Death Stranding y la culminación de una visión extraña

3 años desde que anunciaron Death Stranding hasta que salió. 3 años en donde me imagino a Kojima 100% de su tiempo pensando en cada ínfimo detalle de este juego, teniendo reuniones diarias con las cabezas de cada departamento, metido en cada nimiedad posible, de manera obsesiva. Me lo imagino TAN metido en cada cosa, que se olvidó de hacer lo que mejor sabe hacer: Escribir historias atrapantes para juegos que te vuelan el cráneo.

Death Stranding es una maravilla gráfica. El escenario en el que te movés el 100% del juego está perfectamente hecho. No hay baja de frames, no hay errores de texturas, no hay tiempos de carga. El juego te sitúa en unos Estados Unidos de setting post-apocalíptico, donde vos sos Sam Porter, un rappi glorificado un agente de entregas que conecta los distintos lugares entregando paquetes vitales como recursos, medicinas o cosas no tan vitales pero útiles. Para entregar dichos paquetes, tenés que recorrer mayoritariamente a pie la vasta extensión del territorio norteamericano.

La base jugable consiste en entregar esos paquetes intentado no caerte por tropezar con piedras, esquivando las irregularidades del terreno, cruzando los ríos, escalando montañas, etc. Obviamente en dicho territorio hay distintos tipos de enemigos, y en todos los casos la mejor opción es esquivarlos moviéndote MUY despacio, lo cual se pone tedioso rápidamente. Acá, mi primer decepción con la obra de Kojima: De las 43 horas que tardé en terminar la historia, literalmente 30 horas fueron yendo de punto A a punto B esquivando cosos. También, cada tanto, tenés un escenario de acción completamente obligado por el plot, que se siente fuera de lugar. Esto hizo que jugara el juego exclusivamente impulsado por el sueño de encontrarme con una historia magistral como la del Metal Gear Solid 1. Y ahí mi segunda decepción: Eso nunca pasó.

La historia de Death Stranding está llena de referencias a conceptos geológicos, históricos y religiosos. Pero esa cantidad de referencias que enriquece el juego viene acompañada por una similar de plot-holes y cosas muy mal explicadas. El juego termina en un epílogo de literalmente 2 horas (prácticamente no jugables) donde intentan cerrar todos los puntos con cut-scenes, pero quedan cosas sin explicar y la gran mayoría de los puntos quedan mal cerrados. Lo terminé hoy, lunes 20 de enero, a las 4 de la mañana. Y ahora, siendo casi las 3 de la tarde, no puedo dejar de sentir el mismo sentimiento horripilante que tuve cuando terminó Lost. Como con el final de mierda inexplicable final de Lost, me di cuenta que todas las horas dedicadas no fueron recompensadas con merecidas respuestas. El gran problema es que esto ocurre en un juego hecho por un diseñador (o director, productor, o como quieran decirle) que se caracteriza por historias increíbles llenas de escenas animadas, donde el plot es tan complejo que solo se entiende al finalizar la obra. Si esto me pasara jugando un Mario, por ejemplo, no le dedicaría ni medio segundo de análisis, porque al Mario juego para rescatar a una princesa con síndrome de Estocolmo saltar sobre cosas y divertirme sin pensar mucho.

Dicho todo esto, algo para destacar es el cast lleno de actores de muy buena carrera: Norman Reedus, Mads Mikkelsen, Léa Seydoux, Margaret Qualley, entre otros y otras. La calidad actoral se nota mucho en los diálogos y en las expresiones de los personajes gracias a técnicas de fotogrametría y motion capture. El hecho de que esté todo bien actuado ayuda a sumergirte en la historia, sin importar la opinión subjetiva sobre la misma.

Desde mi punto de vista, Death Stranding es el resultado obvio de dejar a Hideo Kojima trabajando sin ningún tipo de control externo como tenía en Konami: Una obra técnicamente impecable, con mecánicas nunca antes vistas, con actuaciones estelares de actores reales, pero que perdió el sentido jugable y que es más bien una película interactiva que te lleva una semana de vida completa. Creo que esta vez (y viendo los análisis con puntuación altísima de los medios más populares de nuestra scene) Death Stranding se mantiene a flote gracias al hype, a una base de fanáticos incondicionales, al marketing explicito y a la mística que se formó alrededor de su figura y su obra.

Para cerrar, te lo simplifico en argentino: Death Stranding es al Metal Gear Solid 1 lo que el River de Cappa fue al Huracán del 2009. Así que si buscabas algo que te vuele la cabeza como «Metal Gear Rex ha sido ACTIVADO» no lo busques acá.