Hace unos días le comenté a un amigo que Uber era una de las empresas a la que muchos ex empleados de Facebook iban a trabajar. (Es solo hacer una búsqueda en LinkedIn para confirmar esto). Con sorpresa, mi amigo me preguntó el porqué, pues aparentemente Uber es solo una aplicación y no tiene toda la complejidad comercial que tiene Facebook, cuya única competencia vendiendo anuncios que está a su altura son Google y la televisión.
– Pero si Uber es solo una aplicación.
– ¿Qué de complejo tienen para que contraten tantas personas de Facebook?, decía mi amigo.
De hecho la reacción es parecida con los que no saben que en Facebook trabajan personas. El 99% de las personas no es consciente de que en Facebook y en Google hay anuncios, que son vendidos directa o indirectamente por seres humanos. Y no tienen por qué saberlo, pues casi todas las personas llevan la tecnología apenas en el bolsillo y como máximo en el computador del trabajo, pero aunque la tecnología avance tan rápido, eso no significa que los hábitos de consumo informativo cambien a la misma velocidad. En otras palabras, no todos leen Tecnovortex. Esto, solo para decir que no debería sorprendernos el hecho de que alguien no sepa que Uber, una de las mayores empresas de tecnología del mundo, necesita profesionales altamente cualificados en sus filas para operar en prácticamente cualquier rincón del planeta.
Y es que de hecho siempre que bajamos una nueva aplicación a nuestro celular hay por detrás un trabajo humano que nos llevó a tomar esa acción. Nadie se bajó WhatsApp porque un día se le ocurrió espontáneamente esa palabra y luego la buscó en la tienda de aplicaciones del celular por sí sola. Siempre hay alguien haciendo el trabajo sucio de vendernos algo aunque no nos demos cuenta.
Y así como hay personas vendiendo el producto, también hay otras cuyo trabajo es mejorarlo.
– ¿Qué vende Uber?
- Viajes en auto y en helicóptero.
– ¿Cómo lo cobra?
- Con una tarjeta de crédito o dinero en efectivo.
– ¿Cómo se puede mejorar lo que vende Uber?
- Haciendo más cortos los viajes o reduciendo los tiempos de espera
- Con viajes más cortos los conductores pueden llevar más personas.
- Con tiempos de espera menores fidelizan a los clientes.
Todo esto hace que Uber facture más viajes en cada vez menos tiempo. Y hacer todo este trabajo no es para nada sencillo, pues en realidad todo está dentro de un algoritmo que debe calcular, por ejemplo, de 20 conductores a menos de 1 Km a la redonda, cuál es el que debe mandar para que me recoja en un viaje que haré de mi casa a un boliche a 4 KM de distancia. De hecho, hay miles de conductores registrados en Uber. ¿Por qué la última vez que viajamos nos llegó uno y no otro?, ¿por qué no llegaron dos conductores en vez de uno?
A simple vista parecen preguntas idiotas. De hecho, a los ojos de un pasajero común y corriente, todos los conductores reciben una notificación y ellos deciden si aceptan o no, aunque esa acción tendrá muchas más implicaciones. Puede ser que al rechazar ese llamado, eso impacte negativamente en el perfil del conductor y en el largo plazo empiece a ser tenido en cuenta menos por el algoritmo. Al final Uber va a dar prioridad a todos los conductores que acepten un número cercano al 100% de los viajes, y al mismo tiempo reciban una calificación por encima de 4 estrellas en promedio.
Recomendado: Quora: How does Uber’s dispatch algorithm work? Respuesta de Kevin Kononenko.
Cuidado que aquí estoy solo especulando. Uber nunca hará 100% público el funcionamiento de su algoritmo, así como Facebook y Google tampoco lo harían. Si bien han publicado algunas cosas, lo máximo que pueden hacer es dar una guía de buenas prácticas que tanto conductores como pasajeros tendrán la opción de utilizar (o no). Y aunque lo demás son especulaciones, hay mucha información disponible en Internet, investigaciones y simple observación en cada viaje y en la propia aplicación que nos ayudarán a entender cómo funciona el algoritmo.
