EA Sports FC 26 (sí, le seguimos diciendo FIFA) ya está disponible en acceso anticipado, y tras varias horas de juego puedo decirlo sin rodeos: estamos ante uno de los mejores FIFA de los últimos años. Hacía mucho que un juego de fútbol no me atrapaba así, al punto de sentir nuevamente esas maratones de vicio que creía olvidadas. ¿Qué tiene de especial esta entrega? A continuación, repaso mis primeras impresiones, con las mejoras que se sienten en la cancha y algo de contexto sobre las críticas que arrastra la saga.
Lo primero que se nota al jugar EAFC 26 es lo fluido y equilibrado que se siente. La promesa de EA de agilizar movimientos y quitar esa sensación tosca de ediciones pasadas se cumplió: los jugadores ya no se sienten lentos ni troncos, sino más ágiles y precisos. De hecho, se percibe un incremento de velocidad general, aunque sin llegar al extremo de los infames “correcalles”. Como señaló un análisis, EA logró medir la velocidad de los partidos como en las mejores entregas de la saga, con menos sprints descontrolados y animaciones mucho más naturales. En otras palabras, el juego es rápido cuando debe serlo, pero mantiene la inercia realista: ya no es tan fácil spamear al jugador más rápido y dejar atrás a todos, porque el equilibrio entre físico, posición e inercia está mejor logrado.

¿Qué mejoras puntuales se sienten en la cancha? Varias, y casi todas responden a pedidos históricos de la comunidad:
- Agilidad y regates: El control de balón y los dribles se han afinado. Las animaciones encadenan de forma más suave, sin esa sensación robótica de antes. Los futbolistas se mueven con mayor respuesta y realismo, lo que hace que encarar defensores con alguna gambeta se sienta más satisfactorio que antes. La pelota está más pegada al pie, así que tenemos más control en conducción y cambios de dirección.
- Pases y construcción de juego: En esta edición el pase vuelve a ser el rey. Ya en FC 25 se intentó dar más peso al toque, y ahora las combinaciones, cambios de frente y paredes son sumamente efectivas. No basta con correr en línea recta; mover la pelota inteligentemente es la forma más confiable de romper defensas. Esto le da al juego un tinte más estratégico y menos arcade, algo que muchos veníamos pidiendo.
- Defensa e IA mejorada: Aquí está una de las estrellas de FC 26. La defensa era “el elefante en la habitación año tras año”, especialmente porque ni FC 24 ni 25 lograron calmar las quejas de los jugadores sobre la marca defensiva. Ahora la inteligencia artificial en defensa ha mejorado notablemente: los centrales se colocan mejor, cubren espacios y ya no se desordenan tan fácil. Un defensa controlado por la CPU rara vez deja huecos regalados. Tus zagueros ahora sí te inspiran confianza, algo impensado en entregas previas.
- Entradas más recompensadas: Una crítica clásica de FIFA era que aunque lograras un quite perfecto, muchas veces la pelota rebotaba de vuelta al atacante. En FC 26 esa frustración se reduce: si metés el pie justo, te llevás el balón limpio (y se acabó la injusticia del rebote). Se siente por fin que timing es igual a premio para el defensor. Ojo, las entradas barridas requieren timing fino – la ventana de acierto es más pequeña que antes – pero cuando la clavas, el resultado es satisfactorio.
- Arqueros más sólidos: Los guardametas también han dado un salto de calidad. EA afirma que “los guardametas ahora reaccionan de manera más natural, con una posición mejorada”, reduciendo las cantadas y rebotes tontos. En la cancha esto se traduce en atajadas más realistas y menos goles regalados. No son imbatibles, pero ya no tenemos arqueros de manteca ni porteros magneto que sueltan cada disparo.
En resumen, la jugabilidad se siente renovada y muy pulida. La pelota corre con una velocidad y fluidez muchísimo mejor medidas que antes, y eso hace que cada partido resulte divertido y, dentro de todo, variado. Personalmente, volví a disfrutar tanto un FIFA como en mis épocas doradas de adolescente: los partidos tienen emoción, hay goles de todo tipo y cada acción responde bastante a lo que uno intenta hacer con el control. ¡Qué alivio poder decir eso en un juego de EA Sports!
