Como es costumbre, en este lugar cada vez más perdido de la Internet nos ponemos a hablar al pedo y a divagar sobre el mercado y hoy, como no podía ser de otra manera, le tocó el turno a las Notebooks. ¿Estás por comprar una? Vamos a tratar de decirte, en términos generales, qué conviene comprar, que no y también donde tenés que prestar atención.
En 2025 el mercado de portátiles presenta una transición clara: Intel ya no domina de forma indiscutible, mientras AMD y Apple ganan terreno. Intel entregó sus últimas generaciones con altos consumos y temperaturas, sin saltos de rendimiento notables. Por el contrario, AMD ha consolidado su línea Ryzen 5000/7000 como opción preferida (especialmente en entusiastas y gaming) logrando “potencia real y eficiencia equilibrada” que muchos usuarios valoran. Apple, por su parte, ha avanzado con sus chips M-Series (M4 lanzado en 2025) basados en ARM, llevando a los MacBook Air/Pro a liderar en rendimiento por vatio y autonomía. En este contexto global y local (precios elevados, inflación y fuerte impulso de ventas online), elegir bien es clave. En el artículo repasamos las tendencias técnicas actuales de notebooks y damos consejos de compra para 2025.
¿Qué habría que comprar como mínimo hoy?
Para no quedarse corto en rendimiento y durabilidad, conviene evitar los procesadores más básicos y configuraciones «de entrada». En general, no compre portátiles con CPU Celeron, Pentium, Atom ni con AMD Athlon, ya que en la actualidad son extremadamente lentos para tareas corrientes. Buscate como mínimo un Intel Core i3/i5 de 12.ª gen o superior, o un AMD Ryzen 5/7 de últimas generaciones, los Ryzen 3 van bien también, aunque algunos modelos ya van mostrando su edad.. En memorias, 8 GB de RAM es el mínimo estricto solo en presupuestos muy ajustados; lo ideal es optar por 16 GB (o más para tareas exigentes). En almacenamiento, exija SSD NVMe, nunca disco mecánico ni memoria eMMC lenta. Un SSD NVMe de 500 GB es el punto de partida razonable; más es mejor. 1 TB seríoa ideal pero también depende qué tipo de usuario sos. Si no jugás o no usás archivos gigantes capaz es medio al pedo.
En la pantalla, Full HD (1920×1080) es la resolución mínima recomendada. Si el presupuesto te lo permite, andá mirando pantallas 2K (QHD) o 4K en tamaños mayores. El panel debería ser IPS (o OLED) y con buen brillo (>300-400 nits); tratá de evitar paneles baratos TN o VA con malos ángulos y colores pobres. Finalmente, deberías revisar la conectividad: hoy conviene que tenga al menos un puerto USB-C 3.2 Gen2 o Thunderbolt 4 para datos y carga, además de un puerto USB-A clásico. Otra cosa importante es tratar de conseguir un equipo que cargue por USB-C (Power Delivery) para flexibilidad.
Resumen de mínimas recomendadas:
- CPU: Core i5/i7 (12ª gen. en adelante) o Ryzen 5/7; NO Celeron/Pentium/Ryzen 3.
- RAM: 16 GB (8 GB sólo en apuro).
- Almacenamiento: SSD NVMe (mínimo 500 GB).
- Pantalla: ≥Full HD (1920×1080) IPS u OLED, brillo +400 nits.
- Puertos: Thunderbolt 4/USB-C PD + USB-A estándar.
Bueno, equipos así andan alrededor de USD800 como mínimo y comprándolo en alguna oferta. Por lo general los modelos que se consiguen a buen precio con esas características son los mas «base», es decir, con bisagras, teclados y materiales medios chotos. Así es la vida.
Ahora. ¿No llegás a comprar algo así? Mi recomedación es que te fijes si la Notebook es «actualizable» y te «achiques» en memoria (8GB y le agregás 16GB más cuando puedas) o en SSD (lo agrandás cuando puedas, también). Son cosas mucho mas fáciles de actualizar que CPU o pantalla, cosas directamente dificilísimas (por no decir iomposibles) de mejorar.
