No hace falta decir que los aeropuertos tienen un objetivo muy claro. Son un centro de transporte. Un punto de transferencia. Un medio necesario para llegar a un fin, el “fin” siendo llegar a tu destino final.
Si bien no se puede negar el valor de los aeropuertos y la necesidad que tenemos de utilizarlos, la situación se esta volviendo cada vez más competitiva, a medida que más personas viajan. Desde el 2004, el número de pasajeros que abordan aviones en todo el mundo ha aumentado constantemente, alcanzando los 4300 millones en 2018>
El aumento del tráfico trae también estándares más altos. Ya no se trata solo de hacer que los clientes lleguen del punto A al punto B. Los operadores aeroportuarios tienen que tomar en cuenta la experiencia del pasajero sin ir contra los valores potencialmente desalineados de las partes interesadas que, obviamente, se centran en obtener ganancias.
Pero, no se trata solo de los aviones, de las instalaciones dentro de los aeropuertos y de la experiencia de los pasajeros. La eficiencia de un aeropuerto se basa en cosas más pequeñas, pero no menos importantes, como el cableado de datos de alta velocidad para el control del tráfico aéreo y la iluminación del lado aire.
¿Qué tan eficientes son los aeropuertos?
Cuando empezamos a considerar todo lo que implica el funcionamiento de un aeropuerto, nos damos cuenta de lo complejo que es. Más allá de las expectativas de los clientes y de los intereses de los inversores, la eficiencia de los aeropuertos depende también de las regulaciones regionales y nacionales, de los costes aeronáuticos, del coste laboral local y de una serie de otros factores.
Entonces, ¿cómo se presentan los aeropuertos de todo el mundo en realidad? No tan mal, pero seguramente hay espacio para mejorar. Empecemos por lo bueno.
Cada año, la Sociedad de Investigación Aeronáutica (Air Transport Research Society) clasifica a los aeropuertos de todo el mundo para encontrar a los más eficientes. ¿Cómo lo hace? Recopilando datos sobre la productividad y la competitividad de los costes y comparando diferentes aeropuertos con números parecidos de pasajeros.
Mientras que la mayoría de los aeropuertos han visto cambiar su clasificación a lo largo de los años, un aeropuerto ha ocupado el primer lugar durante quince años consecutivos: el Aeropuerto Internacional Hartsfield-Jackson Atlanta, en Georgia, EE.UU. Esto se debe a los precios justos de los alimentos, a su tamaño, al volumen de pasajeros y a su buena conexión.
¿Qué les falta a los aeropuertos y cómo puede la tecnología ayudar a mejorar la eficiencia operativa?
Es imposible identificar una solución única para mejorar la eficiencia de los aeropuertos en todos los ámbitos, pero la TI y los datos deben representar uno de los primeros lugares donde los operadores aeroportuarios vayan a buscar respuestas. Por supuesto, ya hemos vistocomo la automatización ha cambiado la forma en que interactuamos con los aeropuertos y con las aerolíneas individuales, con las reservas en línea y con el auto check-in. Pero, a continuación, se trata de aprovechar el poder de la tecnología para fortalecer la propuesta de valor de los aeropuertos.
Analizando cantidades impresionantes de datos e información sobre los pasajeros, los aeropuertos podrán identificar qué es exactamente lo que los clientes buscan recibir en una experiencia en el aeropuerto. ¿Los pasajeros están más preocupados por la seguridad o por la privacidad? ¿Cómo quieren recibir información sobre sus vuelos? ¿Se puede mejorar el sistema de seguimiento del equipaje?
Con esta información, las aerolíneas y los aeropuertos podrán trabajar juntos para identificar las operaciones disruptivas, optimizarlas, ponerse de acuerdo sobre las métricas compartidas y realmente entregar la mejor experiencia para los clientes. Además, gracias a la nube, esta información se puede compartir y utilizar en tiempo real.
¿Los resultados? Ahorros de costes para los clientes, innovación de los procesos para los operadores y una experiencia más flexible, ágil y, lo más importante, eficiente, en los aeropuertos.