Como mejorar la conexión inalámbrica

Al igual que a mi amigo, al que le doy con un caño en el artículo anterior por reacio al cambio, tengo que admitir que siempre prefiero un buen cable UTP antes que usar Wi-Fi pero hay que reconocer que en determinadas situaciones, usar una conexión inalámbrica para montar una red es la mejor –o a veces la única– alternativa.

En esos casos, en donde la cantidad de paredes de por medio o la distancia entre dos puntos complica el uso de cable de red, por lo general también se complica el funcionamiento de una red inalámbrica en mas o menos la misma medida solo que en lugar de tener que hacer trabajo de albañil y transpirar como testigo falso para pasar un cable que funciona 100% a la primera toca hacer trabajo de informático pensando por que carajo la señal llega tan intermitente o a tan baja velocidad mientras transpirás como testigo falso por que tu cliente te está por acogotar y hacer todo tipo de experimentos a ver si en una de esas tantas la acertás y con dos palitos, un chicle a medio masticar y un rollo de  papel de aluminio solucionás el problema.

(La Super Cantenna sirve para mejorar conexiones y ademas… ¿No es una belleza?)

Este artículo apunta a eso, a como mejorar tu conexión hasta donde se puede sin necesidad de ser un ingeniero en telecomunicaciones. Se basa a su vez, en mi propia observación y mucho tiempo de Google/prueba/error así que sepan disculpar los mas entendidos en la materia si me quedo corto en tecnicismos.

1 – Monitoreá el estado de tu enlace:

Antes de empezar a hacer nada, es importantísimo que sepas como “medir” la salud de tu enlace inalámbrico. Decir: “¡Uh! ¡Antes me mostraba una barrita y ahora dos!” es lo mismo que nada, por que las barritas son pura apariencia y las apariencias engañan.

Así que de toda la parafernalia que muestra el sistema operativo mientras funciona el enlace inalámbrico quédense únicamente con el que dice “Velocidad” en Windows al hacerle doble click al iconito al lado del reloj o con el que dice “Bit Rate” en Linux al ejecutar el comando iwconfig y que se mide en Megabits por segundo (Mb/s o Mbps).

Respecto a la velocidad, vale la pena hacer un punto aparte: Si tenés una bajada de internet de 3mbps por ejemplo, y necesitás únicamente eso, Internet, nada de transferencia de archivos entre una PC y la otra, con que la velocidad de tu enlace inalámbrico supere los 3Mbps nunca vas a tener inconvenientes y no tiene mucho sentido tratar de mejorarlo. Si no está roto, no lo arregles.

Calidad en el enlace, por otro lado, siempre es mejor que sobre y no que falte. Un día te cambian las condiciones climáticas y ese porcentaje adicional de calidad en la conexión te puede salvar las papas.

Habiendo dicho todo eso, de las miles que debe haber, algunas herramientas gratuitas que siempre vienen bien para medir como venimos de calidad Wi-FI:

• Ping –t en Windows o simplemente ping en Linux.
• Network Stumbler para Windows.
• Simple Wireless Scanner o iwconfig | grep level (para los linuxeros).

Tanto NetStumbler como SWScanner o el comando iwconfig son auto explicativos, cuanto mayor sea la altura de la barrita verde o el valor de “Link Quality”, mas probabilidades hay de que todo vaya sobre ruedas, pero el hecho de tener mejor recepción no necesariamente implica mejor emisión por mas que el teorema de reciprocidad diga otra cosa. Esto de las redes inalámbricas es un mundo aparte parece…

De nada sirve tener el súper router de 25 antenas grilladas en una punta si en la otra a 70 metros de distancia recibo y envío desde un adaptador USB de u$s 5.99 IVA incluido. Voy a tener según Windows las 5 barritas de señal pero no me voy a poder conectar nunca y si me conecto, voy a perder mas de la mitad de los paquetes de datos en el aire. Nuevamente, esto es producto de mi propia observación y el teorema de reciprocidad dice otra cosa, así que señores lectores ingenieros en telecomunicaciones: Péguenme nomás, que de la golpiza aprenderemos todos.

Ahí es donde entra en Juego el comando ping:

Ping al número de IP del router wireless te tiene que dar siempre una respuesta desde el otro lado y, –en la medida de lo posible– nunca perder un paquete, 100% de paquetes enviados y 100% de paquetes recibidos, nada de tiempos de espera agotados. Te tiene que dar además un tiempo en milisegundos mas o menos congruente y sostenido en el tiempo.

Para que se entienda: En la mayoría de los casos no es problema tener un tiempo de acceso –latencia, que le dicen– de 50 o 100 milisegundos en la medida en que sean siempre 50/100 y no se dispare a 500 cada tres paquetes. Este tipo de comportamientos son los que te indican de que algo no anda bien y ahí es donde empieza la odisea de tratar de mejorar el enlace.

Mañana sigue la Parte 2: El enlace físico (esta historia continúa…)