¿Vas a comprar usado?
Y… es todo un tema, pero bueno. La realidad es que existe un mercado lleno de Notebooks con muy poco uso. Equipos de empresas que los renuevan al año o que incluso son regalados a los empleados que usan… una Macbook. Sea como fuere está lleno de equipos interesantes pero tenés que tener en cuenta que existe una base mínima para que funcionen bien con Windows 10, como minimo. Vamos a hablar principalmente del CPU. Y si querés saber más del tema te recomendamos el artículo que escribimos específicamente para esto.

Resumen: Buscar al menos un Intel Core i5 de gama media o equivalente, preferiblemente de generaciones recientes. En portátiles de segunda mano esto significa idealmente una CPU Intel Core de 8ª generación en adelante (o AMD Ryzen serie 2000 en adelante), aunque como base funcional podrías arrancar Windows 10/11 con algo menor. Veamos los detalles y diferencias:
- Mínimo funcional (límite inferior): Windows 10/11 puede instalar en procesadores bastante antiguos (un Core i3 o i5 de 5ª–6ª generación de 2015, por ejemplo), pero el rendimiento será limitado. Un Core i3-5005U (2 núcleos a 2 GHz de 2015) logra mover el sistema y tareas básicas, pero al límite. Por ejemplo, un Core i5-5200U de 5ª generación supera en rendimiento agregado por ~25% a su equivalente i3-5005U, gracias a su frecuencia Turbo Boost más alta, pero ambos siguen siendo dual-core. En general, hasta la 7ª generación Intel, los Core i3 e i5 móviles eran 2 núcleos/4 hilos; el i5 aventajaba al i3 ~20-30% al poder subir más de frecuencia. Esto se notaba solo en cargas intensivas puntuales, mientras que en uso ligero la diferencia era menor. Conclusión: un portátil usado con Core i5-6200U o i5-7200U (2015-2016) puede ejecutar Windows 10/11 y ofimática, pero representa el mínimo para «sobrevivir» – funcionará, pero con margen reducido.
- Salto importante en 8ª generación: A partir de Intel 8ª gen (2017), los Core i5 U pasaron a 4 núcleos/8 hilos, mientras los i3 seguían con 2c/4h. Esto amplió mucho la brecha en multitarea. Un Core i5-8250U (8ª gen) rinde alrededor de un 74% más en promedio que un i3-8130U de la misma época (debido al doble de núcleos) – en Cinebench R15 multi-hilo el i5-8250U supera al i3-8130U en ~66%. Sin embargo, en tareas de un solo hilo su diferencia es mínima (en Cinebench R15 monohilo el i5 solo logra ~3% más que el i3, ya que ambos alcanzan frecuencias similares). En generaciones 9ª, 10ª, 11ª la situación fue parecida: el i5 típico seguía con 4 núcleos, el i3 con 2, resultando en ~60% más rendimiento global a favor del i5 en esas generaciones. Por ejemplo, un Core i5-10210U (10ª gen) aventaja en ~59% a un i3-10110U, y un i5-1135G7 (11ª gen) rinde ~61% más que un i3-1115G4 según benchmarks agregados. Conclusión: en equipos usados, es muy preferible un Core i5 de 8ª gen o posterior frente a cualquier i3 de generaciones anteriores, especialmente si planeas multitarea intensa.
Apple M4 vs Intel/AMD: rendimiento y consumo
Apple ha llevado sus portátiles MacBook al silicio propio con la serie M (ARM). El Apple M4 Pro (2025) es un chip de 14 núcleos (10 de rendimiento + 4 eficientes) y GPU integrada de 20 núcleos, usado por ejemplo en MacBook Pro y Mac Mini M4 Pro. En benchmarks sintéticos, el M4 Pro brilla en tareas de un solo núcleo: obtiene alrededor de 652 puntos en Geekbench 6, superando en ~6% al mejor CPU x86 móvil de la comparativa (p.ej. Ryzen 9 9950X). Sin embargo, en pruebas multi-núcleo queda detrás de los chips con más núcleos (un Core i9 de escritorio de la misma época fue ~35% más rápido, aunque con 24 hilos frente a 14 del M4). En resumen: mononúcleo excelente, multinúcleo bueno pero limitado por el número de núcleos.
