Siendo un fanático de la ciencia ficción, cuando vi las premisas de Prey sabía que era un juego que no podía perderme. Una estación espacial a la deriva, experimentos, enemigos que se camuflan con el ambiente, que más podía pedir. Prey llenaba todos los casilleros del bingo, y aunque empezamos con el pie izquierdo, es un juego que no deberías dejar pasar, dejame que te cuente porqué.

Esperaba un FPS, me encontré con un thriller…

Mi problema con Prey fue uno de expectativas. Por lo general trato de no ver hasta el último detalle de los juegos, que bastantes spoilers tienen, para que la experiencia sea lo más interesante posible. Habiendo jugado el juego original del 2006 y después de ver algún que otro trailer y notas de esta nueva entrega, por algún motivo asumí que era un FPS más tradicional.

Hay que decirlo de una vez, Prey es lento. Pero no lo digo como algo negativo, es lento como el primer Bioshock, y es clara su positiva influencia. Las armas vas a tener que ganarlas, encontrarlas, fabricarlas, no esperes ir armado hasta los dientes a los 15 minutos de empezar una nueva partida.

El foco aquí es la historia, las situaciones que debes sortear, las posibilidades de usar estrategias diferentes para alcanzar tu objetivo. Entrar a los tiros no da buenos resultados siempre, y es algo que Arkane Studios sabe hacer muy bien, o sino prueben Dishonored, una obra maestra.

Prey no es un FPS tradicional con acción frenética de punta a punta. Si estás buscando algo así, Doom va a sacarte una sonrisa de oreja a oreja. Prey es un thriller, Prey es para pensar, Prey es para disfrutar, pero no lo vas a hacer con una sonrisa en la boca, lo vas a lograr con el ceño fruncido, disfrutando cada paso del camino.

Influencias, influencias…

Dependiendo de tu edad rápidamente identificarás ciertas influencias en el juego. Lo más jóvenes van a decir que se siente como Bioshock o incluso Half-Life, pero esos dos clásicos a su vez están muy inspirados en una verdadera joya de 1994. Me refiero ni más ni menos que a System Shock.

Esto no es un secreto, Raphael Colantonio de Arkane lo dice abiertamente. “Dishonored es probablemente el legado de Thief. Prey es el legado de algo como System Shock.”

Con el impacto que tuvieron estos juegos, es increíble que no hayamos tenido más productos en el mercado que fueran más similares, y es una lástima. Por suerte, Prey toma todo lo bueno de estos clásicos, y aporta lo suyo.

La historia, sin spoilers

Aunque seguramente vas a intuir varias cosas de la trama, este juego merece ser disfrutado sin spoilers, por lo que solo voy a contarles poco y nada para los que no vieron los trailers. Tu personaje, Morgan Yu, se despierta en un departamento de una moderna San Francisco, donde nos enteramos que estamos formando parte de un programa de experimentos liderado por su hermano, Alex. La empresa está haciendo pruebas con neuromods, que permiten aprender nuevas habilidades en un instante, al mejor estilo Matrix.

Como sucede siempre, gracias a un inesperado accidente, vamos a volver a despertar como si nada hubiese pasado en nuestro departamento, y aquí es donde la verdadera historia comienza. La fachada de estas pruebas desaparecerá, y te vas a encontrar a bordo de la estación espacial Talos I, donde parece no haber sobrevivientes, y tendrás que valerte de los pocos recursos que consigas para entender qué ha sucedido.

Houston, tenemos un problema

Cuando más avanzaba en el juego, más me sentía como esa escena de Apollo 13, donde los ingenieros dan vuelta en una mesa los pocos objetos con los que contaba la tripulación a bordo para sobrevivir. Los recursos son escasos, y si sufrís del síndrome de Diógenes como yo, te va a costar mucho decidir en qué los gastas.

Para los que no lo conocen, el síndrome de Diógenes es básicamente el acaparamiento de cosas y la resistencia a gastarlo “por si lo necesitas luego”. ¿Sos de los que terminaron Skyrim con miles de pociones? Bienvenido al club, nos juntamos todos los martes a la noche, ah, y te aviso que Prey te va a poner a prueba.

