 22 mm.
La pantalla: cumple pero con algunos compromisos
Debo reconocer algo. Para ponerme el Tank M1 Pro me saqué un Galaxy Watch 4 y sí, debo ser sincero, es como bajarse de un Audi S4 para subirse a un Volkswagen Bora 1.8T (que Dios me perdone porque es mi auto). A lo que voy: el Bora es un buen auto, sí, pero está lejísimos de lo que podríamos considera como de excelencia en el mercado.
La pantalla es IPS, es rectangular (Apple Watch style) y tiene un tamaño de 1,72 pulgadas con una resolución de 280*320 píxeles. Para que nos demos una idea, el reloj de Apple tiene 396×484 pixeles en 1.9 pulgadas. Tampoco entremos en el tema del brillo y el contraste, pero quiero dejar algo en claro: la pantalla se ve «bien». Le doy unos 7 puntos.
Lo que sí no me gustó es que trae un vidrio templado para ponerle. Onda… ¿me estás vendiendo un reloj rugged pero a la vez me das un vidrio templado? No seas malo Isaky. Vendémelo USD 10 más caro y ponele un vidrio que se banque las rayas. A ver… no probé hacerle rayas adrede ni golpearlo, pero si en la caja le ponés un vidrio templado… mucha confianza no me da.
El Sistema Operativo, el «FeatureWatch» y la duración de la batería
El Tank M1 Pro, al igual que un montón de relojes de este tipo, no viene con un Sistema Operativo digamos… demasiado Operativo como podría ser Android Wear (que tiene una relación cada vez más linda con Android) o WatchOS del Apple Watch. Básicamente es un reloj con pantalla y sensores que permite:
- Monitorear ritmo cardíaco.
- Monitorear sueño.
- Monitorear oxígeno en sangre y presión sanguínea (esto último anda curiosamente muy bien).
- Medir pasos y calorías gastadas en deportes.
- Llamadas por Bluetooth desde/hacia el Smartphone (tiene hasta un parlantecito).
- Aviso del estado del tiempo (clima).
- Control de un reproductor musical.
- Notificaciones.
No quedan dudas de que estamos ante un dispositivo muy completo. Todo esto se maneja con una App que se llama DaFit que permite cambiar desde las carátulas hasta mostrar toda la información que colecta el Tank.
Hablando específicamente de las carátulas, el Tank M1 Pro tiene un montón, muchas de ellas están muy buenas y muestran mucha información. A mi, por lo menos, me gustan aquellas más sobrias. Pero es un tema de gustos, claramente.
¿Entonces, compro o no compro?
Mientras escribo esto tengo 2 pestañas en MercadoLibre con los precios de varios SmartWatches. En una está mi SmartWatch de cabecera (que me vino con el Samsung Galaxy S22) que es un Galaxy Watch 4 y que vale unos ar$60000 en promedio (unos U$S 200). Para que nos demos una idea, el Kospet Tank M1 PRO vale ar$15000 (U$S 50). Digamos que, incluso para los flacos bolsillos del argentino promedio – acá quiero aclarar que compré casi regalado el GW4 con un e-voucher de Samsung – el Kospet Tank M1 PRO es bastante accesible.
Además, estéticamente se ve muy bien y se banca el agua y las temperaturas. El OS y la interfaz son extremedamente simples pero eso no quita que no funcionen bien ni que estén optimizados. La batería dura entre 4 y 5 días, a diferencia del GW4 que me dura, con suerte, un día y medio.
Además, y suponiendo que estamos ante un FeaturedWatch, el Amazfit Neo que básicamente es un Casio digital con un par de sensores vale ar$10000. La diferencia es poca hacia el Tank M1 Pro, y es muchísimo más completo.
Así que sí, lo recomiendo. No esperen tener un Apple Watch, ni tampoco un Amazfit T-Rex. Pero el Tank M1 Pro me dejó un muy buen sabor de boca. Tanto, incluso, que dejé guardado el Galaxy Watch y lo tengo pensado vender. Primero porque sinceramente no uso ni el 10% de los features que tiene, y segundo, porque mi forma de vestir queda un poco más en tono con el reloj de Kospet.