Gráficos impresionantes y mejor optimización en PC
Otro aspecto que salta a la vista es el nivel visual del juego. Si bien el motor gráfico es continuista respecto a la entrega anterior, las mejoras sutiles en iluminación, animaciones faciales y detalles de los estadios suman para que FC 26 luzca increíble. Un comentarista resumió muy bien este tema al señalar que “los gráficos ya están re buenos, no sé si pueden mejorar mucho más”. Es cierto: la saga alcanzó un techo gráfico alto en los últimos años, y aunque FC 26 no revoluciona lo visual, sí perfecciona la fórmula. Las representaciones de los jugadores nunca se vieron tan fieles – estrellas como Messi, Haaland o Bellingham están prácticamente calcados – y las animaciones (potenciadas por HyperMotion y captura de movimientos reales) hacen que todo se vea más orgánico.

En PC, en particular, se siente un avance importante en rendimiento y opciones. Históricamente la versión de PC solía quedar relegada, pero este año EA puso énfasis en optimizarla y equipararla a las consolas. Hay soporte completo para mando DualSense con vibración háptica y gatillos adaptativos, múltiples ajustes gráficos nuevos (incluyendo frame rates liberados hasta 240 FPS, V-Sync adaptable, render scaling, etc.) y en general el juego corre más fino. En mi experiencia, FC 26 en PC va más fluido que las entregas anteriores desde el día uno, sin stutters molestos ni caídas bruscas de frames. Claramente pulieron el motor: hasta los requisitos mínimos son sorprendentemente accesibles. Todo esto es una gran noticia para los jugadores de PC, que ahora podemos disfrutar de gráficos next-gen y buen rendimiento a la vez.
Mejorando sobre las críticas de años anteriores
Vale la pena destacar que muchas de las mejoras de FC 26 parecen responder directamente a las críticas que la saga arrastraba. EA habló de una “experiencia de juego renovada impulsada por los comentarios de la comunidad”, y por una vez no es puro marketing: han tomado nota de lo que la gente pedía (o gritaba en foros) y ajustaron el rumbo en este título.
Algunos ejemplos claros:
- Dinamismo vs. correcaminos: En FIFA 23 y en cierta medida FC 24/25, la comunidad estaba dividida entre quienes pedían más velocidad y quienes odiaban los partidos de ida y vuelta sin táctica. En FC 26 parece que encontraron un término medio saludable. El ritmo fue nerfeado en su exceso justo – ya no vemos esos juegos de 7-6 de resultado con defensas de adorno – pero al mismo tiempo se eliminó la pesadez de los jugadores. El resultado es un juego dinámico pero táctico, que “se despide de los correcalles” como bien mencionaron en Meristation.
- Defensa y AI: Era quizá el punto más criticado en FIFA 22, 23, 24… La incapacidad de los defensores para marcar bien, esas salidas absurdas que abrían huecos, o la sensación de que la IA no ayudaba en nada. FC 26 reescribió mucho del comportamiento defensivo. Como destaqué antes, los zagueros ahora mantienen mejor la línea, achican espacios con inteligencia y ya no se mandan tantas pifias posicionales. Esta mejora de la defensa era un clamor popular, y se nota “mucho, muchísimo” el cambio. Por fin podemos jugar confiando en que la máquina no arruinará todo nuestro planteo táctico.
- Físicas y rebotes: Otro tema que año tras año sacaba de quicio a los jugadores eran los rebotes irreales. En FIFA 23/24 era común quitar un balón y que mágicamente le quedara de nuevo al rival, fomentando la sensación de que el juego estaba “scripted” o que la suerte importaba más que la habilidad. EA Sports metió mano aquí también: ahora hay muchos menos rebotes injustos – lo reconocen incluso análisis extranjeros, señalando que hay “menos rebotes de tackles” en esta edición. Si interceptás un pase o trabás limpio, lo habitual es que la pelota termine en tus pies, como tiene que ser. Se siente mucho más justo.
