La cuarentena hace cosas increíbles en el hombre, quizá por evidenciar lo mucho que nos necesitamos entre nosotros para mantenernos sanos.

Y si bien aplicaciones no faltan para comunicarnos (más bien sobran), el híbrido perfectamente balanceado entre zoom, skype, un messenger y un foro, vino a ser en esta cuarentena la que me haga la diferencia.

Discord es quizás la interpretación más moderna de una plataforma integral que suceda al mítico foro. En una combinación de salas de chat con posteos textuales y multimediales, con salas de voz, con permisos, estructuras y funciones automatizadas. La noción es básica: cualquiera puede crearse un servidor de Discord (completamente gratuito), y configurar tanto «canales» como «roles» y «permisos».

Algo que quizás a más de un sysadmin le parezca completamente lógico y natural, poder determinar quien puede y quien no acceder, escribir, ver, editar o eliminar un mensaje, o un canal. Y solo con estas nociones básicas se puede lograr una infinidad de servidores configurados de maneras distintas o dispares. Ni hablar cuando involucramos bots en el asunto.

La accesibilidad es fundamental en una aplicación social, y Discord no podía quedarse atrás, con aplicaciones para móviles, escritorios y hasta una webapp que anda directamente en una pestaña de navegador. Que si bien al principio no son del todo intuitivas, con un poco de «paseo» por la plataforma es relativamente fácil acceder a la mayoría de sus funciones.

Y esto es todo lo que puedo venir a decir sobre Discord en un aspecto técnico, donde tenemos redes de mensajería orientadas a la seguridad o anonimato, o redes sociales orientadas a la masividad, Discord se especializa en armar y fomentar comunidades, donde priman les reglas y roles.

No obstante, se entiende que nada de lo gratuito es gratis, y se sobreentiende que un servicio como este debe poder capitalizarse mediante algún método. Y su metodo de capitalizacion es bastante accesible y justo en general.

Uno puede contratar un premium mensual, que le permite tener acceso a una serie de funciones estéticas y banales (como acceso a emojis personalizados, o iconos en nombres), que también te da acceso a poder “boostear” un servidor. Que digamos que mientras mas «boost» tenga este servidor, más acceso tendrá a ciertas funciones de lujo, como mejor calidad en llamadas, o poder poner un icono animado.

Algo que a mi criterio, me parece completamente justo (y hasta a veces generoso), viendo lo útil que son sus elementos gratuitos y lo bien cuidada que está la plataforma. No obstante, mi fascinación con la plataforma no proviene de su excelente servicio si no de las dinámicas sociales que uno ve surgir en plataformas como esta. Especialmente si está correctamente administrada.

En un principio está la informalidad de un canal de voz versus la formalidad de una llamada.

El canal de voz, viene a reemplazar simbólicamente (especialmente en cuarentena) a una plaza pública. Donde uno puede con libertad entrar y salir sin compromiso ni cita alguna.

Esto conlleva a una dinámica en la que se pierde la tensión o el compromiso de una llamada. Donde cortar de la nada puede ser visto como una ofensa, o volver a llamar puede sentirse como una molestia. El tener la libertad de poder entrar, le quita la responsabilidad a la llamada.

Cuyo único requisito para hablar con el grupo, es el de conectarse temporalmente a un canal de voz en son de esperar a que alguno se meta. Algo que genera una reacción en cadena, y termina en llamadas de usualmente 7 personas.

Si bien suena demasiado millenial ante los ojos de la vieja escuela, no puedo dejar de ver a los servidores de Discord como el reemplazo moderno y pulido de los viejos foros de antaño. Y no podría recomendar más el uso y adopción de la red social, especialmente en estos tiempos de pandemia global.

Para aquel que esté interesado, tenemos un servidor con unos amigos, donde pasamos un buen rato hablando, jugando o debatiendo.

Y quien sabe si uno de estos dias, si la gente lo pide, y el capo lo permite, aparece el Discord de Tecnovortex.

5 COMENTARIOS

  1. eVer

    Guille, yo con mi vuelta al Age 2 me metí de lleno en Discord por tener todos los clanes y canales del tema un servidor ahí. Y la verdad me encantó, pero siento que aun no termino de entenderlo.

    Recuerdo mis primeras definiciones: es slack con teamspeak. Y después descubrí los bots, entendí un poco más las salas de voz con posibilidad de ajustar el volumen uno a uno de de los participantes, con el bot de música que se programa mediante un canal dedicado a ello, mientras algunos ponen cam, otros stremean lo que juegan…. me fue imposible de definir, solo comparable al uso de Teams hace unos meses que más o menos viene por el mismo lado pero con Office integrado.

    En fin, estoy maravillado, pero a su vez me incomoda muchísimo no entenderlo a fondo. Como me hace sentir Twitch…

    Pero bueno, agradezco las cosas buenas de la cuarentena. Abrazo.

    • eVer

      perdón Narzo, recién veo que fuiste vos. Como no tuvo polémica el post… jaja. Abrazo para vos también

      • mm

        Narzo Di Wanzo

        Hice bastante esfuerzo para volver sin polemizar (?

        No deberia sorprenderte que la proxima nota sea sobre twitch xD

  2. Juan Exposito

    Se venció el link para acceder al server, podrías repetirlo? Saludos!

  3. NachoS

    Yo también estoy deslumbrado con el Discord desde que lo conocí más profundamente en la cuarentena. Y se encima le metés un bot que te pasa música por ejemplo la cosa se pone interesante.

    Estos días estuve en una presentación del Teams de Microsoft. No dejaba de compararlo con Discord en los términos generales de como está planteado. Luego están las herramientas de trabajo que el el DS creo que no ofrece.

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