Taringa! cierra, pero el «Taringuero» seguirá vivo por siempre

Este 23 de marzo cierra un sitio web icónico para los argentinos, y también quizás para los países hispanoparlantes, Taringa.net. Un sitio que nació como un lugar para intercambiar links de descarga se convirtió rápidamente en un faro de Internet debido a su novedosa impronta y que en pocos años se transformó en uno de los sitios más visitados del país e incluso de varios países de habla hispana. Tal éxito se dió por diversos factores, entre los cuales los que más se destacan fueron el sentido de comunidad y el contenido. Muchos dirán que era sólo por los enlaces de descarga, pero yo puedo decir también que aquel sentido de pertenencia generaba una comunidad que creaba muchísimo contenido interesante, original y divertido.

Quien escribe conoció Taringa desde sus inicios. De hecho, he sido amigo del creador original, Fernando Sanz, con quien he tenido muchísimas charlas sobre aquel proyecto y sobre otros que ha tenido luego. También tuve la suerte de tener muy buena relación con uno de los hermanos Botbol (Matías) quién fue partícipe – junto con su hermano y Alberto Nakayama – del «grupo Wiroos» que compró el sitio a Fernando allá por 2006. Siempre he seguido el sitio por más que nunca fuí un usuario demasiado activo, aunque siempre tenía una pestaña abierta en el navegador en la home de T! en sus años de esplendor.

Un Cambio en la Cultura de Internet

Taringa llegó en un momento particular y sucumbió a lo que por entonces eran los foros de discusión. En aquellos años estaban de moda los foros y comenzaban a llamar la atención los weblogs. Los foros supieron ser los artífices de la generación de comunidades, ya por 2001 existían foros grandes en español cómo PsicoFPX, BairesLAN y 3DGames entre muchos otros. Recordemos que no existían redes sociales ni servicios de mensajería como hoy en la actualidad. Lo que tuvo Taringa, que quizás fue una evolución sobre los foros, era una informalidad a la hora de redactar y comunicarse entre los usuarios un sentido de pertenencia, un sentido de comunidad diferente, más de barrios. Quizás los foros eran más estructurados, serios, formales y requerían una mayor capacidad de calidad en la hora de generar contenido, y Taringa era mucho más informal, más ameno, más como si le estuviéramos hablando a un amigo.

El Auge de Taringa: cómo llegar (y pegar) en el momento exacto

Taringa supo llegar cuando Megaupload era el sitio más usado para compartir enlaces y se convirtió básicamente en un en un gran índice de este sitio, una especie de agregador ordenado de cosas, mayormente «ilegales». Taringa floreció cuando Facebook era muy pequeño y muy poco conocido mientras Reddit no tenía tanta preponderancia en el ámbito hispano mientras por otro lado los foros no llegaban al público masivo por lo que acaparó a una generación de jóvenes que querían compartir información, tutoriales, diversión, debates y demás. Recordemos que en un momento incluso hasta presidentes tuvieron su ama en el sitio, y que las empresas más grandes del país publicitaron ahí. Llegó a ser el sexto sitio más visitado de Argentina. Todos hablaban de Taringa, era increíble.

Quizás todo pasado fue mejor

Pero las cosas cambian, el mundo evoluciona (o quizás involuciona) y el uso de Internet por parte de la gente va variando a una velocidad cada vez mayor. Hoy las personas quizás no quieran aprender tanto como antes, o quizás no les interesen los mismos temas. Tenemos muchas aplicaciones y sitios que están diseñados específicamente en hacernos perder el tiempo, en generarnos adicción, y lamentablemente  y muy lentamente este tipo de Internet ha ido matando a la anterior Internet que no puede competir en ese nivel de neurociencia, por lo que los usuarios han ido abandonando tanto a Taringa como a los foros, como también a los sitios webs, digamos, textuales, y obviamente esto hace que las comunidades vayan desapareciendo lentamente. Primero se van los casuales, luego los mainstreams, y por último, los más fieles ya que «nadie entra y no hay movimiento».

Crónica de una muerte anunciada

En la anteúltima película de los Avengers, uno de los personajes, Dr. Strange, le dice a Iron Man que había visto 14 millones de futuros, y en ninguno iban a sobrevivir. Bueno, probablemente si le preguntaban sobre Taringa, diría más o menos lo mismo. Hoy muchas personas, principalmente en Twitter, opinan sobre este triste final del sitio, diciendo que fue por un tema de versiones, de mala usabilidad en las versiones móviles, que la app móvil nunca llegó a tiempo, que los administradores y la comunidad de moderadores era pésima, que esto, que el otro. Pero la realidad es que por más que todo eso haya sido de bueno a muy bueno, es muy poco probable que Taringa sobreviviera como lo supo hacer. Ya que, como dije antes, las actividades y las costumbres de los usuarios en Internet cambian demasiado rápido, y estos ya no suelen pasar el tiempo en comunidades como Taringa.

Probablemente el último recinto similar al que los taringueros tanto han amado sea Reddit, pero una de las cosas que difieren es en la moderación. Reddit es incluso mucho más estricto que los foros de antaño, algo que a los taringueros de cepa mucho no les gustaba. Así que, según mi opinión, Taringa iba a morir de algíun modo u otro, y quizás… demasiado aguantó.

El mejor legado de Taringa: los Taringueros

Sitios como Taringa nunca mueren. Quizás cierran, borran el contenido, el dominio sea parqueado o lo compre otra empresa para algún proyecto nuevo. Pero la huella y la herencia que le han dejado a todo aquel usuario (mejor conocido cómo Taringuero) que pasó por aquellos foros virtuales nunca muere y quedará en la memoria de todo usuario de internet argentino de más de 30 años.

Taringa cierra, pero millones de Taringueros siguen en pie y recordarán el sitio cómo los de cincuenta recuerdan las primeras BBS. Muchos de los pibes de los 2000’s hoy son adultos que algo aprendieron gracias al sitio y eso es invaluable. Inteligencia Colectiva le decían, y vaya si lo fué.

Despedite de tu cuenta, lince.