Todos sabemos que el e-mail es el rey de las comunicaciones asimétricas.
Y como tal, el remitente debe esperar que el receptor se digne a leer y responder. Y creo que aquí esta el quid del asunto, donde existen personas que chequean su bandeja de entrada cada semana, otras una vez por día y los que trabajamos «en internet» lo usamos casi en tiempo real, gracias a las hermosas bondades que nos ha dado tener una computadora en el bolsillo todo el tiempo (de la cual actuamente somos, también, prisioneros).
Escribo esto mientras desde hace 5 días espero una respuesta importante donde hay dinero y tiempo en juego y donde, y como no puedo meterme en la casilla del receptor entramos en un pozo muy profundo. Muchos dirán… «si algo es importante es mejor hablar por teléfono» y es totalmente cierto, pero muchas veces no tenemos el teléfono de la otra persona (o tampoco se trata de algo de vida o muerte) y además suponemos, por el ambiente donde se mueve el receptor, que al menos chequea el correo 1 vez al día por lo que queda saber, si leyó y no va a responder, si nos está agarrando de pelot*do, o si le pasó algo y realmente la persona no pudo revisar su casilla de correo electrónico.
A esto se suma el hecho de que estamos tan acostumbrado a las respuestas instantáneas (o casi) de los mensajeros instantáneos cómo WhatsApp o Telegram que cuando no recibimos respuesta de un e-mail en un tiempo prudencial la ansiedad comienza a aumentar en nuestros pobres – y algo quemados – cerebros. Incluso si por casualidad tenemos el teléfono de esta persona comienza a circular la molesta y estúpida acción que odiamos todos de «pinchar» a alguien justamente por un mensajero y escribir:
Hola, ¿te llegó el e-mail que te mandé?
Algo que no cumple ninguna netiquetta o mejor dicho «buenos modales» de estas épocas (pero que a decir verdad, casi nadie respeta).
Así que la pregunta (que esta vez no va de forma de encuesta porque es algo… delicado) es:
Para vos: ¿Cuál es el tiempo límite donde descartás un correo enviado? ¿Y qué haces luego?
Yo cumplo en enviar el mail esperando que, si es a una empresa, lo lean y contesten en breve (si son serios)… a una persona, depende. Algunos se que chequean a cada rato mails.. otros sé que lo abren una vez por mes.. así que ahí me voy haciendo la idea de cuánto tardarán en contestar.
Y si, obviamente si es urgente, uso el teléfono (pero no onda los/las boludos/as que te llaman a cada rato para decirte «te mandé un mail» que seguramente, sea un estúpido PPT)
te entiendo totalmente. Me pasa seguido con los proveedores esperando un presupuesto importante, o peor, viendo como me pueden entregar un producto necesario.
El mail es la forma de comunicación mas premeditada que existe (después de la carta escrita, obvio). Tenés todo el tiempo del mundo para pensar lo que vas a escribir, revisarlo, chequearlo, estilizarlo, y hacer todo tipo de cosas para gastar tiempo en enviarlo. Pero el receptor disfruta de la misma ventaja, y a veces se aprovecha de ella para excusarse de no contestar algo o hacerlo a medias. Cuando este tipo de comunicación no funciona (el que tiene que responder se toma demasiado tiempo o te contesta cualquiera), pasás al siguiente, el cual suele ser el chat (si aplica). Acá, los tiempos de respuestas son menores (si se digna en contestarte), y no es necesaria la estética ni la excesiva formulación de las oraciones. Si también falla, vamos al teléfono. En este caso, ya casi no existe tiempo muerto entre un mensaje y otro, y podemos recurrir a exclamaciones y llamadas de atención mas punzantes (conocidas mejor como levantadas de voz, o directamente puteadas). Si falla, no queda otra que el cara a cara, lo mas síncrono que disponemos los humanos (y podemos elevar las exclamaciones al nivel agresión física, también conocido como «te voy a romper la cabeza»).