El gran punto fuerte del M4 es la eficiencia energética. Con un Mac Mini M4 Pro como referencia, consume solo ~3 W en reposo (frente a >8 W en muchos Intel). Bajo carga sostenida (p.ej. transcodificación), el M4 Pro ronda 45–54 W; los rivales x86 alcanzan 100–350 W. El resultado es un rendimiento por vatio muy superior: en pruebas reales (HandBrake) el M4 Pro duplicó la eficiencia energética (GPU y CPU) del Core i9 más extremo. Esto se traduce en autonomía excepcional: un MacBook Air M4, por ejemplo, llega a ~15 horas de uso continuo, mucho más que los típicos 8–10 horas de ultrabooks Windows.
En la práctica, Mac con M4 son muy rápidos en edición de video (Final Cut, etc.), compilación y tareas CPU-limitadas; también ofrecen buena GPU integrada (10 núcleos en Air M4) para gráficos moderados. Por contra, compatibilidad es distinta: corren macOS, no Windows nativo. Las apps x86 Intel funcionan bajo emulación (Rosetta 2) con buen soporte hoy día, pero usuarios de software especializado (algunos juegos, CAD/ingeniería poco comunes en Mac) pueden encontrar limitaciones. En ecosistema Apple, Office, navegadores y Adobe Creative Cloud tienen versión optimizada ARM; sin embargo, tareas que requieran ejecutar Windows nativamente (por ejemplo, algunos programas corporativos) no son posibles sin máquinas virtuales (Parallels, etc.) y con penalidad de rendimiento.
En comparación, los notebooks Windows con Intel o AMD ofrecen mayor compatibilidad universal de software (todos los programas de Windows y Linux), pero a costa de eficiencia. Intel lanzó su serie Core Ultra (Gen 15), y AMD tiene Ryzen 7000/8000; estos chips añaden aceleradores de IA y más núcleos/hilos, pero consumen decenas de watts bajo carga. Su ventaja es el rendimiento multihilo extremo (ideal en algunas tareas profesionales y gaming con GPU dedicada). Por ejemplo, un Core i9-14900K móvil de alto TDP supera al M4 en multi-proceso, pero corre muy caliente.
En definitiva, Apple M4 otorga: excelente rendimiento por watt, mucha batería y fluidez en uso diario macOS, a cambio de menor rendimiento bruto multihilo y ecosistema cerrado. Intel/AMD brindan: máximo rendimiento total (especialmente en multitasking y juegos con GPU dedicada) y compatibilidad total con todo software, pero con menor eficiencia y autonomía. Para elegir, considere su sistema operativo preferido y usos concretos (p.ej. si hace mucho diseño 3D puede preferir Windows/Intel; si da prioridad a movilidad, elige Mac M4).
Comparativa por gamas de Notebooks
A continuación vemos las tres grandes categorías de Notebooks que conviven en el mercado.
