Cómo fanático de Quake – la mejor saga de IdSoftare, con el perdón de Doom – no podía dejar de probar la última novedad que trajo Bethesda y que fue anunciada con bombos y platillos en la reciente QuakeCon 2021: Quake Remastered.
Pasaron 25 años desde que salió el primer gran FPS en 3D de la historia (que Dios me juzge) y que revolucionó el mercado al permitir al jugador utilizar el mouse para mirar y apuntar para todos lados, ya que hasta ese entonces los enemigos estaban siempre en el mismo nivel que el jugador. 25 años es mucho tiempo y claramente pasó mucha agua debajo del puente, tanta que, sinceramente, esperaba un poco más de esta remasterización, o mejor dicho, esperaba una remasterización en serio.
No me malinterpreten. Se trata del Quake 1 original pero con mejoras de todo tipo, entre las que se encuentran:
- Soporte de pantallas de gran formato (hola 4K).
- Iluminación mejorada mediante mapeado.
- Mejoras en el modelado de personajes y objetos.
- Suavizado de bordes.
- Sombras dinámicas.
- Oclusión ambiental.
- Profundidad de campo.
- Niebla.
Y la realidad es que este Quake se ve mucho mejor en mi 1080Ti que en aquella vieja Voodoo 2 que tenía mi amigo Carlitos la primera vez que probé el maravilloso juego creado por Romero y Carmack aunque, 5 minutos después de jugarlo se me vino a la mente la siguiente pregunta… ¿fue suficiente?
25 años pasaron hermano, 25 años para un juego mítico que significó muchísimo para millones de jugadores y que sin dudas se merecía mucho más que un lavado de cara que me recuerda a los pintores de auto del conurbano. La versión original de Quake fue un verdadero juegazo que rompió todos los moldes cuando salió y la gente de Beteshda debería haber hecho algo acorde, modificando todo el juego para que las nuevas generaciones puedan saber lo que se sentía jugar al sucesor de Doom pero con gráficos del siglo XXI.
Sin dudas lo que deberían haber hecho es un Remake, no un Remastered.
Y es que no se trata de un tech demo como supo ser Quake II RTX. Quake 1 Remaster debió ser lo que fue Doom (2018) al Doom original aunque obviamente respetando toda los niveles y enemigos (por eso lo del remaster y no una versión nueva). Y por más que haya traído las dos expansiones originales: The Scourge of Armagon y Dissolution of Eternity y las dos expansiones desarrolladas por MachineGames que son Dimension of the Past y Dimension of the Machine se trata del mismo juego, con olor a naftalina.
Como todo en la vida, supongo que es un tema de «cómo se ve el vaso». Porque a pesar de todo el juego sigue siendo tan frenético y jugable como lo fue hace tantos años, pero al menos a mi, más que un vaso medio vacío, yo directamente lo he visto seco, aunque termina siendo lógico cuando se trata de un Remastered y no de un Remake.
Ah, y todavía no quiero hablar de la versión de Quake III Arena que sacaron para XBOX Game Pass, el cual ni siquiera ofrece una resolución estándar actual
Muy buenos los articulos que hacen, me siento a gusto leyendo y recordando viejos tiempos, estaria bueno que suban mas seguido!!!
Saludos.
A ti lo que te ha pasado es q habías subido muy alto el listón ante tantos juegos que haz jugado que jugar un juego viejo te ha dado otro sabor.
Estoy muy de acuerdo con que deberían haber hecho algo mas a la altura de uno de los mejores FPS de la historia… Lamentablemente no envejeció muy bien y hoy ya cuesta muchísimo jugarlo. Pasaria lo mismo con el Wolfestein, Heretic, etc.
Hablando de remasterizaciones, a esperar al Diablo II la próxima semana.
Que tal si dijeron: «Vamos a sacar el Remastered para ver si hay demanda y si la hay, sacamos el Remake».