- Arqueros y disparos: Los arqueros eran punto débil en varias ediciones (o atajaban todo o se comían goles tontos). En FC 26 parecen haber encontrado un mejor balance. Los arqueros “reaccionan de forma más natural” y se posicionan mejor, lo que reduce goles ridículos. A la vez, reintrodujeron tiros efectivos como el “tiro raso” de doble toque, que no estaba tan chetado desde FIFA 19 y ahora vuelve a ser un recurso letal. Es decir, mejorar arqueros no vino a costa de arruinar la ofensiva: hay nuevas formas de anotar, pero también más solvencia bajo palos.
En definitiva, EA FC 26 se siente como un gran parche positivo a todo lo que venía fallando. No es un juego perfecto ni una revolución absoluta, pero comparado con las últimas entregas es un soplo de aire fresco. Los propios desarrolladores admitieron que esta edición es una base jugable sobre la que construir el futuro, y prefirieron enfocarse en refinar la mecánica central más que en añadir modos nuevos. Y honestamente, se agradece. Después de tantos años pidiendo mejoras en la jugabilidad, finalmente las vemos implementadas en serio.

Por el lado de los contenidos, es verdad que no hay grandes novedades revolucionarias en modos de juego. Tenemos prácticamente los mismos modos de siempre – Carrera, Ultimate Team, Clubes Pro, Temporadas – con ajustes menores. Modo Carrera, por ejemplo, suma Desafíos de Mánager en vivo (retos históricos, como reconstruir el Real Madrid galáctico) para darle variedad. Ultimate Team, el caballito de batalla de EA, incorpora torneos y eventos en vivo que proponen desafíos temáticos constantemente, nuevas recompensas semanales y hasta un mini-FUT Champions de segunda categoría llamado Challengers para jugadores de divisiones inferiores. Son agregados interesantes que aportan contenido sin cambiar la esencia. En Clubes Pro ahora existen arquetipos de jugador para definir el estilo de nuestro pro virtual y desbloquear ventajas únicas, algo que recuerda a los builds de RPG y le suma profundidad al progreso. Ninguna de estas novedades rompe el molde, pero todas suman un poquito más de frescura. Como dijo un análisis, está claro que todos los huevos fueron al cesto de la jugabilidad, y en lo demás EA fue conservador. Pero si debía elegir, prefería justo eso: que primero arreglen cómo se juega, y después sí innoven en otros aspectos.
Nostalgia, críticas eternas y la realidad del fútbol virtual
Sería imposible hablar de un nuevo FIFA (perdón, FC) sin mencionar el contexto en el que sale: una comunidad siempre dividida entre la nostalgia y el inconformismo crónico. Es casi un ritual anual ver a muchos jugadores – e incluso a la prensa generalista – «matar» al FIFA de turno con ferocidad. Pasa año tras año: el juego actual es «el peor de la historia», la jugabilidad «está rota», «no innovaron nada», etc. Y en simultáneo, se idealiza algún título pasado: «volvé FIFA 17, te perdonamos», «antes era divertido, ahora no». La ironía es que en su momento también destrozaron a esos FIFA pasados. Hoy se habla de FIFA 17 como si hubiese sido la panacea, pero recuerdo bien que en 2016/17 también volaron palos para ese juego. La memoria gamer es curiosa: solemos recordar solo lo bueno de los títulos antiguos y olvidar sus falencias, mientras que con el juego actual hacemos lo contrario (amplificar lo malo y minimizar lo bueno). Hay ahí un componente fuerte de nostalgia selectiva.