Por más que Uber como compañía les diga a sus conductores que ellos son sus propios jefes (contratistas independientes en términos legales), la verdad es que su algoritmo puede llegar a ser tan detestable como un jefe de carne y hueso, explicaba un artículo de diciembre 2015 del MIT Technology Review. Según la publicación, investigadores de Data and Society han encontrado que los conductores de Uber y Lyft tienen apenas 15 segundos para decidir si aceptan o no un viaje. Después de muchos viajes rechazados, o tras una serie de malas calificaciones por parte de los pasajeros, los conductores pueden llegar a ser ignorados para siempre por el algoritmo.
En últimas, es todo un juego de palabras con lenguaje jurídico que reemplaza lo que antes hacía un jefe de carne y hueso, por lo que va a hacer la inteligencia artificial en el cuerpo de una aplicación móvil.
Esclavitud con pasos extra
El sexto episodio de la segunda temporada de Rick and Morty (serie transmitida por Adult Swim y Netflix) es mencionada una frase que aplica para la sociedad moderna como un todo, pero que le cae como anillo al dedo al modelo de negocio de Uber. Los personajes principales de la serie, Rick — un científico — y Morty — su nieto — crean un mundo microscópico con seres vivos pensantes que no saben que generan energía para la batería de un vehículo que ellos dos utilizan para viajar a otros mundos. Al cuestionar sobre si era ético tener a seres microscópicos trabajando sin descanso para generar energía, Rick y Morty llegan a sugerir que eso no era más que «esclavitud con pasos extra».
Aunque hablar de esclavitud es exagerado, es solo una metáfora que cumple con la función de hacernos pensar lo que pasa actualmente con empresas que ganan mucho dinero y no contratan un solo empleado. De hecho lo mencionaba en un post pasado publicado en mi blog: hoy hay cada vez más empresas subcontratando su mano de obra porque es más barato. Asia está inundada de fábricas con manos de obra esclava fabricando iPhones y ropa Nike todo tipo de bienes de consumo masivo (algunos lo llaman outsorcing). En ese contexto, hay miles de conductores de Uber trabajando sin descanso canibalizándose el mercado. A final de cuentas, ellos son su propio jefe y no tienen obligación de nada ni con nadie (aunque estén alimentando un algoritmo tan poderoso como el de Google y Facebook sin saberlo).
Hace poco un juez en Estados Unidos describió al algoritmo de Uber como un genio, tras reconocer su habilidad de ajustar y modificar precios en tiempo real. Además de manejar autos sin necesidad de un conductor (vídeo de abajo publicado en el canal de Platzi en YouTube), el algortimo es inteligente también para otras cosas, como sugerir caminos más cortos, según las condiciones de tráfico de la región. Y eso es contra lo que algunos sectores de servicio público tradicional pretenden enfrentarse incluso con violencia física «porque Uber les está quitando el trabajo». Ya lo advertían en un episodio de South Park cuando las personas del futuro les quitaban el trabajo a las del presente.
Lo cierto es que Uber es algo que va mucho más allá que una explicación simplista y está introduciendo cosas que empezaremos a ver cada vez con más frecuencia en nuestras vidas. Los algoritmos y la inteligencia artificial son solo una parte, pues Uber ha llegado a especializarse en los precios dinámicos también, algo que hasta hace poco solo hacían las aerolíneas, que actualizaban los precios cada 24 horas. Piensen por un momento en la posibilidad de entrar a un supermercado y que los precios cambien de acuerdo con la oferta y la demanda en tiempo real. En tiempos de inflación pasa algo más o menos parecido, pero los precios solo van para arriba y no vuelven a bajar. Con Uber los precios suben y vuelven a la normalidad al cabo de unos minutos.
Y aunque hay quienes no les gusta esto, como a los taxistas que están de manos atadas a unas tarifas que son reguladas por el estado, la realidad es que, gústenos o no, estamos dentro de un sistema de libre mercado. Y si hay poca demanda es de esperar que los precios bajen. Existe de hecho una compañía de Silicon Valley llamada Boomerang Commerce, que desarrolla un software para que los precios dinámicos estén al alcance de otro tipo de comercios. Y tal vez en un futuro no muy lejano lo empecemos a ver ya no solo en pasajes de avión y transporte público, sino en tiendas de ropa, bares y restaurantes. ¿Va a cerrar McDonalds a las 22h55? Durante 5 minutos todo queda a un dólar mientras se agota el stock. Al día siguiente los precios vuelven a la normalidad.
Y tal vez ni siquiera esté tan lejano ese momento. Es solo que la tecnología se integre con lo que llamamos offline de una forma más agresiva. A modo de ejemplo, Facebook ya ha dado los primeros pasos, permitiendo medir cuándo una compra se lleva a cabo de forma offline después de que una persona es impactada por un anuncio.
