Por qué una película sobre Snowden podría ser una excelente idea

Hace casi un año atrás, Edward Snowden solicitaba una licencia de tres semanas en su trabajo para ir a Hong Kong por problemas de salud. Al poco tiempo nos enteramos que, no solo Snowden no tenía problemas de salud, sino que el mundo entero había caído presa de los gobiernos más poderosos del mundo. Gracias al trabajo de grandes periodistas que nos abrieron los ojos ante una realidad que muchos sospechaban, pero sobre la cual no se tenían pruebas concretas, pudimos conocer cómo las agencias de inteligencia, NSA y GCHQ, trabajan para lograr que no exista un solo punto en Internet sobre el cual no tengan control.

Glenn Greenwald, un periodista ex-abogado constitucionalista y protector de derechos civiles, junto a Laura Poitras, directora de documentales, fueron los principales encargados de tratar con Snowden en Hong Kong y de trabajar sobre los documentos de la NSA para los artículos que serían luego publicados en The Guardian.

Hace tan solo unas semanas, Greenwald publicó un nuevo libro: No Place to Hide: Edward Snowden, the NSA, and the U.S. Surveillance State. En él, relata en primera persona todo lo sucedido en los últimos meses, desde cómo Snowden trató de localizarlo, hasta la estadía en Hong Kong, el proceso de publicación con los editores de The Guardian, hasta la búsqueda de asilo para Edward y la llegada a Rusia. Debo decir que venía esperando este libro desde que iniciaron las revelaciones, por lo que me enganché desde el primer capítulo. Realmente es importante conocer, no solo cómo sucedió todo, sino leerlo desde los ojos de quien verdaderamente lo vivió, lo que lleva al lector a imaginarse una gran película a medida que suceden los hechos.

Para la sorpresa de muchos, al poco tiempo de que Greenwald publicara el libro, salió la noticia de que Sony compraba sus derechos para hacer una película. Dejando de lado todo el sermón barato sobre la venta per se, me quería concentrar en comentar por qué me parece una idea que puede llegar a tener un gran potencial.

Hollywood sigue siendo el rey de las audiencias

Más allá del marketing de Hollywood de que la “pirateria” está acabando con la industria del cine, nada podría ser más alejado de la realidad. Las películas siguen recaudando millones de dólares, y las personas siguen optando por ir a ver una película al cine durante su estreno, por más que tengan un led de 50’’ y un home theater 7.2 en su propio living.

Es indiscutible el alcance que tiene la industria cinematográfica, sobre todo si pensamos que maneja un público más amplio. No es lo mismo que uno investigue y conozca determinados temas a través de Internet, para lo cual es necesario tener ciertos conocimientos y habilidades previas, que a través de una película, la cual brinda un mensaje que nos llega por medio de sensaciones y emociones generadas a través de la vista y el oído.

La privacidad y la seguridad son aburridas

Traten de hablar con alguien que no sea techie o geek sobre cuestiones de privacidad y seguridad informática. Lo más probable es se cansen, o sigan escuchándolos por puro respeto, pero no hay un interés genuino por el tema.

Lo cierto es que, por más que nos pese, estas son cuestiones que no todos se interesan por conocer e informarse, una gran mayoría de usuarios vive pensando que estas cosas son ajenas, que no le podrían pasar. ¿Naive? Si, pero es algo que se puede solucionar. Durante todos estos meses se han dado varios movimientos que pretenden concientizar a los usuarios, desde su seguridad y privacidad, hasta el uso conciente de Internet. El último es Reset the Net, el cual se llevará a cabo el jueves 5 de junio. Pero lo cierto es que estos movimientos no llegan a todo el mundo, o simplemente no logran despertar el interés de las personas que más necesitan informarse al ser las más vulnerables.

Producir una película que informe del verdadero peligro que implica que la NSA, por ejemplo, recolecte información y datos de los usuarios de manera indiscriminada, es un avance importantísimo en la lucha por hacer que nuestros derechos sean escuchados. Greenwald ha hecho un excelente trabajo con el manejo de la información en los medios online y a través de entrevistas, pero esto no basta. Es fundamental llegar al usuario promedio (piensen en el familiar que los toma de punto para consultas informáticas), al usuario que no conoce sobre estos temas y para los que probablemente no tenga tiempo de sentarse frente a la computadora e informarse, pero que sí tiene 2 horas para pasar en un cine.

Todo depende de cómo se ejecute la producción

Probablemente una de las cuestiones que más preocupaba a quienes criticaron la compra de los derechos del libro, es el hecho de cómo Sony puede llegar a tratar el desarrollo de la situación y los temas presentes en la misma, sobre todo cuando hablamos de cuestiones tan delicadas como que un gobierno viole derechos constitucionales de sus ciudadanos y trate a los habitantes del resto del mundo como un simple número, sobre los cuales deben conocerlo todo.

En la producción se encuentran Michael G. Wilson y Barbara Broccoli, quienes fueron responsables de traernos la franquicia de James Bond, ¿Casualidad? Ni pensarlo. Va a ser realmente interesante ver cómo pasarán de escribir para un personaje ficticio a uno 100% real, con hechos que indiscutiblemente sucedieron.

Uno de mis principales temores es que se agreguen detalles o situaciones a la película tan solo porque “así lo necesita Hollywood”. Estamos hablando de una situación compleja, en la cual si modificamos algo que no debíamos, podemos alterar su significado. Esto no quiere decir que no se pueda condimentar un poco, pero es sumamente importante que sea de manera sutil, sin afectar el mensaje principal.

El día de hoy salió la noticia de que Oliver Stone también estaría trabajando en una producción sobre Snowden, basado en el libro The Snowden Files: The Inside Story of the World’s Most Wanted Man, escrito por Luke Harding, periodista de The Guardian, y que participará también como productor para consultas. Stone es conocido por realizar producciones de temas sensibles, recordemos Platoon, JFK y W.

Seguramente estas no serán las dos únicas producciones que veremos anunciarse a lo largo del año, probablemente escucharemos sobre series de TV, o web, y documentales, lo que implica algo muy bueno: una parte de la población ya se despertó y busca que el mundo entero conozca lo que sucede frente a sus ojos pero que no puede percibir. Esperemos que todo esto no termine como el desastre que fue The Fifth Estate, la película que prometía contar la historia entre Julian Assange y Daniel Berg sobre Wikileaks, pero no hizo más que tergiversar hechos sucedidos.