También está el fenómeno de algunos streamers y creadores de contenido, que encuentran rentable subirse al tren del odio. No falla: video de YouTube titulado “¿El PEOR FIFA de la historia?” y miles de visitas aseguradas. Es como si necesitaran hiperbolizar cada año que el nuevo juego es injugable, que “EA no escucha a la comunidad” y demás frases hechas, cuando esta misma comunidad a veces pide imposibles o se contradice. Mucha gente clama “que vuelvan a las bases” pero, ¿a cuáles? ¿A FIFA 13? ¿FIFA 16? ¿PES 6? La realidad es que nunca llueve a gusto de todos. Los desarrolladores caminan una fina línea intentando contentar tanto a los puristas del fútbol real como a los que quieren espectáculo y competitividad online. Y ese tire y afloje garantiza que siempre haya quejas de algún lado.
En defensa de EA, diré que al menos este año sí se notó que escucharon bastante. Han afinado gameplay siguiendo feedback concreto – más movilidad en ataque pero también más solidez en defensa – y lo han logrado con éxito. Sin embargo, estoy seguro de que igual leeremos reviews en medios no especializados diciendo «es más de lo mismo con plantillas actualizadas». Es un clásico: muchos analistas fuera del nicho futbolero no logran apreciar los matices de cada entrega. Juzgan a FIFA como juzgarían cualquier juego, sin entender del todo que para nosotros, los futboleros, mejorar la sensación de partido es mil veces más importante que añadir un modo nuevo de baile de celebración. A veces veo a ciertos críticos destrozar el juego y me pregunto si realmente les gusta el fútbol. Sería como que me pongan a mí a analizar un simulador de NFL: probablemente diría barrabasadas por simple desconocimiento del deporte. Con FIFA pasa igual; los que amamos este deporte notamos cambios o detalles que a otro le dan igual.

¿Significa esto que EA FC 26 es perfecto o que «porque es fútbol hay que perdonarle todo»? No, claro que no. La saga tiene y seguirá teniendo sus vicios: el negocio agresivo de los sobres en Ultimate Team sigue ahí, algunos bugs gráficos pintorescos aparecerán, y seguro habrá que balancear cosas vía parches (por ejemplo, la IA defensiva puede que esté demasiado fuerte y terminen ajustándola, ya veremos). Pero en el gran esquema, esta edición logra lo que llevaba tiempo sin lograr: ilusionar al jugador. Al menos a este jugador veterano que les escribe, le devolvió las ganas de jugar todos los días, de armar su equipito en Carrera y de bancarse alguna goleada online sin tirar el joystick por la ventana.
Conclusión: ¿El mejor FIFA en años? Posiblemente sí
Es temprano para declarar veredictos definitivos, pero mis sensaciones iniciales con EA Sports FC 26 no podrían ser más positivas. Hacía muchos años que un FIFA no se sentía tan divertido, equilibrado y redondo desde el primer partido. Diría que, desde que EA renombró la saga a FC, esta es la entrega que mejor se juega. Se nota el enfoque en pulir la base: los partidos son intensos pero no caóticos, la jugabilidad se acerca otro paso a simular fútbol de verdad (sin dejar de ser juego, obvio), y en general hay menos cosas que frustran y más que disfrutar.
Quedan detalles por mejorar, seguro, y habrá que ver cómo evoluciona el meta cuando la comunidad encuentre las típicas jugadas “rotas” en FUT Champions. Pero al día de hoy, EA FC 26 me devolvió la fe. Me encontré diciendo algo que no decía hace años: “Un partidito más y lo dejo” (y ese partidito se convierte en cinco). Eso lo dice todo. Cuando un juego logra que te quedes horas porque realmente la estás pasando bien, cualquier defecto pasa a segundo plano.
Veremos si este amor inicial perdura toda la temporada. Por ahora, chapó por EA Sports – y miren que los puteé durante años y años, con razón en muchas ocasiones. Esta vez, en cambio, toca aplaudir. Si mantienen este nivel y construyen sobre él, quién te dice, capaz que el año que viene estemos hablando de otro juegazo… y quizás, solo quizás, la maldición de la nostalgia empiece a romperse. Porque al final, más allá de críticas cíclicas, todos seguimos jugando al fútbol virtual por una sencilla razón: nos apasiona. Y EA Sports FC 26 entiende esa pasión, la lleva a la pantalla, y nos recuerda por qué amamos (y a ratos odiamos) tanto a esta bendita saga.