Así como en Terminator la inteligencia artificial convivía ya con los humanos mas con el objetivo de exterminarlos, nosotros ya estamos conviviendo con inteligencia artificial que utiliza algoritmos para irrumpir en nuestras vidas. Precios dinámicos, movilidad, trabajo informal, esclavitud y tecnología usada por empresas como Uber están cambiando a toda velocidad la forma como nos relacionábamos con el mundo. Y no es algo que podamos ignorar. Lo mejor que podemos hacer es informarnos sobre cómo esto tiene impacto en nuestras vidas para tomar mejores decisiones, pues ya no estamos solos: somos nosotros como humanidad con inteligencia artificial que nos conecta por medio de algoritmos.
Saquen el hack del scroll… por favor, arruina la pagina… saludos
¿Qué hack del Scroll?
para mi se refiere al cuadro que aparece con «te recomendamos»
Excelente artículo. Muchos enlaces que ver!!
PD: no sé a que se refiera Matias pero sí, el scroll se siente raro…
Muy buen artículo. El futuro depara grandes retos.
Excelente! No sabia que Daniel escribía acá.
El futuro llegó hace rato, jajaja.
Me gustó mucho el artículo… la internet de las cosas, la IA, robots, los algoritmos que las gobiernan… comienzan a estar más presentes en las vida diaria civil/laboral… ¿Esto sería el verdadero T-1000 y la Skynet? Podría empezar a serlo….
Muy buena la nota. La inteligencia artificial está cambiando las relaciones hacia el seno de una sociedad. Eso es una gran oportunidad para los países de Aca. Latina. La habilidad para desarrollarse de una sociedad ya no estará tan condicionada como en el pasado con los grandes capitales necesario para las industrias pesadas del S.XX sino que estará dado por la habilidad de una sociedad de adaptarse a estos cambios. Si Aca Latina logra que su clase dirigente instrumente las reformas jurídicas necesarias para aprovechar al máximo esta revolución tecnológica antes que los países desarrollados nos pondrá en la senda de un virtuoso desarrollo económico.
Te hago una observación sobre la analogía con la esclavitud. Plantear que estas relaciones laborales que surgen de estas tecnologías es una forma de esclavitud no es una exageración, es un error conceptual. Esto es así por dos razones.
La razón teórica estriba en que la esclavitud implica una sujeción absoluta del esclavo al amo, no sólo en lo económico. El esclavo come lo que el amo dice, habla el idioma del amo, vive con el amo, adora los dioses del amo, es decir, sujeción política, cultural, religiosa y económica. Las modernas relaciones laborales, en el peor de los casos implicarían solo una sujeción económica por lo que no es correcto llamarlo esclavitud.
La otra razón es de índole práctica. En las sociedades esclavistas el esclavo no tenía alternativa a la esclavitud. En las sociedad capitalistas de mercado el trabajador tiene alternativas. Por supuesto, las alternativas son limitadas, pero existen. Si alguien trabaja en Uber es porque es mejor que otras opciones.
Tomemos el caso del trabajador chino para ilustrar. ¿Cuál es la alternativa al “esclavo trabajo de Nike en China”? ¿Qué hacía el trabajador de Foxconn o Tp-Link antes de la revolución económica de 1978? Estaba en el campo trabajando 12 horas al día, produciendo tan poco que sólo producía para su familia, sin posibilidad de exportar producción y con el agravante de sufrir frecuentes hambrunas que diezmaban la población. Actualmente ese mismo trabajador posiblemente sufre igual, trabaja 12 horas al día en una fábrica. No obstante, existen dos diferencias fundamentales.
Ese mismo trabajador que sufre igual, ahora trabaja en una fábrica altamente productiva, tanto que es capaz de exportar. Por lo tanto, beneficia a los consumidores del Mundo que compran más barata su motherboard o su zapatilla y beneficia a los empresarios chinos, que luego reinvierten y eso ha logrado que China saque una Argentina por año en los últimos 16 años de la pobreza. Algo impensable en la alternativa, la “esclavitud” en los campos chinos.
La otra diferencia es que cuando el trabajador chino producía en el campo en condiciones paupérrimas, en Occidente nadie se enteraba, porque no es un nota periodística interesante.
¡Saludos y felices fiestas!