Todavia Recuerdo como si fuese ayer la primera vez que vi Quake III Arena en vivo. Fue en el invierno de 1999. Yo Estaba en la casa de un amigo, y me dijo: «mirá lo que acabo de conseguir», mostrándome un CD que tenía escrito «Quake III Test». Era una de las primeras betas, y el primer mapa que cargó José fue Q3DM17, The Longest Yard. Aún no sabía que este juego iba a cambiar completamente mi vida y mi pasión por los FPS, pero desde el primer momento, comencé a sentir algo muy especial.

Ya conocía Quake. En casa, aunque nuestra PC era viejita, tenía instalados el 1 y el 2, y aunque me gustaban, no había experimentado las mismas sensaciones que con DOOM, DOOM II o incluso con Half-Life, que había revolucionado el mercado por su increíble historia. Por aquel entonces, yo era un jugador enfocado en los modos historia de los FPS. Recordemos que era 1999: no existían los cybers, Internet era algo para unos pocos, y la única forma de jugar en línea era llevar nuestras PCs a la casa de un amigo para conectarlas en LAN y viciar durante horas.

Mientras miraba jugar a José en un Pentium 2 350 con 32MB de RAM y una Nvidia TNT 2, no podía creer lo bien que se veía el juego con esa configuración. Ya que la misma no era tope de gama en ese momento, sino que se trataba de un equipo bastante estándar para la época. El motor de Quake III, llamado ID Tech 3, era sencillamente fantástico y representaba un salto impresionante respecto a sus predecesores. Hoy podemos decir que la mejora de calidad de Quake 1 a Quake 3 fue una de las más grandes que se han visto. Solo tres años separaban aquellos primeros gráficos poligonales de un juego que revolucionaba todo con superficies curvas, shaders, un sistema de iluminación y sombras dinámico, y modelos de personajes basados en esqueletos. Es como si los juegos actuales pasaran al verdadero fotorrealismo para 2027, algo que, obviamente, no va a suceder.

Dios, miren lo que es ese arte conceptual.

Pero no se trataba solo de los gráficos, sino de todo el concepto del juego. Ahí es donde empecé a darme cuenta de que estaba frente a un título diseñado exclusivamente para jugarse en línea, aprovechando la llegada de Internet de banda ancha a los hogares y el primer boom de los juegos en red. No había modo historia, o campaña como algunos lo llamaron luego; la idea era entrar en un mapa y competir para ver quién era el mejor en un juego extremadamente bien equilibrado.

Quake III Arena es un juego que transformó mi vida. Fue el primer título en el que dejé de jugar contra la máquina y comencé a competir contra otros humanos. Me enamoró como ningún otro en su momento, y aún hoy le tengo un gran cariño, pero sobre todo un inmenso respeto, ya que, a pesar de sus 25 años, sigue siendo increíblemente bueno, incluso para los estándares actuales. No por nada, cuando tengo un rato libre, me conecto a buscar alguna partida en los servidores de Quake Retro para revivir, sin dudas, mis mejores epocas como gamer.

La historia detrás de Quake III Arena

Después del éxito de Quake y Quake II y con una billetera llenísima de dolares, ID Software se encontraba en una encrucijada. La industria de los videojuegos estaba cambiando rápidamente y se veía un creciente interés en el juego multiplayer en línea. Mientras muchos esperaban que ID Software continuara con la fórmula de sus juegos anteriores, el equipo de desarrollo tenía una visión diferente para su próximo proyecto.

John Carmack, el genio detrás de los motores gráficos de id Software, estaba obsesionado con la idea de llevar los gráficos y la jugabilidad a un nivel completamente nuevo. Durante el desarrollo de Quake II, Carmack ya había estado experimentando con nuevas tecnologías gráficas, y quería empujar los límites aún más con un motor que pudiera manejar gráficos más complejos y dinámicos. Esta ambición fue clave en la decisión de desarrollar un juego que se centrara exclusivamente en el modo multijugador.

No sólo era el mejor programador de engines del mundo. También manejaba Ferraris.

Kevin Cloud y Adrian Carmack (sin relación con John), quienes lideraban el departamento artístico de id Software, también vieron una oportunidad para redefinir el estilo visual del juego. Inspirados por la estética de ciencia ficción y cyberpunk, querían crear entornos más ricos y detallados que aprovecharan las capacidades del nuevo motor gráfico, id Tech 3.

El desarrollo de Quake III Arena comenzó con una premisa clara: crear un juego que fuera un «puro» FPS multijugador. A diferencia de sus predecesores, que ofrecían modos de campaña para un solo jugador, Quake III Arena se diseñó desde el principio con la idea de la competición en línea en mente. La decisión fue arriesgada, ya que iba en contra de la tendencia de la época, donde los juegos de disparos en primera persona solían incluir elaboradas campañas para un solo jugador.

Decisiones clave y desafíos en el desarrollo

La decisión de centrarse en el multijugador fue impulsada en gran medida por John Carmack, quien creía firmemente que el futuro de los juegos FPS estaba en la competencia en línea. Carmack quería crear una experiencia de juego que aprovechara las crecientes capacidades de Internet y el hardware de la época, como las nuevas tarjetas gráficas 3D y las conexiones de banda ancha que comenzaban a aparecer en los hogares.

