Soy de esos que siempre suelen tener alguna «idea» en la cabeza, de algo que me gustaría poder hacer antes de morir, y cosas así. Llevo bastante tiempo con la idea de poder tener mi propio servidor web montado en mi propia casa, pero por el momento no dispongo, para empezar, de un lugar físico. Sí, ya van a salir algunos con los tapones de punta a decir que con un RapsberryPi no hace falta lugar, que lo podría tener escondido hasta dentro del rollo de papel de cocina…
Y sí, acepto la realidad. Hoy en día no hace falta demasiado para poder hacer algunas cosas. Aun así hoy por hoy no es viable.
Por lo tanto, la alternativa (no voy a decir que me quita el sueño, pero tampoco anda muy lejos) sería contratar algún servicio en el que pudiera, al menos, alojar una página web. Hace algunos años, junto con mi esposa, habíamos estado administrando un blog en Blogger (antes de que Facebook y las demás redes sociales se comiera medio mundo). Supe incursionar también por WordPress y por Tumblr (que por alguna razón no me terminó de convencer).
¿Y viste cuando por alguna razón un nombre o una imagen se te viene a la cabeza? En este caso fue casi como un Déjà Vu. El nombre de Wix me trajo a la mente una serie de frases casi convertidas en imágenes de alguna publicidad vista en Facebook hace tiempo (porque ya no tengo cuenta ahí) y también alguna que otra en la TV. Wix prometía poder crear una página web de calidad más que decente de una manera tan simple que cualquiera con conocimientos básicos podría hacerlo.
No soy amante de las publicidades, al contrario, suelo hacer algunos esfuerzos para evitarlas en la medida de lo posible. Además suelo desconfiar de aquellas publicidades que prometen cosas demasiado buenas como para ser ciertas. Así que decidí echar un ojo para ver qué se dice de Wix en otros lados. Encontré un artículo en PCmag.com y otro en WebsiteToolTester en los que hablaban bastante bien de la plataforma, mencionaban tanto las cosas favorables como algunas que no.
Arremangandome los puños
Entonces, habiendo visto que mi desconfianza no era para tanto decidí darle un vistazo.
Se inicia, como no puede ser de otra manera, con el registro (ingresando dos veces un correo electrónico y dos veces la contraseña). El paso siguiente consiste en un breve cuestionario que orienta el tipo de página web a crear. En mi caso un blog, mi blog.
Se completa el perfil del “autor” del sitio (se puede incluir también los enlaces a redes sociales) y después se entra de lleno en el área del diseño del sitio, pudiendo elegir seis temas de colores para personalizar el portal (pero también ofrece tomar los colores de la imagen que se haya elegido como logotipo en el paso anterior)
Posteriormente muestra tres columnas a modo de vista previa de cómo quedaría el blog. Y se comienza la personalización del diseño predefinido. Se pueden cambiar las imágenes, editar los bloques de textos, incluso eliminar alguno si se lo considera apropiado. Casi que se podría decir que es APB, sin cosas raras que tocar en el html o css de la página (muy bueno para muchos, algo limitante para otros, todo sea dicho).
Costos
Nadie regala nada, eso está claro. Todo (o casi) se paga de una u otra forma. Este mismo sitio está vivo porque se paga una buena moneda, parte de la cual llega gracias a la publicidad que muestra, para mantenerlo a flote. Y Wix.com no es la excepción. Es cierto que dispone de planes gratuitos en los que estará mostrando publicidad, tanto de la propia plataforma de Wix como de terceros. Si eso no nos gusta es posible acceder a diferentes servicios pagos que ofrecen cada uno un paquete distinto de servicios de valor agregado. Son planes que van desde los US$4,08 (sí, hasta con centavos :P) a los US$24,50.
Para el uso que pienso darle me alcanza con el servicio gratis, al fin y al cabo no es mucho lo que suelo escribir, ni tengo una horda de seguidores en Twitter como para justificar un gasto adicional. Pero sí me gustaría poder, en un futuro, registrar mi propio dominio y quizás subirme al tren de los US$8,25 de Wix para poder escribir y que quien me lea no tenga que preocuparse por ver publicidades!
En fin… Además, con otros de los planes, ¡hasta se tiene la posibilidad hasta de armar un sitio de e-commerce! Pero como no es lo que andaba buscando no me interioricé en qué consiste. Basta decir que ya tengo un sitio armado al que tengo que ponerle un par de horas de silla para terminar de darle forma.
Y sí, hay otras alternativas, algunas incluso más económicas cuando se trata de pasar la tarjeta, pero ésta, al menos, ofrece una manera muy simple de diseñar una página web, casi como si de «arrastrar y soltar» se tratase.
Wix funciona y muy bien. Sirve para comenzar con un proyecto en Internet. Habrá que ver hasta cuándo se la «banca» si es que el proyecto sigue, pero para comenzar (y más si lo que no sobran son conocimientos técnicos) es realmente un buen producto.
Así que ahora me despido, tengo una web que diseñar mientras termino de cenar.