Categoría | CPU típico (notebook) | GPU típica | Pantalla | Autonomía aprox. | Ejemplos disponibles en Argentina |
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Ultrabook (ligera, ofimática) | Intel Core U (i5/i7 13a/15a gen) o AMD Ryzen 5/7 serie U; o Apple M (Air/Pro) | Gráfica integrada (Intel Iris Xe, AMD Radeon integrada) | 13″–15″ FHD/QHD IPS u OLED, ~60–120 Hz | Alta (~10–15 h) | MacBook Air/Pro M4, Dell XPS 13/15, HP Spectre x360, Lenovo Yoga 9i, Samsung Galaxy Book3 |
Gaming (alto rendimiento) | Intel Core H (i7/i9 13a/15a gen) o AMD Ryzen 7/9 serie H | NVIDIA GeForce RTX 3060–4090 o AMD RX móviles | 15″–17″ 1080p–4K IPS, alta tasa (144–240 Hz) | Baja (~3–6 h gaming) | Asus ROG Zephyrus G14/G15, MSI Stealth, Lenovo Legion 5/7, HP Omen 16, Acer Predator |
Workstation (profesional CAD) | Intel Xeon W o Core H alto, AMD Threadripper Pro (móvil) | NVIDIA RTX A (Quadro) series, GPUs profesionales | 15″–17″ IPS o OLED 4K, con calibración de color | Media (5–10 h ofimática) | Lenovo ThinkPad P1/P16, Dell Precision 5470/7770, HP ZBook Fury, MSI WS66 |
Las ultrabooks son portátiles delgados y livianos, pensadas para productividad general. Suelen llevar CPUs de bajo voltaje (serie U de Intel o serie U de AMD) o los chips M de Apple. Casi siempre integran solo gráficos internos (Intel Iris Xe, Radeon Vega o GPU del M4). Su ventaja es portabilidad y batería prolongada; por ejemplo el XPS 13 o el MacBook Air pesan ~1,2 kg y superan las 10 h de uso real. En contra tienen menor potencia para juegos/edición; no dan grandes FPS ni manejan tareas muy intensas en paralelo. Ejemplos populares en Argentina son el MacBook Air M4, los Dell XPS 13/15, HP Spectre/Envy x360, Lenovo Yoga Slim o ThinkPad X1 Carbon.
Las Notebook gamers son más voluminosos. Incorporan CPUs de alto desempeño (Intel Core serie H o AMD Ryzen H de última generación) junto con GPUs dedicadas potentes (típicamente NVIDIA GeForce RTX 3060–4090 o AMD Radeon RX móviles). Su pantalla suele ser de 15” o más, con alta frecuencia de refresco (144–240 Hz). Al ser muy demandantes, tienen autonomías cortas (3–6 h en juego continuo) y chasis gruesos con potentes sistemas de enfriamiento. Son ideales para videojuegos modernos AAA y edición de video o 3D; no tanto para viajar ligero. En Argentina encontramos: Lenovo Legion 5/7, HP Omen 16/17, Asus ROG Strix/G Zephyrus, MSI Stealth/Bravo, Acer Predator Triton/Nitro, Dell G15 y similares. En estos equipos el componente “gaming” marca la diferencia: potencia bruta al costo de peso y batería. Por ejemplo, la Asus ROG Flow X13 (13,4″) es una rara portátil convertible con CPU Ryzen 9 y hasta RTX 4070 (60 W TGP), 32 GB RAM, batería 75 Wh y solo 1,3 kg. Su rendimiento gráfico con RTX 4070 le permite jugar exigentes títulos en ajustes altos.

Las workstations móviles son «laptops para profesionales». Suelen tener CPUs de clase servidor (Intel Xeon o AMD Threadripper Pro móviles) o al menos los Core i7/i9 más potentes, junto con GPUs profesionales como NVIDIA RTX A-series (antes Quadro) que incluyen memoria ECC y controladores optimizados para CAD/CAM. Montan chasis robustos, numerosas ranuras de expansión y certificaciones ISV (p.ej. Autodesk, SolidWorks). En Argentina son ejemplares la serie Lenovo ThinkPad P (P16, P1, etc.), Dell Precision (serie 5000/7000) y HP ZBook Fury/Studio. Ventajas: fiabilidad (“tanque de guerra” – duradero), estabilidad térmica diseñada para cargas intensas, soporte técnico corporativo. Desventajas: son muy caros, pesados (2–3 kg) y la batería dura menos que en ultrabooks. Por ejemplo, el ThinkPad P16 Gen5 puede montar un Xeon o Core i9, GPU RTX A5500 y 128 GB RAM; está pensado para tareas como simulación, render y diseño industrial. Como apunta Lenovo, estas estaciones de trabajo ofrecen “máxima productividad con potencia y confiabilidad que las PC estándar no pueden igualar”. Tecnovortex destaca a Lenovo ThinkPad en este segmento por su durabilidad certificada (p.ej. MIL-STD 810H en X1 Carbon) y su facilidad de mantenimiento, frente a alternativas de consumo como Dell XPS o MacBook (mucho más sellados).