Debilidades y enfoques

A diferencia de los shooters tradicionales por así decirlo, en Prey no te vas a sentir superior a tus enemigos. Afortunadamente no existe la autoregeneración de vida, ni podés hacer saltos imposibles o llevar un arsenal que solo un ejército podría cargar. Una vez que estés explorando Talos I, vas a sentirte vulnerable, al punto de pensar dos veces antes de entrar en un cuarto desconocido corriendo como un loco desquiciado.

Si bien tu personaje puede obtener nuevas habilidades mediante neuromods, estos son muy escasos, al punto que no vas a desbloquear todo el árbol de tu personaje. Las elecciones que hagas van a cambiar la forma de encarar el juego, pero lo brillante, y aquí es donde el diseño de los niveles toma protagonismo, es que nunca sentís que tomaste una decisión errónea.

Si hablamos del diseño de los niveles hay que decir que este es probablemente el punto más destacado del juego, es simplemente impecable. En ningún momento me encontré con las famosas paredes invisibles a las que tan acostumbrados estamos. La forma en la que Arkane diagramó los niveles y la forma en la que podés ir abriéndote paso es simplemente magistral. Con esa sensación de verticalidad que se veía ya en Dishonored, con distintas formas de acceder a nuevas áreas, todo se siente natural.

No todo es perfecto

Puntos débiles tenemos todos, y como es de esperar Prey sufre en algunos aspectos. Entre los que probablemente se corrijan mediantes parches deberíamos nombrar cierto lag en los controles, el comportamiento del volumen de la música durante el juego cuando tenés enemigos cerca y los tiempos de carga que son casi eternos.

La lista de cosas en las que seguramente no veamos cambios es breve, y no hace que deje de recomendar el juego. Sin dar spoilers hay que decir que la variedad de enemigos es escasa, aunque la IA da un buen desafío y genera variedad en los enfrentamientos, llegamos a sentir que nos enfrentamos siempre a los mismos tipos de enemigos. Lo otro es el sistema de melee y disparos, simplemente no es el mejor, no se siente del todo bien, pero no es terrible.

No lo llames Prey, llamalo System Shock

El mayor halago que puedo darle es que podría llamarse System Shock 3 y todos lo aceptaríamos como algo válido. Arkane ha logrado un juego excelente, donde puso en práctica todos los aprendizajes del género de todos estos años.

Prey se centra en una buena historia, te invita a explorar y con un diseño de niveles perfecto premia estrategias diferentes para avanzar dentro y fuera de la estación espacial. Aunque su ritmo no es para todos, si disfrutaste juegos como Bioshock y te gusta la ciencia ficción, no podés dejarlo pasar.

5 COMENTARIOS

  1. Que buen juego System Shock 2, me costaba horrores por mi edad, pero me pase semanas tratando de terminarlo; no lo logre jaja.

    Solo con esa comparacion, me dieron ganas de probar Prey (2017).

    • mm

      Patricio Marin

      La buena noticia es que hay un demo!

  2. Ariel

    Ya lo jugaré cuando salga el crack o bien tenga un suculento descuento jaja, que ando seco de cash.

    Nota: Se ve que este juego se puede pasar en apenas 18 minutos porque algunos speedrunners marcaron ese tiempo.. increíble teniendo en cuenta que normalmente dura unas 20 horas según dicen.. jajaja.

    • mm

      Patricio Marin

      El speedrun de 20 minutos es una locura! El pibe encontró unos cuantos glitches y se sale del mapa, eso y usando el arma GLOO hizo que llegase a ese tiempo. El juego jugándolo normalmente dura tranquilamente 15 horas. El video lleno de spoilers está acá: https://www.youtube.com/watch?v=rxfQwROXRwQ

  3. andres black

    No me engancho, jugué unos 30 minutos, llegue a salir de la zona de simulación, mate unos cuantos mimics, pero me aburrio…

    le doy otra oportunidad? se pone interesante despues?

Dejá una respuesta

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí