8:25, suena el teléfono. Me despiertan, claro, atiendo… «Hola Guille, no nos andan los e-mails».
Se trata de un cliente de los que me quedaron de la época en las que hacía web y bueno, les alquilaba un pedacito de hosting.
– ¿Cómo que no andan?
– Si, no andan, no podemos ni entrar…
Mientras le decía que seguíamos la conversación por WhatsApp, prendía la pava eléctrica y me lavaba los dientes, mientras que con el dedo meñique sacaba la PC de Escritorio de suspensión.
Me siento. Lo primero que reviso siempre es que el dominio no esté vencido (en un 85% de las veces es por esto) pero no estaba, lo siguiente fue ping al servidor, el cual fue devuelto perfectamente. ¿Se habrá cagado algún servicio? Siempre tengo una prueba testing@dominio para probar…
Entro por webmail a través de webmail.dominio.com.ar y noto todo normal. ¿Será un tema de blacklist por algún SPAM? Ahí es donde me envío un mail a mi cuenta de Gmail personal, me levanto de la silla, pongo el agua en el termo y la yerba en el mate.
Mas o menos (porque siempre se pueden hacer mejores chequeos) traté de seguir un protocolo bastante digno de alguien que se acaba de levantar. Siempre digo que existe un modelo OSI para cada cosa y el de revisar eso de «mails que no andan» va por ese lado.
Me siento, voy a la pestaña de Gmail, apreto F5 y me da error 500.
Voy al WhatsApp, busco a esta persona y le pido que me comente exactamente eso de «no puedo entrar al mail».
– Claro, queremos abrir el Gmail y no podemos, por eso te llamé.
Ahí recordé aquellas frases de la famosa capa 8 (la capa de usuario) y todo lo demás. También sentí que en parte es culpa mía por recomendar a Gmail como «hub» de cuentas de correo ya que considero que es la mejor opción para «chupar» mails de cuentas de otros dominios y no tener que usar clientes cómo Outlook o Thunderbird (hablando de empresas pequeñas, no corporaciones, claro).
Cuando Google se cae, todo alrededor, se cae… se cae
Al final el servidorcito donde está alojada la web de mi cliente estaba perfecto, y sin embargo, la caída de la mayoría de los servicios de Google que sucedió este lunes 14 a la mañana de Argentina arrastró consigo a éste y miles de casos más, lo que demuestra que aquel concepto con el cual nació Internet – esa red de nodos descentralizados cuya redundancia le permite seguir funcionando aún a pesar de caídas de alguno de ellos – no funciona de tal manera en la vida real.
Y es que, por más que los principios fundamentales de Internet siguen vigentes, cuando una empresa monopoliza tanto servicios tan fundamentales cómo el correo electrónico, plataformas educativas, videos y demás como lo hace Google y tiene una caída, prácticamente paraliza a todos lo que las utilizamos.
Quizás en parte es culpa de Google, que durante años nos sedujo con ofertas irresistibles cómo 1GB cuando Hotmail daba 2MB o con Google Suite para dominios gratis y también parte es culpa nuestra, en parte por comodidad y en parte porque estas empresas han hecho muy bien el trabajo durante mucho tiempo y terminamos llevando prácticamente toda nuestra vida digital a sus servidores. Sea cual fuere la relación de uno con Google, Apple, Facebook o Amazon, la realidad es que estas empresas por motus propio han creado una Internet mejor para los usuarios (eso no podemos discutirlo) pero a la vez menos descentralizada y más dependiente de ellos.
Y mientras pensaba cómo contar la forma en la que desperté hoy, vino Valentín Muro a darme el título y un poco más.
Esto me recuerda a las época en las que Windows sufría algún 0 Day debido a malware en forma de worms (cómo los viejos y queridos Sasser y Blaster para Windows XP) y el mundo se paralizaba, o bueno, el 95% del mundo ya que los usuarios de Mac y Linux, no.
Y eso, al final del día, no es bueno para el mundo.
Pero ya estamos en el baile, y tampoco podemos hacer demasiado.
Y no, que unos pocos hippies usen DuckDuckGo y Telegram no va a cambiar nada, lamentablemente (aunque acá los amamos).
Si el producto es gratuito, y está con un uptime de más del 99%, te vas a quejar?
Yo creo que no. Ni las opciones pagas tienen el 100% de fiabilidad.
Seguí tomando unos mates hasta que se solucione.
El producto no es gratis.. el producto sos vos.
En Europa y USA dejaron de funcionar aparatos que dependen de los servicios de Google. Me parece que las cosas del «internet de las cosas» tienen que incorporar un minimo de «inteligencia» local para seguir funcionando si los servidores o la conexion se caen.