Si hace 5 años alguno de ustedes (y también yo) leía a alguien que les decía que en el mediano plazo Intel y AMD se unirían para tratar de mantener vivo al estándar X86 debido al impresionante crecimiento de ARM en el mercado de la computación (porque en mobile tienen todo el mercado) seguramente lo íbamos a tildar de loco.
Pero como todo en el mundo de la tecnología cambia tan rápido, hoy nos encontramos que AMD e Intel, decidieron unir fuerzas a través del x86 Ecosystem Advisory Group. Esta inesperada alianza tiene un propósito claro: reforzar la arquitectura x86 para enfrentar a ARM, una tecnología que amenaza con ganar cada vez más terreno en sectores clave como centros de datos, dispositivos móviles y notebooks.
AMD e Intel ahora son amigos. Es increíble. Así es, y este movimiento no es menor. Como dice el dicho, “los enemigos se unen cuando surge una amenaza que podría eliminarlos a ambos”. Y ARM, con su eficiencia energética y flexibilidad, está logrando justo eso.
ARM: El avance imparable en Notebooks
ARM ha crecido (y sigue creciendo) de manera notable, especialmente enNotebooks. Además de que esta arquitectura es la base de los chips de Apple, que impulsaron la transición de los Macs hacia procesadores M1, M2 y M3 desde hace un tiempo Qualcomm y otros fabricantes están desarrollando chips ARM para portátiles Windows, con la promesa de mayor autonomía y menor consumo energético. Y si bien los benchmarks de los Snapdragon X Elite no son lo que esperábamos, la realidad es que igualmente para la mayoría de los usuarios se trata de procesadores que «van más que bien» y que por más que sigan un poquito lejos de los procesadores de alta gama de AMD e Intel, ARM y su bajísimo consumo energético (y el día de batería) siguen siendo muy tentadores.
La realidad es que por solamente estar hace muy poco en el mercado, la oferta de ARM para PCs con Windows es muy interesante y ha dejado atrás los fantasmas de otras épocas donde los procesadores «alternativos» generaban más tristeza que otra cosa. Por todo esto – y por un precio muy inferior – es que muchísimos fabricantes de Notebooks ven con buenos ojos sacar versiones «ARM» de sus líneas de Notebooks por lo que veremos Thinkpads y Dell XPS con esta línea de procesadores en un abrir y cerrar de ojos. Por todo esto, y quizás por otras cosas que no sabemos, es que estos gigantes decidieron asociarse.
Es más, esto va tan rápido que ya hay proyecciones que muestran que ARM está en camino a capturar hasta el 25% del mercado de notebooks para 2027. Esta tendencia se debe a la creciente adopción de procesadores ARM por parte de los. Además, ARM podría alcanzar 40% del mercado global de portátiles para 2029, lo que representaría una amenaza directa para la arquitectura x86 de AMD e Intel, quienes hasta ahora han dominado este segmento por décadas.
¿Y en Desktop? Claramente es el último bastión de X86 pero a la vez es un mercado bastante de nicho al lado del de las portátiles. Pero no me sorprendería que en 2 o 3 años tengamos algún que otro procesador ARM para PCs de escritorio.
Los problemas recientes de Intel: algo que no ha ayudado a x86
Como hemos hablado anteriormente, Intel ha tenido un par de años difíciles con sus 13ª y 14ª generaciones de procesadores “Raptor Lake”. Estos chips sufrieron problemas de estabilidad, que incluían crashes aleatorios y degradación por voltaje excesivo en ciertas condiciones. A pesar de las múltiples actualizaciones de BIOS y parches de microcódigo, la reputación de estas generaciones quedó tocada. Incluso ahora, Intel ha extendido la garantía de estos productos a cinco años para mitigar el impacto negativo en los consumidores. Sin embargo, todavía existe cierta preocupación sobre el desgaste prematuro en algunos chips afectados.
A nivel de portátiles, Intel también enfrenta desafíos: si bien se prepara para lanzar nuevas arquitecturas como Lunar Lake y Arrow Lake, el mercado está viendo 2 cosas:
- Con buenos ojos a su competidor en X86: AMD con Ryzens cada vez mas potentes, eficientes y con una GPU interesante.
- A los ARM.
AMD: Ventaja en servidores y notebooks más potentes, pero igual, Cebollita subcampeón.
AMD ha avanzado en el mercado de notebooks, aunque, obviamente aún nunca pudo ni siquiera acercarse a Intel. En el primer trimestre de 2024, su participación en unidades subió al 19.3%, un aumento significativo respecto al 16.2% del año anterior. Además, la participación en ingresos también creció del 10.9% al 16.3% gracias a las ventas de Notebooks con los nuevos Ryzen 8040, que casi se duplicaron en comparación interanual. Sin embargo, Intel todavía mantiene ventaja general en este segmento, especialmente con lanzamientos recientes como Meteor Lake.
En lo que respecta a servidores (este sí, realmente, sería el último gran bastión de X86) AMD sigue ganando terreno con su línea de procesadores EPYC, ideales para servidores. Además, en escritorio sus procesadores Ryzen recientemente anunciados prometen muchísimo, aunque las noticias de que Intel no va a ofrecer una buena oferta en el segmente ha hecho disparar los precios y por lo tanto, no suena a buena noticia para nosotros, los consumidores.
AMD e Intel amigos, pero… ¿Será suficiente esta alianza?
Ahora que existe el x86 Ecosystem Advisory Group los CEOs de ambas compañías se dan la mano, comen en la misma mesa y hasta podrían sacar algún procesador colaborativo pero hay una realidad. Durante años se tiraron tanto a matar entre ellos que quizás, en lugar de tratar de innovar en cuestiones que el mercado pedía cómo eficiencia energética y consumo, intentaron por todos los medios de maximizar ganancias e ir avanzando muy de a poquito con el IPC de sus procesadores para «tener contenta a la gilada».
Mientras ARM, fue creciendo en innovación y performance casi de manera exponencial. Que se unan las líneas era inevitable.
Así que, por más amigos que sea, la colaboración entre AMD e Intel es un movimiento estratégico que busca fortalecer el ecosistema x86 y hacerlo más atractivo para los desarrolladores. Sin embargo, ARM avanza con fuerza, ganando terreno en sectores clave. La pregunta es si esta alianza será suficiente para frenar la tendencia. Yo, la verdad, creo que no.
Probablemente en un par de años se venga una gran guerra de precios. El tema será si los accionistas quieren eso.