Cuando los videojuegos son algo más

Casi todos los redactores de Tecnovortex somos fanáticos enfermos de los videojuegos, con Guillermo, EPDS, Byron y yo como algunos de los exponentes mas graves. Los lectores que pasen tantas horas como nosotros viviendo vidas virtuales, tomando momentáneamente cuerpos y almas ajenas cual posesión demoníaca tan solo para recorrer mundos y vivir experiencias imposibles, se hayan sentido alguna vez identificados o tocados por alguna situación que -capas y capas de pixeles y polígonos mediante- los tocó de una manera que no esperaban.

Porque vamos, ¿Quién no saltó de alegría al conseguir una victoria? ¿Quién no revoleó algo contra el piso al perder la única vida de una partida hardcore o sin respawn? ¿Sintieron alguna vez remordimiento al tomar una decisión complicada en títulos como Baldur’s Gate, Mass Effect, Spec Ops, o cualquiera donde nuestra influencia afecte el desarrollo de la historia o -incluso- la vida o la muerte de un personaje? Y a los más jugones les pregunto, ¿Nunca se les piantó un lagrimón en una escena romántica, emotiva o triste?

Para algunos de nosotros los videojuegos ocupan una parte tan fundamental de nuestra vida como en el caso de otras personas ocupa la televisión, la lectura o la música. Sentimos, sufrimos, gozamos (hentai al margen) y nos emocionamos con algo que consideramos una expresión artística, o al menos la unión de muchas de ellas con un fin común: Expresar algo. ¿No es acaso el cine también un rejunte de otras artes?

Pero a veces la situación va más allá del teclado y nos encontramos con un imprevisto, algo que no estaba escrito en el código y nos llega de una manera muy especial. Vidas que quedan marcadas para siempre por algo que nació en un videojuego. ¿Conocen alguna historia así? La idea de éste artículo es compartir con ustedes, amigos lectores, las que más me tocaron a mi y que ustedes compartan las suyas… Porque estoy seguro que como estas hay muchas más.

1- Cuando Ben tuvo la charla gamer con Tora, una chica con la que estaba empezando a salir -esa charla donde uno aclara sus poco comunes costumbres y horarios en favor del entretenimiento digital- recibió la grata sorpresa de que ella era fanática de Borderlands. Tras completar juego y DLCs en todas sus dificultades y viendo que la cosa se ponía cáda vez más seria, a Ben se le prendió la lamparita y contacto a Gearbox Software (los desarrolladores de la franquicia) para pedirles una mano en la difícil tarea de proponerle casamiento a su novia. Una semana estuvieron los bepis de Gearbox para armar el videíto encabezado por el mítico Claptrap y los resultados… Nada, para qué les voy a contar. Mejor les linkeo la primicia de Kotaku, el video de Gearbox y la filmación del momento.

2- El autor del presente artículo odia las guerras y es un insistente antigringo, pero perder un ser querido -y mucho más un hijo- en un conflicto bélico es algo terrible sin importar en qué bando te encuentres. Cuentan los foros de World of Warcraft que hace algunos meses los visitó el padre de un muchacho norteamericano que perdió la vida en Iraq y se metió en el juego para conectar un poco más con esos aspectos de la vida de su hijo que no había llegado a conocer demasiado en vida pero no entendía demasiado el funcionamiento ni la gracia del juego… Y la respuesta de la comunidad fue apabullante. En menos de 24hs su post en Reddit estalló de respuestas de contención en lo personal y asesoramiento en lo referente al juego, con jugadores ofreciendo ayuda desinteresadamente.

3- Michael Mamanil era un jugador empedernido de Borderlands hasta que a sus 22 años enfermó de cáncer y al poco tiempo falleció. Carlo, su amigo y compañero de partidas, se contactó con Gearbox Software (quienes como ya vimos son de sumarse a estas cuestiones) para pedirles que expresen sus condolencias de alguna manera. La casa desarrolladora publicó a los pocos días un audio grabado con la voz de Claptrap pero no quedó ahí: Michael vive hoy en Borderlands 2 como un NPC (personaje no jugable) en la ciudad de Sanctuary, donde regala items a los jugadores que lo encuentren y hasta tiene su propio archievement.

4- En un video de Youtube que tocaba el tema de la espiritualidad en los videojuegos, un comentario entre todos los presentes llamó la atención por encima del resto. El usuario 00WARTHERAPY00 contó que cuando él tenía 4 años su padre compró una xBox (la original) y pasaron gratos momentos jugando juntos hasta que 2 años después su padre murió. Durante una década no tuvo el coraje para tocar la consola y cuando finalmente la conectó y se puso a recordar a su papá jugando al Rally Sports Challenge encontró su «fantasma», que había quedado registrado como el mejor tiempo en la pista, corriendo a su lado. Jugó y jugó hasta poder superarlo y cuando lo hizo decidió no pisar el record, para poder seguir corriendo con él.

Y vos, ¿Conocés alguna historia así? ¿Te pasó algo similar?