Cuando arrancó aquella moda de los que se la pasaban jugando videojuegos y lo transmitían, no lo podía creer (ni entender).
Y no por aquellos que jugaban, sino porque veía que muchas de estas personas tenían un éxito increíble. ¿Cómo puede tanta gente mirar a un chabón jugando a los jueguitos? Me vivía preguntando. Muchos jugaban bien, si, pero… ¡Si te gusta el juego, jugalo vos!
Y es que soy de una época en donde el videojuego se fue convirtiendo de una obra cultural casi instropectiva (las primeras consolas hogareñas) pasando a los primeros juegos cooperativos y competitivos offline, cómo es el caso de los arcades y los juegos para 2 o más jugadores que permitían las consolas de 16 BITS en adelante. El tema es que la idea fue, solo, o con amigos, siempre jugar.
La era del siempre jugar
Los videojugadores de antaño siempre queríamos jugar. Soñabamos conque vengan rápido los juegos que veíamos en la Electronic Gaming Monthly para agarrarlos y hacerlos pelota, esa sensación de escasez nos alimentaba el deseo y la mayoría incluso utilizabamos las guías que venían en las revistas como último recurso. La idea era disfrutar el juego, o incluso sufrirlo, en algunos casos. Nos acostumbramos a que los juegos eran para jugarlos, y nada más.
Pero el tiempo pasó, llegó Internet y los videojuegos pasaron de ser un nicho de cuasi nerds o personas con baja capacidad de relacionarse a una manifestación cultural tan importante cómo el cine o la música. De allí, los nacidos en este milenio comenzaron a tener otra relación con los videojuegos, ya que nacieron con ellos, o mejor dicho, con esa idea de que los juegos existieron toda la vida.
Y los juegos ya habían avanzado mucho. El multiplayer online, las inmensas comunidades de cada uno, micropagos y mil conceptos que cuando jugábamos en la Nintendo NES hubieran sido cuasi inverosimiles. Y con ello, un concepto nuevo: el de ver jugar a otros.
La gracia de verlos a los otros
Yo era el que decía que era una boludez, que ver jugar a otros era el summun de la estupidez humana, pero… ¡que equivocado estaba!
Yo no sé ni conozco todas las razones por las cuales las personas miran a los streamers jugar, pero al menos yo, desde que me volví a involucrar con varios FPS de una manera intensamente amateur, suelo ponerme a ver a jugadores profesionales de CS GO, Call of Duty: Warzone o Hunt, por decir algunos. Ahí es donde entendí todo.
Al menos yo, miro videos de gente que juega mejor que yo – bueno, casi todos – para aprender. Voy viendo desde cómo se mueven, cómo apuntan, que armas usan para cada situación, o las estrategias que utilizan. Yo aprendo, y de paso vas disfrutando cómo alguien puede ser tan bueno en algo que te gusta.
Por eso empecé a bancar tanto esa comparativa con los críticos (de los cuales, yo no soy más) que dicen: «bardean a los que ven a gente jugar videojuegos pero miran los partidos de su club favorito todos los fines de semana».
Y vos… ¿Sos streamer, mirás streams o directamente, pensás que es una boludez?
Me siento muy identificado con cada una de las palabras del articulo!. Mis sobrinos miran mas videos de gente jugando gta v que lo que ellos realmente juegan. Y mi hija con 9 años pasa casi el mismo tiempo mirando videos de animal crossing o minecraft que jugando ella. Yo creci en la misma epoca offline, y de hecho me gustan mas los juegos offline (sip, sigo comprando aventuras graficas aunque mas las acumulo que juego), pero entendi que todos estos youtubers tienen un lugar muy importante hoy. Casi te diria que los chicos hoy no miran tv de la tradicional, lo reemplazaron con youtube, fijate cuanta gente convocan youtubers que se presentaban (antes de la pandemia) en teatros por ejemplo.
Me acuerdo que en los 90’s en mi época de «fichines» (acá en mi ciudad le decíamos ir a jugar a los «videos») me pasaba horas mirando como jugaban los más grandes para aprender a jugar mejor (además de que me había gastado todas mis fichas); así que cuando mi hijo empezó a mirar videos de gente jugando a Minecraft lo entendí completamente.
Me quitaste las palabras de la boca, o como olvidar esos partidos de PES o FIFA en al que perdia pagaba que se llenaban de publico.
Soy jugador de la vieja escuela de fichines. Pasé por casi todas las etapas. Hoy tengo un hijo de 6 años que está en su tablet viendo como juegan al Minecraft para luego aplicar lo aprendido (con suerte).
