Orígenes del Rol: De Grecia a Game of Thrones

Seguramente has escuchado hablar de él. RPG, Rol, Dungeons & Dragons, Magic o tantos otros. Uno puede guiarse por el estereotipo social y atávico, pensando que son solamente un entretenimiento imaginativo y fuera de lo común. Una moda que terminó por estallar en los 90’s, llevando la hechicería y la espada al conocimiento y furor popular de toda una generación.

Pero el Rol es mucho más que eso. Es una aventura en sí misma, que tiene profundas raíces en lo más intrínseco de nuestra humanidad. Bebiendo directamente del cuenco lleno de genialidad del Gigantesco Poe, el Tenebroso Lovecraft, o el Épico Tolkien. Y más aún, de algunos de los conceptos, enseñanzas y métodos de escritura provenientes de nuestro pasado más remoto, del que tengamos noción.

Aventurarnos a los orígenes del Rol, es un viaje fascinante desde el nacimiento mismo de dos habilidades fundamentales en el ser humano: La representación, y la imaginación.

Épica y Teatro, Clásicos Humanos

La travesía comienza en los albores tumultuosos y oscuros de la humanidad. Época de relatos orales que terminarían, con los siglos, encontrando a un buen escritor que ordenaría las ideas y firmaría con su nombre. ¿Qué clase de genialidad debió alimentar al primer humano, que inventó por completo la primera ficción?

No podemos sino imaginar, tal como hizo él, la respuesta. Lo que sí sabemos, es que las primeras y más importantes historias humanas, fueron escritas o relatadas bajo el mismo código. Ya sea que hablemos de la Epopeya de Gilgamesh, primer relato del que tenemos registro, o de La Ilíada y la Odisea, documentadas a cargo del buen Homero, la Épica, el relato heroico teñido de aventura sin fin, son el medio que utilizan.

Veremos a lo largo de la Historia incontables casos en los que los protagonistas compartan algunas, sino todas, de las características de Gilgamesh u Odiseo, también llamado Ulíses. Una misión, un viaje, una aventura, y auto descubrimiento.

Estos conceptos básicos han hecho desfilar una cantidad de personajes simplemente incontable. Desde el Rey Arturo hasta Frodo, de Hércules a Rorschach, el concepto del héroe ha ido mutando. Hemos aprendido a desdibujar un tanto el Bien y el Mal. Los hemos hecho más humanos y por ende, más heroicos aún. Aquí podemos trazar una línea directa entre el pasado y el presente del Rol. Desde Homero hasta Tolkien, por ejemplo.

(El Caballo de Troya, la genialidad más recordada de Odiseo)

Tenemos allí uno de los pilares, pero entre tantos otros, debemos volver a la Antigua Grecia. A los tiempos del Teatro público. Una era en la que éste se utilizaba para culturizar y enseñar a las personas unos conocimientos morales y sociales simples. El Teatro, fue la primera escuela de la humanidad.

Sus Comedias y Tragedias no sólo exigían que los actores interpretaran roles y papeles: involucraban al público y sus reacciones como una parte integral del espectáculo. La interpretación de Roles era recíproca entre la audiencia y los que personificaban, escenificaban sobre el escenario, al igual que sigue sucediendo hoy en día. Ese valor sería de capital importancia no sólo ya para el Rol, sino para el devenir de la humanidad entera.

Espada y Hechicería, Herencia Vikinga

Más cercanos en el tiempo y lejos ya de Grecia o Mesopotamia, podemos encontrar algunas de las influencias más poderosas y patentes en el Rol. Si la interpretación y la imaginación fueron las herramientas principales que lo llevaron desde alguna caverna e la prehistoria, a las computadoras y reuniones de miles, su entorno y marco han sido también importantes. Gran parte de este entorno nos llega, quizás muy acertadamente, de un pueblo que dejó muy pocos registros escritos.

Los Vikingos son recordados como saqueadores y violentos, pero la realidad histórica indica que tuvieron una buena cantidad de reinados y cierta estabilidad a lo largo de un milenio. Su influencia en los pueblos Celtas, Britones, Germanos y Galos con los que ampliamente lucharon, los han dejado retratados justamente como éstos los veían: bárbaros temibles con una cultura guerrera que rayaba lo heroico.

De allí, la mezcla entre invasores e invadidos, nos llega uno de los textos más importantes en la Historia, y por supuesto, influyentes en el Rol.

