Si no vieron Alien: el octavo pasajero (1979) solamente les digo, deberían.
La recomendación es porque se trata de una película que tiene 45 años, y muchos centennials y gen Z conocen al Alien o jugaron algún que otro juego, pero nunca vieron la obra maestra que fué donde nació todo.
En esa película, Sigourney Weaver, se pone en la piel de la Teniente Ripley, tripulante de la nave Nostromo, la cual acude a investigar una transmisión desconocida desde un planeta desolado y bueno, se encuentran una especie un «poquito» hostil.
Lo que muchos no creían – incluso Casio – era que el reloj que tenían todos los tripulantes de Nostromo iba a convertirse en un clásico de la Ciencia Ficción. Se trataba de una versión modificada del Casio F-100, lanzado en 1978 que pretendía parecer un brazalete futurista con pantallas mellizas (dual screen) lo que lo convertía en un gadget un poco más «complejo», si se me permite el término. Hermoso.
Lo más curioso de todo esto es que Casio discontinuó el F-100 un año después. Lo que lo convirtió, justamente, en clásico y mítico.
Hace un par de años, es decir, varias décadas después, Casio trajo este modelo de vuelta pero con una vuelta de rosca con La serie A100. A diferencia de su antecesor el reloj y la correa son de metal y viene de varios colores (incluyendo la dorada, como debe ser). Los botones obviamente siguen siendo físicos y están en la parte frontal. Y cómo Dios manda también realizan las mismas funciones de los Casio F-100 de la época.
Con un precio de unos U$D100, esta línea de Casio es muy interesante para usar de daily. Después no digan que no les avisé.