Los Smartwatches, cada vez más Watches

Se ha conocido a través de Instagram otra foto del próximo Smartwatch de la empresa coreana, el Samsung Gear 2. Y si bien ya se han visto algunos avances que mostraban el diseño final de este wereable, la imagen que ven arriba es mucho mas real, menos producida que las anteriores y en ella es posible visualizar – al menos desde una distancia aceptable – básicamente a un reloj clásico, a algo parecido a un Grand Seiko, es decir, un reloj de más de 50 años.

Eso es lo que desde hace tiempo veíamos comentando de esta tecnología. Si bien ya con el Moto 360 y varios modelos más (entre ellos el Apple Watch) las empresas han ido buscando diseñar los SmartWatches para que parezcan «relojes de toda la vida» lo cierto es que al parecer la tecnología para hacerlo – principalmente por el tamaño – está disponible a partir de… ahora. Y tiene sentido, ya que hace 3 años un reloj inteligente era más parecido al brazalete de Ben 10 que a un reloj, y nadie quiere andar por la calle (y por la vida) con algo que da más risa que utilidad.

Entiendo que a mucha gente le importa un carajo lo que piense lo demás y está genial que así sea, pero no solo la estética de los SmartWatches previos era un punto criticable. La duración de la batería y la poca o nula utilidad lo volvían un objeto poco considerado, incluso hasta en los ambientes más geeks.

Pero las cosas han venido cambiando. En parte por el avance de la tecnología que involucra a los wereables y en parte porque los fabricantes se golpearon la cabeza para entender que el reloj antes que nada es un objeto de moda y a partir de eso la persona que lo usa va a valorar las features que éstos pequeños le puedan ofrecer. Es lógico, ya que nadie se muere por no tener uno y es la primera barrera que deben afrontar.

Dame un SmartWatch que se parezca mucho a un reloj que me gusta y allí voy a comenzar a contemplar comprarlo. Tratá de que no tenga la obsolencia de un Smartphone sino que al menos pueda durarme más de 5 años sin reventar ni me cobres u$s 500 por él. De paso, ofreceme algo más que sacar una fotito cómo James Bond. Muy bien, al parecer todos estos puntos han sido considerados y el Gear 2 parece que será un genial ejemplo de la nueva camada de relojes inteligentes, quizás la primera realmente atractiva para las masas.

Tienen todo para conseguirlo. Tamaño, sensores mucho más precisos, aplicaciones (aunque en este caso correrá en Tizen y no en Android) y por sobre todo… ¡parecen relojes y vaya si están buenos! Pero lo más importante es cómo encaran el marketing de estos productos: como un dispositivo de moda.

Aprendieron rápido de las marcas clásicas de relojes. La clave es «vender una imagen», un status, una forma de ver o de vivir la vida. Los relojes se venden, en cierto sentido, de una similar a los perfumes y al menos Samsung parece haber encontrado la forma de hacerlos interesantes para todo público. Atrás quedaron esas publicidades donde se mataban por meter la mayor cantidad de usos (incluso algunos ridículos) que se le podían dar y obviamente, ahora se pueden dar también, por mas que ahora parezcan simples «detalles» pero que al fin y al cabo son las cosas lo que lo diferencian de un reloj común y corriente.

Ahora primero es un Watch, y luego, viene lo Smart.