Uno de los grupos de WhatsApp más movidos en mi teléfono se llama [P*GS] of Call of Duty, y corresponde al batallón (mas o menos lo mismo que un clan) que tengo con varios amigos, algunos de toda la vida y otros que se han ido sumando con el tiempo, con los cuales existe algo más que tomar cerveza en común: jugamos juntos al Call of Duty.
Pero el clan no data, como otros, desde hace muchos años. [P*GS] se formó este año y todos los que jugamos veníamos extremadamente oxidados en esto de los FPS (first person shooters). Todo comenzó a principios de la pandemia, cuando debíamos estar encerrados en casa y entre varios conocidos armamos un grupo donde nos conectábamos y rememorábamos las épocas doradas de los cybers a partir de las 20hs, jugando al Counter Strike 1.6, de hecho, a fines de marzo escribía «los amigos, el confinamiento, y el Counter Strike«.
El timing más perfecto, jamás visto
¿Sabían los de Activision que se venía una pandemia mundial?
El 10 de Marzo de 2020 salía al mundo Call of Duty: Warzone. Este battle royale o «la copia de PUBG» como a muchos le gusta decir tenía cómo ventajas el motor bastante optimizado del Call of Duty: Modern Warfare, la inmensa comunidad que juega a la serie pero, por sobre todo, el hecho de ser un modo de juego gratuito, compatible con PC, Playstation 4 y Xbox One, además de ser multiplataforma.
Enseguida, de la banda que jugaba Counter Strike 1.6, fuimos 2 con una PC medianamente potente que lo instalamos enseguida y 3 amigos que por entonces se quedaban afuera por tener PS4, pasaron a ser parte de otro grupo. Allí abrimos «Warzone & Beer», y comenzaron las aventuras de varios treinteañeros que nos juntábamos a tratar de ser los últimos 4 en quedar en pie en Verdansk, cosa que pasó muy poco pero así y todo nos divertimos mucho.
Mientras por un lado se iba pasando el furor lógico de rememorar épocas doradas de la vida y de jugar un juego con 20 años en la espalda, por otro los comentarios positivos de un juego que nos hacía pasar buenos momentos se disparaba. Lo que sucedió en mi pequeño grupo de conocidos – y también visto replicado al hablar con muchos entusiastas del hardware y de los videojuegos – se trata sin dudas de una de las mayores revoluciones vendemáquinas a la que he tenido la suerte de ser testigo.
Un juego para jugar entre amigos (y un anzuelo)
Si tuviera que definir a Warzone (y luego, también, al CoD:MW en su versión multiplayer) es que al fin y al cabo se trata de un hermoso FPS hecho para jugar – pero por sobre todo, divertirse – entre amigos. Cuando uno pone «entrando» en el grupo ya ves que algún otro trata de hacerse un hueco para armar al menos un dúo y tirarse en paracaidas en búsqueda de la victoria. La dinámica del juego y la posibilidad de comunicación lo vuelven ideales para distenderse y convertir partidas perdidas en anécdotas muy divertidas.
Sin dudas cuando los grupos – o batallones – se van haciendo más grandes, lo que sucede es que el máximo de jugadores que permite Warzone comienza a quedar chico y ahí se abre lo que para mi es la genialidad más grande de Activision junto con la posibilidad de mejorar las armas: la versión full del juego donde las pantallas multiplayer permiten jugar hasta 6 amigos a la vez.
Y ahí es donde se arman los multi, partidas – en mi opinión personal – más dinámicas y divertidas que las que permite Warzone donde Punto Caliente y Duelo por Equipos se llevan los laureles. De a poco todos los integrantes de [P*GS] fueron comprando la versión full del juego para poder ser parte, vaya jugada la de Activision.
El vendemáquinas
Pandemia, aburrimiento, necesidad de olvidarse de los problemas y estar en contacto con amigos, un buen juego gratuito. Las razones por la cual CoD: Warzone es un éxito son tantas que no alcanzaría este breve artículo para numerarlas, sin embargo, existe otra revolución que ha logrado este juego – y por la cual también comparten varias razones – y que es haber logrado que muchísima gente se compre una consola, una PC (o la actualice) para jugarlo.
De hecho, en este grupo de WhatsApp de 11 personas, más de la mitad se hizo primero con una consola o con una PC de manera exclusiva para poder jugar a este juego, algo que no he visto nunca antes de esta manera. Fue cómo si la escasa posibilidad de opciones que teníamos cuando nuestra movilidad estaba tan reducida – por no decir el encierro – aumentó de manera significativa la búsqueda de tener algo nuevo para hacer, o viciar.
La última vez que se supo cuántos jugadores de Warzone había en el mundo fue en Agosto. Donde más de 75 millones de personas eran los que tenían descargado e instalado el juego en sus máquinas, por lo que no me sorprendería que en breve se anuncie que llegaron a los 100 millones. Muchísimo, por un lado, pero lejos del monstruo llamado Fortnite que ostenta más de 350 millones. Quizás, la «mala» prensa que tiene el juego entre muchos de los snobs del mundo de la prensa gamer especializada haga que no tenga la repercusión mediática que se merece. Lo sé porque escucho muchos podcasts en donde esta saga parecería más una mala palabra que algo a analizar, aún cuando los números deberían decirles algo.
Por mi parte, debo agradecer a Activision por haber hecho este vendemáquinas y a todos los conocidos que han confiado en mi para que les arme una PC con el objeto de jugarlo y también a los [P*GS] por hacer de este 2020 un año un poco mejor de la basura que fue.
Todo muy padre hasta que su sistema automatizado se le ocurre ponerte un shadow ban de la nada, te empareja con tramposos o de plano no encuentras lobby, descubres por foros que tu maquina que tiene tarjeta de video y motherboard MSI no puede tener el msi afterburner por que lo detecta como cheat, lo desinstalas, tambien descubres que tu Visual Studio lo detecta como trampa pero no lo desinstalas pues de ahí comes pero como al mes te desbloquea sin explicaciones, juegas normal por meses y un día en la noche prendes el juego vas a mear y cuando regresas descubres que el juego te saco y que tu cuenta ha sido clausurada. Nuevamente sin avisos ni nada, no hay manera de apelar porque Activision jura que todos los ban son analizados y bla bla bla, por suerte solo compre el pase de batalla recién salio warzone y no le metí mas dinero. Jamas comprare algo de ellos otra vez.
Es increíble como creció este juego sentado en las bases de un modelo de negocios ‘distinto’ para Activision.
Hablabas del PUBG (juego que amo por su ‘realismo’ y demás mecánicas) y ahí tenes un juego que no supo apuntar en la dirección adecuada, alejando más y más jugadores con cada season y parche. En contrapartida Warzone encontró la receta parece, y por otro lado está haciéndose de un ecosistema copado (por ejemplo la vinculación con Cold War).
Creo que lo vendemaquinas acá no fue Warzone sino la pandemia, pero los de Activision fueron los que mejor timing y visión tuvieron.