El desarrollo de Quake III Arena no estuvo exento de desafíos. Una de las mayores dificultades fue diseñar un motor de juego que pudiera manejar no solo los gráficos avanzados, sino también la complejidad del multijugador en línea con baja latencia. Para resolver esto, se emplearon varias técnicas innovadoras para la época, como la compresión de datos y el uso de mensajes delta, que transmitían solo las diferencias entre estados del juego en lugar de enviar datos completos continuamente.

Hasta ese momento, no era fácil vernos en un espejo (al menos en un videojuego).

Además, el equpo de ID Software implementó un sistema de predicción del cliente, lo que permitía al juego anticipar las acciones del jugador y reducir la percepción de lag. Estas mejoras técnicas hicieron que las partidas fueran más fluidas y estables, lo cual era crucial en un tiempo donde las conexiones de internet no eran tan rápidas ni confiables como hoy. De hecho, y como anécdota personal, quiero contarles que yo llegué a jugar Quake 3 en línea con una conexión telefónica de 56KBPS y había veces que el juego se podía jugar de una manera medianamente decente, con ping de 150, algo que hoy sería inaceptable pero 25 años atrás parecía mágico.

Respecto al diseño del juego, Tim Willits y Graeme Devine, quienes desempeñaron roles clave en el diseño de niveles y la narrativa del juego, tuvieron que replantear su enfoque habitual. Sin un modo de campaña tradicional, los mapas tenían que ser diseñados con el equilibrio perfecto en mente, asegurando que ningún jugador tuviera una ventaja injusta y que cada arma, poder y ubicación fuera estratégicamente relevante para el combate. El compromiso de cada miembro del equipo de id Software de crear un juego que no solo fuera técnicamente impresionante, sino también increíblemente divertido y competitivo, fue lo que realmente definió el desarrollo de Quake III Arena.

Pero hablemos del juego. ¿Qué hacía a Quake III Arena tan especial?

Quake III Arena no era solo otro juego de disparos en primera persona; era una obra diseñada para perfeccionar la experiencia del combate multijugador. Desde el primer momento en que cargabas el juego, sentías que estabas entrando en una arena de combate, un espacio diseñado para pruebas de habilidad pura, reflejos rápidos y estrategias calculadas.

Una de las cosas que realmente diferenciaba a Quake III Arena era su enfoque en la jugabilidad rápida y precisa. A diferencia de otros juegos de la época que podían sentirse lentos o tácticos, Quake III Arena fue diseñado para ser rápido y fluido. La velocidad del movimiento del jugador y la capacidad de realizar maniobras complejas como el strafe jumping y rocket jumping añadían una capa adicional de habilidad y dominio del juego. Esto no solo requería reflejos rápidos, sino también un conocimiento profundo de la física del juego y una práctica constante para dominar.

El diseño de mapas fue otro elemento clave que hizo que Quake III Arena fuera tan especial. Los mapas eran compactos pero llenos de rutas alternativas, saltos estratégicos, y zonas de riesgo versus recompensa. Cada arena estaba meticulosamente diseñada para fomentar el flujo continuo del combate y evitar que los jugadores se quedaran en un solo lugar. Esto creaba un ambiente donde siempre tenías que estar en movimiento, pensando en tu próximo paso, y anticipando los movimientos de tu oponente. Mapas icónicos como Q3DM17, conocido como «The Longest Yard», se convirtieron en campos de batalla legendarios donde cada esquina, cada plataforma y cada salto podría decidir el resultado de una partida.

Además, el equilibrio de armas y power-ups fue fundamental para su éxito. Cada arma en Quake III Arena tenía un propósito específico y era útil en diferentes situaciones, desde el Plasma Gun para ataques rápidos a corta distancia, hasta el railgun para disparos de precisión a larga distancia y matar de un tiro. Saber cuándo y cómo usar cada arma podía ser la diferencia entre la victoria y la derrota.  Era hermoso, sinceramente.

El mejor FPS Arena de la historia. Punto.

Si llegaron hasta acár, solamente les puedo recomendar que se bajen el Quake III, le pongan el mod para verlo en HD cómo el que están viendo en el video y se conecten a los servidores de Q3Retro. Van a vivir una experiencia sencilla, ya que no hay temporadas, no hay que hacer micropagos, no hay que comprar skinks, ni armas, solamente se trata de meterse en un mapa y tratar de ser el mejor. Así de simple, pero a la vez, increíblemente divertido.

¿Que puedo decir de Quake III Arena a esta altura? Es muy difícil escribir sobre un juego que cambió literalmente mi vida y convirtió, en parte, al gamer que soy hoy en día. Le debo muchísimo a este juego, más de lo que piensan.

Jugué miles de horas, competí en lanes, ganamos más de lo que perdimos, quizás fuimos muy buenos, pero eran épocas de dial-up. Solamente quedan en los recuerdos de los pocos que fuimos. Fui feliz jugando este juego, punto.

2 COMENTARIOS

  1. Rodrigo

    Muy buen nota Guille, recuerdo también mis tiempos de online cuando apareció el ADSL de 128k. Juego excelente junto al UT99 para el online

    • Rodrigo

      y John Carmack junto a John Romero, en el olimpo de los creadores de videojuegos

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