Con el nombre en código de P54C, en 1993 Intel sorprendía al mundo lanzando el sucesor del gran 486: El Pentium.

No podía llamarse 586 por un tema de licencias y marcas, pero además, también era necesario que la Informática dé un salto (y vaya que lo hizo). El Pentium tuvo una increíble campaña de marketing y fue una especie de bomba atómica en el mundo de los procesadores. La primera generación de Pentiums llegó en velocidades entre 60 y 200 MHz y poseía una arquitectura capaz de ejecutar dos operaciones a la vez gracias a sus dos pipeline de datos de 32 bits cada uno, uno equivalente al 486DX(u) y el otro equivalente a 486SX(u). Además, fueron los primeros procesadores en contar con un bus de datos de 64 bits. Fueron un boom, y todos queríamos uno, salvo cuando teníamos que dividir por cero.

Pentium II fue una revolución también, aunque no tan grande cómo la perimera. Pero tenían un problema: eran muy caros. Además de esto, paralelamente AMD lanzaba un procesador que le hacía cierta competencia con un precio relativamente menor, el AMD K6-2. Entonces nació el Celeron, una versión «recortada» del Pentium II. En ese momento eran exactamente el mismo procesador, pero con la diferencia que el hermano barato tenía muchísima menos memoria caché y venía sin carcasa.

El hijo bueno y el hijo tonto

Salvo excepciones (porque existieron algunos Celerons que overclockeaban muy bien) los únicos procesadores de Intel que realmente valían la pena fueron los Pentium, ya que desde que salieron los Athlon, AMD lanzaba procesadores mejores que cualquier Celeron al mismo precio, lo que los convertía en una «mala decisión de compra».

Algunos Celeron sí que fueron realmente buenos, pero eran excepcion.

Y así pasaron los años. Luego de los Pentium 4 salieron los Core i y ahí Intel decidió relegar la marca a procesadores de una gama inferior y a los Celeron, bueno… a productos para la gama mas bajísima (y muchas veces, para no perder la costumbre, productos paupérrimos).

Así que, con los Core cómo con 14 generaciones en el mercado, Intel se dignó a enterrar a las marcas Pentium y Celeron.

Intel Processor: la nueva marca

En una movida que la verdad que ni fu ni fa, Intel reemplazará ambas marcas en una sola que pasará a llamarse Intel Processor. En cierto sentido me parece positivo ya que desde hace tiempo las mismas estaban bastante desvalorizadas y también eran un poco confusas para el público no techie. Por otro lado, se continuarán con los nombres Intel Core, con Intel vPro para el uso profesional e Intel Evo, cómo certificación de calidad y alto rendimiento en el mundo de las portátiles.

Pero… a decir verdad, y más para los que hablan inglés, imagino que cuando le preguntan a un vendedor sobre qué procesador traerá tal PC y le responda «trae un procesador Intel» va a ser un tanto extraño. Pero bueno, por algo Intel es Intel y el que escribe, tiene un weblog.

Adiós Pentium, debiste morir antes y de una manera más digna.

Ah, y chau Celerons. No te vamos a extrañar.

5 COMENTARIOS

  1. eVer

    El fin de una época. Pero si, mucho dolor cuando el nombre de lo que fue el caballito de batalla, LA MARCA de procesadores de calidad, pasó a los procesadores baratos.
    Por otro lado, odio en sumo grado la moda moderna de poner nombres genéricos a las cosas. Microsoft Mail, Windows People, Gnome Files, Intel Processor, etc etc etc. El marketing sin ideas.
    Saludos

    • Hay una razón para los nombres «sin ideas».

      Estos nombres neutrales que mencionas son, en realidad, positivos para el usuario, ya que le permiten trabajar libremente sin ser influenciado por la herramienta que está usando.
      El nombre de las cosas es lo más importante, porque cada palabra puede tener diferentes interpretaciones, dependiendo de la palabra en sí.

      Palabras ambiguas o con muchos significados pueden ser un problema, a la larga, porque podrían limitar la creatividad, o influenciarte indirectamente. La companías entienden esto, y usan nombres simples para evitarlo.
      Además, ciertas empresas no necesitan «vender» sus productos.
      Google nunca vendió su buscador, al menos en Argentina. Y todos lo usamos.

  2. Lo de los nombres es curioso.
    Este comentario lo envío desde una notebook con procesador Pentium… Silver.

    Elegí este modelo precisamente por el nombre. Esa palabra tiene múltiples connotaciones, si lo pensás un poco. Lo relaciono con la Plata (metal, y dinero), y Argentina, porque soy argentino… y además es un procesador económico y potente a la vez. Ideal para mí.
    La carcasa de la notebook, lógicamente, es de color plateado, y la refrigeración silenciosa, sin cooler…
    Más allá de lo técnico, es muy interesante cómo funciona el marketing a ese nivel. Te hace sentir identificado con el producto, y viceversa.

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