Beowulf, es un poéma épico resucitado constantemente en la literatura o cine. En él encontramos casi con lujo de detalles las situaciones y bestias que luego poblarán las páginas, las cintas y las melodías por muchos siglos. Dragones, Trolls, Reyes, seres sobrenaturales como Brujas. Poco hay de allí que no se siga viendo hoy en día, ¿verdad?

Así también, una de sus resultantes, ilustraría hasta el día de hoy el concepto de concatenación de historias: Las Sagas, relatos del norte con un sentido y continuidad. Con ellas, se terminarán de conformar el bestiario tradicional del Rol y la literatura fantástica: Elfos, Enanos, Magos y deidades.

Pero la importancia de Beowulf y los relatos escandinavos no termina ahí, sino que apenas empieza. Los pueblos que lucharon con los reticentes a la escritura vikingos, tomaron buena nota de su tradición oral, y mil años después de que Beowulf fuera guardado para el patrimonio de la historia en inglés antiguo, otros dos relatos terminarían de cerrar el círculo entre maestro y aprendiz.

El Rey Arturo y El Cantar de los Nibelungos

Quizás no hemos vuelto a ver tal despliegue de equilibrio entre trama, lírica, sentido poético y mensaje moral, como desde las Leyendas Artúricas. Concebidas en la tumultuosa época de invasiones y temor, reflejan un miedo que para los habitantes de la Gran Bretaña era real. Los diversos grupos en guerra constante, entre ellos los vikingos ya citados, eran una amenaza con la que lidiar.

Aún hoy en día no tenemos del todo en claro si existió un Rey Arturo histórico. De cualquier forma, obviamente estaría tan alejado de la idealización lírica que se hizo de él, que apenas si lo reconoceríamos. En sus leyendas, era un líder nato, guiado por el sabio mago Merlín. El único que logró unir a todos esos pueblos, combatir a sus enemigos, y llevar paz a los reinos bajo su mandato. Más que eso aún: Esperanza, a todos los que escuchaban el relato, de que había existido una vez, una época dorada.

(Arturo, prototipo del héroe sacrificado y bueno)

Se trata de una obra sin un autor definido, varios en todo caso. Otro patrimonio de la humanidad misma. Sus personajes y situaciones no son ya influyentes para el Rol o la Literatura, sino para el Arte como un todo. Podríamos citar los conceptos del mago Merlín, papá de Gandalf, si se me permite. O los del Rey bueno y preocupado, justo y justiciero. Sin olvidar las intrigas de Guinevere, el arrojo heroico de sir Lancelot, o los malos bien malos representados por Mordred y Malagant.

No tenemos que mirar mucho más lejos para encontrar todas las especias y condimentos que se han venido usando desde entonces en este tipo de relatos, desde El Señor de los Anillos hasta Game Of Thrones.

Pero si el equilibrio entre magia, espada y trama nos llega gracias a Arturo, para terminar de pintar el cuadro completo debemos ver también las pinceladas maestras de otra obra: El Cantar de los Nibelungos.

Llevada a todas las artes posibles, desde el cine con Fritz Lang hasta la música con Wagner, la historia trágica y magnífica de Sigfrid, cazador de dragones (¿Skyrim?), es otro pilar de la Literatura Universal y del Rol. De origen germano, mantuvo el famoso bestiario ya mencionado vivo, dando en el proceso una historia digna de repetirse a travéz de los siglos.

Podríamos simplemente citar también que desde la archi-conocida ópera de Wagner, es que probablemente Tolkien obtuvo parte de la idea e inspiración para su obra: El Anillo de los Nibelungos.

Poe, Tolkien, Lovecraft: Orígenes del Rol Moderno

La Literatura seguiría creciendo y terminaría por abandonar a los héroes y las moralejas. Tremendas obras como El Quijote, no son más que un ejemplo de eso mismo, la caída del héroe clásico. Lord Byron lo definió como «Un gran libro que mató a un gran pueblo«. La misma nación que había dado a luz al Cantar del Mio Cid, poema de caballerías por excelencia, ahora los satirizaba.

No es de extrañar entonces, que tanto Byron como sus colegas del movimiento romántico quisieran reivindicar los períodos clásicos y las grandes aventuras del pasado. Goethe y su Fausto, Keats y su Endimion, todos ellos rendían un culto a la antigüedad. Esto influiría directamente en uno de los mayores genios creativos que la Historia tuvo el gusto de ver.

