Puede parecerte caro, podés pensar que es poco útil, que es caro o que es demasiado vistoso para los amigos de lo ajeno y no lo podrías usar tranquilo por la calle. Incluso podés pensar que se distancia mucho de lo que muchos creían que iba a ser, pero a su vez, hay cosas del Apple Watch que no pueden discutirse.
Una de las características mas sobresalientes del nuevo reloj de Apple es que si bien su diseño no fue extremadamente rompedor en ningún sentido, es un smartwatch que supo mezclar muy bien moda, diseño y además ofrecer una pantalla de calidad sobresaliente en el mismo producto. Si a lo anterior le sumamos una interfaz que se maneja de manera sutil e intuitiva con la «ruedita de toda la vida» es probable que tengamos las razones por la cual Apple vendió en unos días más smartwatches que todos los modelos basados en Android Wear en su historia.
O quizás Apple vende y venderá Apple Watchs por ser Apple. Pero lo cierto es que una vez más esto se parece al dibujito en el que todas las tortugas corrían por horas mientras la liebre dormía (y ya saben quién ganaba al final). Sea como fuere, lo que nadie podrá discutir jamás es que los creativos detrás de la manzana son los mejores a la hora de publicitar un producto y el reloj no fue la excepción. Ellos venden sensaciones y no un producto. Miren lo que es el último spot y díganme si no les parece genial.
¿Vieron alguna especificación? No. Nada. Solo personas portando un reloj inteligente haciendo cosas simples. Y «queda bien». Esa es la idea de Apple para llegar al común de las personas. Quieren llegarle al usuario normal que usó relojes normales toda la vida. Y va a hacerlo.
Es increíble cómo pasa el tiempo y recién ahora podemos considerar que con la salida del reloj inteligente de Apple al mercado podamos considerar que el nicho se va consolidando. Más increíble aún cuando hace 15 años atrás IBM mostraba un prototipo de un reloj de pulsera que corría Linux.
A diferencia del iWatch el reloj de IBM tenía unas 6 horas de duración de la batería promedio (aunque con optimizaciones en las versiones posteriores se habría llegado a 12) y unos increíbles 8MB de memoria RAM y 16MB de ROM. La pantalla era touchscreen de 320×240 píxeles, el Kernel de Linux elegido fue el «viejo y querido» 2.4 y venía equipado con cosas inéditas para su época como acelerómetro y sensor de huellas digitales.
Parece ayer, o no, pero recordemos que en 2000 recién nos estábamos despidiendo de Windows 98SE y los más avezados comenzábamos a usar Windows 2000. Eran esas épocas (bastante nefastas para nosotros los argentinos) y una IBM con ese perfil emprendedor que fue perdiendo con los años se encontraba trabajando junto a Citizen en el Watchpad. Sobre aquel Linux, los desarrolladores querían hacer correr softwares tales como un completo calendario, reminders, y hasta la posibilidad de contar con Bluetooth.
Es bastante curioso ver a la distancia los proyectos que terminaron en el fracaso, como lo fue este Watchpad. Quizás las ideas de los ingenieros de IBM y Citizen (que por cierto, la idea de aliarse con un fabricante de relojes exitoso fue muy inteligente) estuvieron adelantadas a su tiempo o quizás – y también – la tecnología no estaba preparada para lo que querían lograr.
El Watchpad no murió solo. El abuelo del Apple Watch descansa en paz junto con prototipos de Tablets (incluso aquel de Microsoft) o los viejos cascos de realidad virtual. Que en paz descansen. Hoy, sus nietos, los están dejando muy bien parados a todos.
Lo quiero ya!
Jaja.
Yo también lo quiero, pero con OS/2 !!!!
Además, el diseño cuadradito-ochentoso está bárbaro!
Esas cosas locas de la tecnología, pero para que carajos querías un reloj que le dure 12 horas la batería jaja