Longevidad de las Notebooks (y el envejecimiento tecnológico)
Para que una notebook dure años, conviene apostar por calidad de construcción y reparabilidad. Portátiles con chasis metálico, disipación eficiente y componentes de marca suelen aguantar más. Por ejemplo, las Lenovo ThinkPad (serie T/X/P) son famosas por su robustez: llevan pruebas militares (MIL-STD) que aseguran resistencia a golpes, vibraciones, polvo y temperaturas extremas. En el día a día esto significa poder llevarlas en mochila sin temor: “sin excesivos cuidados, la máquina aguanta”. Otras marcas empresariales (HP Elitebook, Dell Latitude) también ofrecen buena durabilidad; los modelos de consumo baratos (chasis plástico endeble) no.
La modularidad es clave. Prefiera equipos con almacenamiento y RAM accesibles (incluso vendiendo sin soldar). Muchos ThinkPad permiten reemplazar SSD y, en modelos recientes, hasta RAM o batería con pocos pasos. Esto retrasa la obsolescencia: puede ampliar memoria o cambiar disco SSD cuando haga falta. En cambio, ultrabooks superdelgadas (MacBook, Dell XPS, algunos Ultrabook de tiendas) “sacrifican totalmente la reparabilidad”: RAM y SSD soldadas, batería pegada, teclado remachado. Si algo falla fuera de garantía, reparar será costoso o imposible.
En general, la calidad de componentes extiende la vida útil: buenas baterías (capacidad real acorde, células de calidad), teclados resistentes y pantallas bien selladas son valiosas. Un portátil de marca líder debería ofrecer al menos 3 años de uso sólido y varios más con desgaste progresivo. De hecho, muchos usuarios aún usan MacBooks de 10 años como máquinas ofimáticas básicas. Mantener temperaturas óptimas (no forzar juegos largos sin enfriamiento, limpiar el ventilador) y cuidar la batería (no dejarla al 0%/100% permanentemente) ayudará a que los componentes internos no se degraden prematuramente.
Consejos de longevidad: elija chasis metálicos o certificados MIL-STD, que disipan mejor el calor; verifique que pueda reemplazar el SSD/RAM; mantenga limpios los ventiladores; evite llevar el equipo al límite térmico. Todos estos factores aumentan las probabilidades de que el portátil siga siendo útil 5-10 años.
Riesgos ocultos al comprar Notebooks en 2025
Hay varios peligros que el comprador debe considerar:
- Soporte técnico local: Antes de elegir una marca emergente o modelo importado, verifique si tiene servicio oficial en Argentina. Marcas chinas populares (no Xiaomi o Chuwi, por ejemplo) pueden ofrecer buen hardware a bajo costo, pero casi sin red de soporte local. Si el equipo presenta fallas, repararlo puede requerir enviarlo al exterior y esperar meses. En cambio, Lenovo, HP o Dell cuentan con centros de servicio autorizados en el país.
- Control de temperatura: Los procesadores y GPUs más potentes generan mucho calor. Equipos “gamer” con CPU Intel Core i9-13900H o similares necesitan disipadores muy eficientes. De lo contrario, sufrirán thermal throttling (bajada de rendimiento para enfriar) y menor vida útil de componentes. A tener en cuenta, las series «HK» de Intel (tope de línea) pueden alcanzar consumos insoportables y temperaturas extremas. En un portátil mal refrigerado esto lleva a ruidos intensos, caída de FPS y, a la larga, fallos térmicos. Siempre hay que verificar las reseñas de temperatura del modelo de procesador específico.
- Upgradeabilidad limitada: Muchas ultrabooks y convertibles modernos no permiten ampliar RAM ni SSD. Si compra un modelo base muy barato, puede descubrir que 8 GB o 256 GB serán insuficientes en 2-3 años. Antes de comprar, compruebe (o lea reviews) para saber qué componentes son soldables. Por ejemplo, la ThinkPad T14 Gen3 permite cambiar SSD y RAMtecnovortex.com; un MacBook Air no.