Entonces:
Mail = TTL alto (días, semanas)
Chat = TTL bajo (minutos)
Teléfono = TTL muy bajo (segundos, décimas)
Cara a cara = TTL idem a teléfono, pero con el plus de poder cagarlo a trompadas
Me armé una investigación científica al final, ja. Saludos
Guillermo, re-enviale el mail.
Si es una empresa, mandale con acuse de recibo/lectura (Muchas veces me ha servido)
Y pedile que tenga la amabilidad de acusar recibo de tu mail. Si no lo hace y a vos te interesa el contacto, en caso de no respuesta, estarías habilitado a llamar.
A mi me pasaba que vendiéndole a una embotelladora, mis correos los tomaba el server de ellos como spam y simplemente los desechaba, sin mandarme el famoso «MailerDaemon». Osea, que el receptor jamás los leía.
yo por lo general soy re colgado. Puedo tardar mucho tiempo en contestar un mail «importante».
Para gente como yo, lo mejor es mandarles un «amistoso recordatorio»; siempre que no seas un pesado, al otro no le va a molestar.
Una semana.
Ufff… Yo desde que tengo envios de newsletters periodicamente, cuando tengo que mandar un mail así por un presupuesto o algo y quiero saber si leyeron (si bien no es exacto), mando desde la aplicación para boletines…
Así, si se abre la imagencita que toma estadísticas, hacen algún click, o algo… me da la pauta que leyeron…
También podés ponerles (creo desde Outlook se puede), la opción que cuando lo abran le dice «mandar acuse de recibo»…
Y sino, reenviale y poneles «Por favor, confirmar la recepción de este e-mail, gracias». Muchas veces responden.
Y sino, hacé la tuya, salvo estés necesitado del laburo… O empezá otro y después siempre tenés las excusa de «te mande un mail, otro a los 5 dias, y como no respondiste empecé con otra cosa»…
Alguna vez leí que hoy en día «tener una casilla de e-mail es una OBLIGACIÓN casi de leerlo AL MENOS una vez por semana… y de RESPONDER todos los mensajes; sino, para que mierda tener un e-mail». Igual con eso de «no me llegó», con mails y sms… Sería MUY RARO que no llegue, eso dejalo para cuando Hotmail se caia cada rato, o esto no era tan popular… Pero ahora, es EXCUSA BARATA!
Yo generalmente los mando y me olvido. Si es algo importante, de acuerdo al caso llamo o mando un segundo mail de confirmación, según corresponda con la confianza que tenga con el destinatario, ya sea al finalizar el día o al siguiente.
De todas formas no me confío mucho en el email en sí. Es cierto que mejoró muchísimo y es muy difícil perder un correo o que caiga como spam en los servicios más populares como Gmail y demás, pero muchas veces se tienen que enviar a dominios con servidor propio en la empresa, o peor aún, gestionado por un ISP, y ahí puede pasar cualquier cosa. Los acuses de recibo, por otro lado, no son soportados por todos los clientes de email y muchas veces éstos los tienen deshabilitados.
Así que si no estás seguro, llamá, y ahí se devela fácil si fue descuido u omisión.
Yo uso mailtrack para saber si abrieron el correo. Es una extension gratuita.
Me avisa tambien si paso mucho tiempo y no se abrió.
Por experiencias personales laborales, opto por el reenvío en 2-3 días o bien asegurarme (vía Whatsapp o llamada de teléfono) de que el correo le ha llegado. Demasiados casos en los que el correo acabó en Spam…
Nivel 1: Correo o SMS.
Nivel 2: Whatsapp, Telegram, WeChat, o cualquier mensajero instantáneo.
Nivel 3: Llamada telefónica.
Mis comunicaciones van en esos niveles de preferencia por la sencilla razón de que las palabras se las lleva en viento (nuestra RAM es muy volatíl) y luego sucede que ya no dijimos lo que dijimos en las platicas… en ese sentido el correo es una excelente herramienta ya que ante cualquier controversia tienes pruebas escritas.
De hecho tengo por regla que si el acuerdo fue por llamada telefónica o platica, envío un correo «corroborando» lo acordado… solo por si las moscas.