Edgar Allan Poe, prácticamente perfeccionó el relato de terror e inventó el género policial detectivesco, por cuenta propia. Fascinado con el período romántico, vemos así el nexo que lo une con la Historia del Rol. Bien podemos decir que aún se siguen jugando juegos de rol del tipo detectivescos en los que hay que encontrar a un asesino o criminal. O que su aporte al género con La Caída de la Casa Usher demostraría ser inestimable. Pero es gracias a la relación directa entre Lovecraft y el genial Poe, que llega a nosotros buena parte de la tradición en el Rol. Lovecraft admiraba a Poe, al punto de considerarlo un Maestro del mismo género que él cultivó, el de terror.

Sin embargo el terror de Lovecraft es mucho más profundo, inexplicable y extraño de lo que Poe o cualquier otro se había atrevido a llegar jamás. H.P. Lovecraft buscaba el terror ante lo inevitable, antiguo y desconocido, y en el camino creó bestias y dioses que solemos ver en nuestras pantallas y libros muy a menudo. Además de abrir la puerta a futuros alternativos, científicos y viajes espaciales, de los que ya había hablado Julio Verne.

Cthulhu, el superdios destructor más viejo que la muerte misma, es su creación más reconocida. Al igual que el Necronomicon, una especie de grimorio ficticio para invocar seres sobrenaturales. Los asiduos al Rol ya reconocerán ambos nombres que han sido usados hasta el cansancio en el género, al punto de que hay un juego que lleva su nombre, La Llamada de Cthulhu. También podemos recordar que la saga de videojuegos Alone In the Dark es la mezcla exacta entre el universo Lovecraft, y los detectives de su maestro Poe. Los mismos Muertos Vivos ya intuidos por Poe, tienen su aparición triunfante en las letras de su aprendíz.

(«Un anillo para atarlos a todos… ¿Con los Nibelungos?»-Merlín)

Si en ambos se encuentra la evolución que terminaría de forjar al Rol Moderno, es en J. R. R. Tolkien que podemos ver la conservación de los mitos y leyendas que ya hablamos con anterioridad. Su El Señor de los Anillos no necesita presentación alguna. Sería gracias a su dilatada labor épica, por partida doble, que los principios básicos y fundamentales del Rol, estarían frescos para que Gary Gygax y sus colegas universitarios sentaran las bases  de Dungeons & Dragons.

Gracias a Tolkien, la flama que pasó de mano en mano desde Gilgamesh hasta el Rey Arturo, llegó viva a Frodo, y este a su vez la impulsó nuevamente hacia adelante.

El Rol, hoy

Finalmente el Rol nació como tal, aunando a todos sus predecesores, en especial a los más alejados en el tiempo. Desde las habitaciones universitarias hasta una empresa de millones de dólares, el Rol se convirtió en Épica y Teatro. Un lugar en donde cada uno arma y vive una historia tan hermosa como la de Sigfrid o Ulises, y se lo invita a ser su creador, actor y público al mismo tiempo.

Ya también ha dejado de ser meramente influido, y se ha convertido en influencia pura para películas, series y todo tipo de arte. Sus maestros en la historia, le enseñaron bien. Sabe cuando mantener vivo a un personaje y cuando dejarlo morir, tal y como sucede tan frecuentemente en Game of Thrones, para el asombro u horror de sus fanáticos. Ya sea que se acepte o no, si alguna vez jugaste un FPS, RTS, Survival Horror, en cierta forma, jugaste a algo bajo su rango de influencia. Seguramente, en su momento el Rol no dudará en incorporar las obras que aún se están escribiendo, a su extenso universo que se remonta al origen mismo de la civilización.

(El Trono de Hierro se asienta sobre las espadas de los héroes pasados)

Sabe perfectamente que ciertas historias merecen ser replanteadas, repensadas y traídas a una nueva audiencia. Que los mejores héroes son los más humanos, así como el Bien y el Mal no son simples posturas, sino formas de entender el mundo y su contexto.

Y que todos los humanos tenemos, en el fondo de nuestras almas, la misma fibra de héroe, el mismo corazón bienintencionado, aventurero y esperanzado del Rey Arturo.

Ese que siempre, siempre, querrá vivir una nueva gran aventura.

Eso, es el Rol. Sus orígenes, y su destino.