Huawei, Google y el gordo de traje

Fue por decreto. Considerado como una cuestión de Seguridad Nacional.

Así, el presidente de los Estados Unidos decretó un veto para Huawei (junto a otras empresas chinas) por la cual, según la administración que lidera el señor Donald Trump, se trata de una empresa que realiza espionaje a ciudadanos norteamericanos. Este veto indica que ni Google, ni Intel, ni Nvidia, ni Qualcomm pueden tener relaciones comerciales con una lista de compañías chinas entre las que está ZTE y la susodicha Huawei.

El país cuya NSA espía a sus ciudadanos veta empresas chinas por supuesto espionaje (porque no está probado), curiosamente, también es el país donde más compañías tecnológicas colectan información sobre los usuarios. ¿Se ve una doble vara acá? Sin dudas algunas.

Hay varias patas que arman una mesa y acá se vislumbra la guerra comercial entre China y Estados Unidos, la implementación de la próxima red 5G a nivel global, el frenético crecimiento de Huawei cómo empresa tecnológica y un gordo de traje que no tiene gran cintura política (y que tampoco parece molestarle). Decir que una empresa tecnológica extranjera espía es el «tienen armas de destrucción masiva» del Siglo XXI.

¿Y Google? Google se la tiene que comer doblada. Porque así como tuvo tantos beneficios al haber nacido en el país de las oportunidades, cuándo te bajan un decreto en donde se nombra Homeland Security la cosa va en serio y se respeta a rajatabla. No hay dudas que la presión por parte del gobierno del país del norte hacia Google debe ser grande, ya que Huawei es el tercer vendedor de móviles del mundo (con un crecimiento realmente impresionante) con grandes chances de llegar a ser segundo antes de fin de año, superando a Apple. Y así y todo, la Gran G deja al gigante chino a la buena de Dios.

No sé para ustedes, pero creo que se trata de uno de los mayores absurdos sin precedentes en el mercado tecnológico, o al menos, del que tenga recuerdo ahora mismo.

¿Se imaginan si se hubiera hecho lo mismo con Lenovo y sus Notebooks? Pensemos en Notebooks sin Windows instalado… O no pensemos mucho, ya que, de hecho, se venden y casi cualquier persona con conocimientos lo instala el Sistema Operativo o tiene un amigo que se lo hace. El gran problema de fondo acá son los ecosistemas conocidos como «jardines vallados», algo que a priori tienen como beneficio la facilidad y simpleza de uso pero a largo plazo traen inconvenientes tan grandes como este.

Y es que, no es lógico que alguien que gastó una carretilla de plata por un reciente Huawei P20 o P30 no tenga acceso a futuras actualizaciones de Android. Es muy injusto que una persona que compró un dispositivo de última generación que viene con Android, de Google, no pueda asegurarse al menos 1 o 2 actualizaciones importantes del Sistema Operativo.

Huawei y Google aseguran que los actuales usuarios de estos smartphones seguirán pudiendo instalar y actualizar sus Apps, pero no así el Sistema Operativo. Los actuales usuarios de estos equipos deberán olvidarse de Android Q y también de los siguientes. Un garrón importante, más que nada porque los equipos de gama alta de la empresa china son excelentes.

Justamente por eso me pregunto: ¿Es una mala idea comprarle un Huawei de uso a alguien que se lo quiere sacar de encima? Yo creo que para nada, y más porque según parece en muchos lados los están ofreciendo a precios irrisorios. Cómo dueño de una Tablet Amazon Fire (que tiene su propia tienda) les aseguro que es posible tener todo – o casi todo, no me maten – funcionando, aunque lleva un poco más de tiempo.

Dicen que todo esto tiene un trasfondo en donde los Smartphones son actores secundarios. Lo importante está en la multimillonaria implementación de las próximas redes 5G, en donde Huawei es uno de los principales impulsores.

Debo decirlo, al menos cómo consumidor, es una lástima por Huawei. Una empresa que venía haciendo las cosas bien.

Samsung festeja, Apple se alivia. Todo, gracias al gordo de traje.