- Compatibilidad futura: Evite laptops con SO muy cerrado o «modo S» de Windows. Además, considere el ciclo de soporte: Windows 11 puede exigir CPUs recientes para actualizaciones, y macOS deja de soportar Macs antiguos tras unos años. Un equipo con puertos actualizados (Thunderbolt 4, Wi-Fi 6/7) y normativas recientes (Bluetooth 5.2+, USB-C PD) será más «a prueba de futuro».
- Temperaturas y ruido: Como riesgo oculto menciona el entorno: usarlo en lugares sin ventilación, en el auto al sol o apoyar el portátil en superficies blandas puede subir la temperatura interna, acelerando el envejecimiento del CPU/GPU. No es un defecto del equipo, pero vale considerarlo.
Conectividad, autonomía y calidad de pantalla
En 2025 los estándares conectivos avanzan rápido. Lo mínimo recomendable incluye Wi-Fi 6E o 7 y Bluetooth 5.2+ para asegurar compatibilidad con redes modernas. Un puerto Ethernet integrado es raro en ultrabooks, pero útil en gaming/profesional para latencia baja. Al menos una salida de video (HDMI 2.1 o DisplayPort por USB-C) es deseable, y Thunderbolt 4/USB4 se valora para videollams y periféricos. La carga por USB-C (Power Delivery) debe estar presente para no depender de cargador propietario. Como insiste la guía de 2025, “asegure al menos un puerto USB-C 3.2 Gen2 o Thunderbolt 4; y soporte carga USB-C”.
La autonomía varía según la gama. Ultrabooks con CPUs eficientes (especialmente los M4 de Apple) superan 10 horas de uso real; por ejemplo, el MacBook Air M4 alcanza 15h. Los portátiles gamer más potentes apenas llegan a 3–5 h jugando, y 6–8 h en uso ligero. Las workstations suelen situarse entre medias (~5–10 h en tareas ofimáticas), gracias a baterías grandes (80–90 Wh). Los fabricantes suelen indicar duración máxima, pero lo real es menor. La tendencia es que chips ARM (Apple, Snapdragon) y la serie Intel Ultra permitan autonomías muy altas en ultrabooks.

En la calidad de pantalla, además de resolución y panel (IPS/OLED), es importante la cobertura de color y brillo. Hoy las pantallas OLED ofrecen colores y contrastes superiores (p.ej. portátiles OLED de ASUS/Acer); las IPS de gama alta cubren 100% sRGB o más. Se recomienda que la pantalla cubra al menos 70–80% DCI-P3 para trabajo gráfico decente, y tenga al menos 300–400 nits para uso en interiores/exteriores. Un detalle práctico: laptops con webcam buena (720p o superior, centro de pantalla) suman mucho para videoconferencias, hoy ya casi estándar en gamas medias y altas.
Para ir finalizando: Estos son los criterios clave para una buena compra
Al elegir notebook en 2025 se deben considerar múltiples factores técnicos: rendimiento (CPU/GPU) acorde al uso, RAM y SSD suficientes para el futuro, calidad de pantalla y puertos modernos, y calidad de construcción. Evite configuraciones muy básicas (Celeron/Athlon, HDD, 4 GB RAM) que limitarán severamente su experiencia. Opte por marcas con soporte local (Lenovo ThinkPad, Dell, HP, Apple) y con buena reputación de durabilidad. Un panel con buena resolución y tecnología (IPS/OLED) y al menos un puerto USB-C con Thunderbolt marcarán la diferencia en usabilidad diaria. Preste atención al sistema de enfriamiento y a la capacidad de batería: más allá de las cifras, busque reseñas reales de autonomía y temperatura.
Finalmente, ajuste el momento de compra. Las grandes promociones (Hot Sale, CyberMonday) y los anuncios de nuevas generaciones son las mejores oportunidades para obtener un equipo potente a menor costo. Por ejemplo, renovar justo después de la salida de un nuevo chip (ya sea Apple M5, Intel Core Ultra Gen6 o AMD Ryzen 8000) suele implicar descuentos en los modelos “anteriores”. En resumen, el criterio para una buena compra en 2025 combina requerimientos técnicos claros (ver secciones anteriores) con oportunidad de precio: hardware suficiente para años, marcas confiables (ThinkPad destaca en esto) y aprovechar las ofertas del mercado.
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