Recuerdo la primera vez que fuí a un LAN Party, fue a finales de 1999 y cómo siempre, al novato le llovían problemas. Cuando uno iba por primera vez a jugar en red pasaban cosas. Los HUB (padres de los actuales Switchs) eran algo poco conocido, al igual que los cables de red, incluso para alguien que masticaba tecnología a diario. Cómo olvidarme que fui a comprar ese cable de red de 10 metros un mes antes de la juntada de la emoción que tenía.
Qué preguntar la red, qué ponerle IP fijo, qué esto, qué lo otro. Muchísimas cosas que uno aprendía y absorbía muy rápido. Es muy probable que si no me juntaba a jugar (o en realidad, si no hubiese sido tan fan de los videojuegos en PC) años después no me hubiese dedicado a la informática. Ustedes se preguntarán a qué viene toda esta introducción. El tema es que el primer juego que jugué en una LAN Party fue el fantástico Quake II, más precisamente el modo CTF. Fue cuando ví el futuro.
Hola, remaster, te estábamos esperando.
Hoy, casi 24 años después de ese suceso y 26 después de su lanzamiento, es un honor contarles que el remaster de Quake II es un hermoso homenaje a uno de los mejores FPS jamás creados. Reconozco que si bien a mi gusto – principalmente por la dinámica y velocidad del juego – fuí más fan de Quake III Arena, fue Quake II el que probablemente me haya convertido en un acérrimo jugador de FPS.
El remaster de Quake II salió en todas las plataformas modernas, y lo mejor es que hay juego cruzado en todas ellas. El juego es compatible con las capacidades gráficas máximas de cada plataforma que incluye modos 4K 120FPS en PS5 y Xbox Series X. Esto es así, obviamente, porque los gráficos si bien han sido muy mejorados, siguen siendo sencillos. A nivel jugabilidad se agradece la compatibilidad con mouse y teclado en las consolas, por lo que puede obtener la auténtica experiencia original sin una PC Gamer.
Cómo les comentaba, si bien los efectos gráficos son bastante modestos (hay efectos de iluminación mejorados y modelos actualizados), se nota una mejora en el juego per se. Según dicen los creadores, el remaster tiene un tickrate de 40 Hz frente a los 10 Hz del original (el tickrate es la cantidad de veces por segundo que un servidor actualiza lo que sucede en un juego) lo que significa que el juego reacciona a las entradas de una manera mucho más natural. También hay mejoras en la IA de los enemigos, que siempre fueron criticados por ser un tanto boludones.
Quake II Remaster trae un montón de cosas. Desde las expansiones originales hasta los niveles de versiones bastante inéditas cómo la de Nintendo 64. Un hermoso – y artesanal – trabajo de la gente de Machinegames que denota amor por el juego original. De hecho, también es posible jugar a la versión verdaderamente original del juego, que está incluída en el remaster.
Por si fuera poco, los desarrolladores han colgado el código fuente del juego para permitir a los modders hacer su trabajo (esto es algo que siempre hizo ID Software). De hecho la fuente original de Quake 2 ha estado disponible durante muchos años.
Ah, y si en alguna tienda tenés el juego original, vas a poder conseguir el remaster de manera gratuita.
Estuve probando el remaster y me ha parecido una auténtica maravilla. El juego mantiene todo lo del original pero le permite al hardware moderno lucirse. Cuando jugás sentís que estás jugando Quake II pero ves efectos (más que nada la sombra del protagonista) que son una delicida. Además, realmente se siente muy bien las mejoras al gameplay. Es fantástico.
Lo único que creo que deberían haber mejorado y no lo hicieron es respecto a la pantallas de carga. No entiendo cómo no mejoran eso, que es algo que los juegos modernos ya no tienen y hacen perder el momentum al jugador.
Quake II Remaster está en XBOX Game Pass, servicio que siempre vuelvo a recomendar.
Bien hecho Bethesda, bien hecho. Ahora me voy a viciar un rato, recordando épocas más felices.