Nació en 1995 y se ofreció cómo una versión más completa que Notepad, el editor de texto que venía «por defecto» con Windows.
Se hizo conocido al instante y así es cómo Wordpad marcó una época. Muchas personas comenzaron a usarlo cómo procesador de texto por defecto ya que por alguna u otra cosa no tenían Microsoft Word instalado. Se trataba de una mejora sustancial comparado al Notepad (que probablemente sea el procesador de texto más espartanos para Windows) ya que permitía hacer cosas muy interesantes – para la época – cómo elegir la tipografía, el tamaño, poner negritas, cursivas e incluso… insertar imágenes.
Con Wordpad también nació el formato .RTF (Rich Text Format o formato de texto enriquecido) que básicamente diferenciaban los viejos y queridos .TXT (que eran binarios de texto) con un formato que incluía imágenes y obviamente también las opciones de formato. Imprimir era sencillo también en Wordpad, con más opciones que Notepad lo convertía en una opción muy interesante si uno no tenía Word.
Un Word que no era Word (ni muy muy, ni tan tan)
El gran problema de Wordpad era que – por causas lógicas y obvias – era un Word completamente recortado para que la gente… compre Word. Si bien Wordpad siempre tuvo las opciones de formato y la posibiliadad de insertar imágenes, Word siempre fue muchísimo más potente y completo. Microsoft Word siempre fue una aplicación de procesamiento de texto con una amplia gama de funcionalidades avanzadas. Word ofrecía (Y ofrece) un conjunto completo de herramientas para la creación de documentos profesionales, incluyendo capacidades de revisión y colaboración, integración de gráficos avanzada, y muchas otras características que WordPad no pudo ni puede igualar.
El problema de Wordpad es que al quedarse al medio entre Notepad y Word la gente que quería escribir un archivo de texto simple o una lista, simplemente abre Notepad (o Notepad++ si sabe) y el que quería escribir algo de manera profesional, abre Word.
Así que…
Gracias por todo, Wordpad
Microsoft ha anunciado que Wordpad dejará de venir en las ediciones de sus futuros Windows (o sea, a partir de Windows 12) con lo que se acaban casi 30 años de vida de uno de los softwares más veteranos de Microsoft en servicio. Para mí tiene toda la lógica porque, salvo excepciones cómo armar una firma para los mails, usar Wordpad no tiene prácticamente sentido alguno.
De todas maneras, ahí se irá, un gran software, que todos los que peinamos canas hemos usado más de una vez.
Gracias por todo, soldado.