Nos acercamos a la década del ’20. Dejando de lado una primer década que marco una explosión en la compra y el uso de los Smartphones.

Desde aquella fecha mágica en que Steve Jobs anunció el primer iPhone que la sociedad (o por lo menos el 90% de ella) está atontada con los teléfonos. Mientras escribo esta nota desde mi Laptop veo cómo 4 de las 5 personas están viendo su teléfono, y una quinta habla con impunidad.

La cultura de la hipercomunicación llego para no irse más.

Pero los sistemas que están detrás de estos aparatos no parecen mutar mucho con el tiempo. Hoy la competencia se fue esfumando para darle lugar de nicho a quien ayer competía mano a mano.

Android vs Apple ya no es un versus.

Apple fue es y será una marca de gente pudiente. Especialmente saliendo de los USA.

Con la ambición de cobrar por un teléfono lo que sale una buena moto, fueron subiendo la vara de sus productos progresivamente hasta llegar a los mil dólares. Android por el otro lado, busca caer bien en todos lados. Encontrándolo en teléfonos desde 100 dolares a 1000 pero no parece preocuparle mucho lo que hace Apple. No como antes al menos.

Hoy. Salvo fanatismos, los argumentos a favor y en contra de los diversos sistemas operativos se tornan… nubosos.

Y si tengo que comparar un sistema con el otro ya no pondría el énfasis que ponía a inicio de la década. Esta comparación ya la saben todos pero es la dualidad de un ecosistema amplio y fragmentado versus un ecosistema controlado y cerrado.

Eso sigue en pie. ¿Pero acaso a cuántos realmente nos importa?

A la mayoría de mis contactos esto de configurar y personalizar el teléfono les es infantil. Al borde de lo irrelevante. Por otro lado, en mi caso, me encuentro intentando armar widgets personalizados para mí pantalla de inicio de Android.

Pero salvo un pequeño número. A la gran mayoría ya poco y nada le cambia un ecosistema abierto de verdad.

Hoy la mayor batalla entre Android y Apple que existe se da en torno a la privacidad.

En Android no hay privacidad. Es una realidad que nos cuesta afrontar por qué no vemos problema a corto plazo. Pero se sabe (meter nota acá) que cuando Android llama 50 veces a sus servidores de telemetría, Apple con suerte los llama una vez.

Tampoco me interesa poner a Apple como paragón de la privacidad viendo sus políticas de entrenamiento de Siri. Pero es una GRAN ventaja que aparentemente no están sabiendo comunicar.

Por otro lado. Android salvo detalles no tiene una transformación drástica desde su versión 4. Pasando los años ya me voy preguntando que vendrá después, porque gracias a que el iPhone decidió abandonar la gama media para competir directamente en el nicho que mejor lo trato, el avance en Android se tornó vago, simple y sin vueltas.

Huawei y los chinos vendrán después.

La afamada «guerra comercial» trumpista hizo despertar a los fabricantes chinos. Mostrándole la inestabilidad que sufren de implementar Android como su caballito de batalla.

Dejando en claro que cualquier apuesta a largo plazo puede ser un gran riesgo empresarial el día que la gente de traje que gobierna el norte decida que no va más.

Hoy estamos en la calma antes de la tormenta. Y quizá tendrán que ser los chinos los que pongan en jaque la hegemonía americana en sistemas operativos.

Me parece lamentable por un lado, por qué si hay algo en donde no van a avanzar los chinos es en privacidad.

Se sabe que dónde hay un router Huawei hay una puerta de escape china. Y puede que esta competencia termine de aniquilar la privacidad digital.

No olvidar que Android es un proyecto de código abierto. Pero ningún fabricante de anima a vender un teléfono sin la Play Store. Este control draconiano sobre un repositorio de software es su principal caballito de batalla. Y no me sorprende que los chinos jueguen exactamente la misma carta.

Hoy estamos rendidos a la especulación. Por que realmente no está pasando nada.

Acompañado a la primicia de que hoy la gente tarda tres en vez de dos años en renovar el Smartphones, parece que a la industria la está costando reinventarse.

A nivel personal me parece ridículo que un smartphone requiera de 4 GB de RAM para ser mínimamente digno. Y no veo el momento en que la revolución móvil se corresponda más con la eficiencia energética y la eficiencia, antes de que está abundancia de recursos.

3 COMENTARIOS

  1. Carlito

    Excelente nota.
    No sabria si estar feliz por la incursion china en el mundo de los sistemas operativos, o estar preocupado.
    que… ironico el mundo moderno que me hace elegir entre un ecosistema aburrido, o un ecosistema controlado por los chinos.

  2. hpspool

    ¿Se acuerdan que antes de ese disruptivo iPhone todo pantalla del 2007, a los smartphones los llamábamos PDA? La primera vez que ví la palabrita «smartphone» fué en un aviso para televisión de la PDA Palm Treo 650 del año 2004, pero el término recién «pegó» con los táctiles que vinieron después por el camino que abrió el iPhone. El otro día tuve que conseguirle a un cliente cierto hardware para un laburo de manejo de stock, y le coseguí un par de EDA Motorola MC5574. Una EDA es una PDA con esteroides, básicamente es lo mismo solo que son ruggerizadas y en este caso, también cuenta con scanner láser para códigos de barra. Me costaron ochenta dólares cada una, obvio que son de segunda mano, pero son como un Nokia 3310 de los antiguos, así de resistentes, y estaban en perfecto estado de funciomiento. Y el sistema operativo, que es el tema del artículo, es, en este caso, Microsoft Windows Mobile 6.1. Sé que es viejo, sé que no está de moda, lo sé… pero de obsoleto no tiene ni un byte, creánme! Programar para esta EDA es supersencillo, se conecta de una para sincronizar los datos recopilados con el servidor que corre Windows, una sedita. ¿Pero porqué tuve que optar por equipos de segunda mano, reacondicionados, y tan antiguos (salieron en el año 2009)? Muy fácil, ya no se fabrican, o es muy difícil de conseguir, terminales EDA que corran Windows. Las actuales son todas con Android, no tienen teclado para tipear (que lo podrian tener perfectamente, mucha gente tiene que usarlas con guantes puestos por la índole de su labor), y muchas ya ni si quiera traen scanner láser, sino que usan una cámara fotográfica para leer los códigos de barra, aparte de que son carísimos.

    Este «duopolio» de Android e iOS que se reparten la torta, aparte de frenar la evolución tecnológica, también afecta otras áreas aparte de la propia del consumidor doméstico, sino también al industrial y empresarial. Porque este parcito se ha cargado a grandes sistemas operativos que hacían la labor profesional de modo mucho más eficiente y segura en muchos casos, como BlackBerry OS, Windows Mobile, Windows Phone, PalmOS, todos ellos se fueron apagando hasta morir porque el usuario de a pié no lo elegía, porque no tenía aplicaciones, porque los programadores no programaban para ellos, porque el usuario de a pié no lo elegía, porque no tenía…. un círculo vicioso en donde el dinero manda pero que a la vez frena el desarrollo tecnológico. Eso también explica porqué una aplicación bastante mediocre de mensajería instantánea es la reina de las comunicaciones hoy en día, es mediocre y no es la mejor tecnológicamente hablando, porque se duerme en los laureles de la base enorme de usuarios que tiene, su único mérito. La falta de competencia nunca es buena, nunca.

  3. maxavatar

    por las dudas hay q ir aprendiendo chino. Duolingo, o clases particulares… la decada del 20 es, para mi, la década del dragón….. hay un dicho, incomprobable, que dice: «hay tantos genios en china como personas en eeuu»

    ontopic: solo espero q dejen de hacer bloqueos a los smart y la comunidad haga roms limpias de todas estos ataques a la privacidad, pero bueno, sigo creyendo en los reyes magos mejor.

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