Si tenés más de 30 años y pensás en cómo consumís entretenimiento hoy, seguro te das cuenta de que todo cambió.

Y sí, es así. Ya no tenemos que andar pendientes de un horario fijo para ver nuestro programa favorito (salvo que sea algo que pasen en… ¿la TV?) ni lidiar con aquellos interminables cortes publicitarios. Las plataformas de contenido bajo demanda llegaron para hacernos la vida mucho más fácil y, por qué no decirlo, también más entretenida.

La realidad es que uno de los grandes plus que tienen estas plataformas es que te dejan ver lo que querés, cuando querés. Si venís de un día largo en el laburo o querés maratonear una serie en el finde, el contenido está ahí, esperándote. Ya no tenés que preocuparte por perderte el estreno de un capítulo. Acá el reloj lo manejás vos.

Personalización al máximo

¿Nunca te pasó que no sabías qué mirar y, de repente, te aparece justo lo que te gusta? Eso no es magia, son los algoritmos de estas plataformas y estos algoritmos son una de las cosas más preciadas que tienen, ya que es clave que te vayan recomendando más y más contenido que te guste para que sigas suscrito. Estas plataformas te conocen (a veces hasta da miedo, je) y te sugieren cosas que se ajustan a lo que venís viendo. Eso hace que pases menos tiempo buscando y más tiempo disfrutando.

Opciones adaptadas a cada estilo de vida

En Latinoamérica, las «plataformas de streaming en Latinoamérica» están pegando fuerte. No solo por la cantidad de contenido, sino también por lo accesibles que son. Hay de todo: producciones locales, éxitos globales y hasta esos documentales raros que solo vos mirás. Sea cual sea tu estilo, seguro encontrás algo para vos.

Precios regionalizados y accesibles

Acá es donde nos ganamos la lotería. En Latinoamérica, los precios de estas plataformas suelen ser mucho más bajos que en Estados Unidos o Europa. Un servicio que allá cuesta unos 15 dólares al mes, acá puede salir la mitad o menos. Esto no solo democratiza el acceso al contenido, sino que también nos permite disfrutar de lo mejor del streaming sin tener romper el chanchito.

Netflix es probablemente el primer servicio que se nos viene a la mente cuando hablamos de Streaming, pero Amazon y Max vienen creciendo considerablemente.

Otra cosa que me encanta es que las plataformas de streaming en latinoamérica nos liberaron de las restricciones del entretenimiento clásico. No más cortes publicitarios insoportables ni horarios estrictos. Con una buena conexión a internet, podés ver lo que quieras desde tu teléfono, la tele o la compu, donde sea que estés.

El futuro del consumo de contenido

No hay dudas de que el contenido bajo demanda es el presente y también el futuro del entretenimiento. En nuestra región, las «plataformas de streaming en Latinoamérica» siguen creciendo como la espuma, y todo apunta a que esto recién empieza. La variedad, la accesibilidad y la personalización las convierten en algo imprescindible para cualquiera que quiera disfrutar del mejor contenido.

En fin, el streaming cambió las reglas del juego. Nos da comodidad, nos entiende y, sobre todo, nos da el control. Si todavía no estás aprovechándolo al máximo, te estás perdiendo de algo grande. Creo que, sinceramente, estamos ante uno de los negocios más estables y con un crecimiento que si bien ya tocó techo, seguirá existiendo. Ahora… lo que nos preocupa a nosotros es el futuro de los medios tradicionales, esos sí que la tienen complicada.