Pasa mas tiempo mirando que jugando.
Y yo, a pesar de tener un amigo salvadoreño que es streamer de WOT, no puedo ver todos sus streams porque sube material más rápido de lo que yo puedo verlos y prefiero aprovechar ese tiempo en jugar yo. Quizás vea algun video para superar alguna misión que me tenga retenido por mucho tiempo.
Pero ver jugar a alguien por solo verlo? Naaa
Ahora eso si: Si sos realmente bueno, dedicate a hacer streaming.
¡Guille querido! Que lindo leerte de nuevo ahora que no tenés twitter
Me pasó lo mismo que vos, no podía entender que miraran a un pibito jugar. Más cuando vi que había streamers que en verdad eran populares por otra cosa nada que ver y que se ponían a jugar igual de horriblemente que lo haría cualquier hijo de vecino, pero por ser esa persona, tenía miles de personas encima. No era bueno en el juego, no necesariamente era un «showman» y en algunos casos ni siquiera interactuaba con la gente, solo prendía stream y juego y jugaba.
Claro, con esa imagen, los odié con ganas. Pero de repente entré al mundo de ser un consumidor de streamings por otro lado: los casteos. Ver una partida de Age siendo relatada por momentos como un partido de fútbol (y hasta sintiendo emoción y una vez hasta lágrimas) me hizo entender que no era sentarse y jugar, sino que daba para mucho más. Estrategias, vos como espectador ves todo y te podés anticipar un poco, no así el que juega, y ves como reacciona, como actúa, como se adapta. Me pareció increíble y hace como 3 años consumo mucho eso, casteos. Y bueno, de ahí también vas conociendo y respetando a los verdaderos dueños del espectáculo, los players, los que se toman el dominio del juego en serio y con eso empecé a ver a varios de esos élites, aunque sea en inglés muchas veces.
Ni hablar lo que comentás en la última foto, algunas producciones no tienen nada que envidiar (al contrario) a lo que se considera profesional porque lo ves en la tele.
Un abrazo amigo millenial.
Párrafo aparte para Twitch y su vuelta de rosca a ser «el youtbe violeta» a ser algo totalmente nuevo y revolucionario (y que te mete de lleno en el concepto de gamificar todo)
Creo que soy demasiado de mente cerrada para eso. No me atraen para nada las transmisiones en vivo de videojuegos.
Me uno al sentimiento de tu articulo.
Fui otro mas que me quitaba los pelos de la cabeza tratando de entenderlo.
Soy otro de los que tampoco termina de entender eso de ver a otros jugar. Aunque cuando me atoro con algún juego lo uso de ayuda, como los tips que solían venir en las revistas especializadas. Aunque lo que si hago es ver las secuencias de video (más no la partida), de juegos que por alguna razón no me interesa jugar, pero si me atrae la historia.
A mi es algo que no me gustaba (los primeros streamers de YT) y me sigue sin gustar (los de Twicht). Un poco lo que ponés en la primera parte del post, y luego con lo que dicen muchos comentarios. Ya cuando jugaba offline me parecía un plomo ver a alguien jugando mientras esperabas tu turno, como para tener que hacerlo ahora y encima escuchar las boludeces que dicen Obviamente no hablo de los que uno puede aprender, sino del 99% de los streamers. Veo cuando mi hija se pone a ver videos de Roblox o Minecraft y me quiero matar… Ella juega bastante bien a esos juegos, pero mira algunos que son infumables (además de los tonos de voz que usan), y sigo sin encontrarle el sentido. Dice que es para aprender a jugar mejor y encontrar secretos, pero si para eso me tengo que fumar un video de 30 minutos, dejá, quedate el lugar secreto que voy a jugar a otra cosa más divertida.
Ahora, lo mismo me pasa con los deportes. Me gusta mirar fútbol, basket y F1, pero por supuesto me divierto mucho más practicándolos (obviamente, la F1 de forma virtual) que mirando y escuchando gente hablar sobre las imágenes. Es en cierto sentido un paralelismo con un streamer: te relata un juego, pero también hablan boludeces que no (me) interesan en lo más mínimo. No encontré ningún video de alguien jugando algo que me pueda tener enganchado.
Tal vez sea la edad…
Lo que yo no entendía era por qué les donan. Ahora, estando del otro lado, lo entiendo mejor, pero no del todo.
Cuanto tiempo puede durar esta moda?