Hace años, cuando tener un blog personal era casi un acto de rebeldía digital, bastaba con escribir seguido, meter algunas etiquetas básicas y esperar a que Google hiciera su magia. Hoy, con millones de sitios naciendo cada día, si no sabés lo que está buscando la gente, es como hablarle al vacío.

Y sí, el SEO cambió. Mucho. Pero una cosa sigue firme: si querés que te lean, tenés que aparecer. Y para aparecer, tenés que saber qué busca la gente. De eso va esto: cómo hacer un estudio de palabras clave que te sirva en serio y no termine en una planilla olvidada.

¿Qué caraj*s es un estudio de palabras clave?

Es, básicamente, investigar qué pone la gente en el buscador cuando quiere encontrar algo relacionado con lo que vos hacés. Ya sea que tengas un canal de tecnología, vendas teclados mecánicos o tengas una tienda de repuestos para notebooks, hay términos que valen oro… y otros que son trampa mortal.

La idea es encontrar esos términos con potencial, entender por qué funcionan, y usarlos de forma inteligente en tu contenido. No se trata de repetir como loro la misma frase, sino de entender la intención detrás.

Acá te explico cómo hacerlo paso a paso, sin humo y sin herramientas mágicas (aunque alguna ayuda sí vas a necesitar).

Paso 1: Empezá con lo obvio (pero no te quedes ahí)

Agarrá una hoja (o mejor, una planilla) y escribí los temas que vos creés que tienen que ver con tu sitio. No palabras clave todavía, sino categorías. Por ejemplo, si tenés un blog de hardware: «placas de video», «reviews de laptops», «armado de PC», «coolers», etc.

Esto te va a servir para no irte por las ramas. Pensá en qué le interesa a tu audiencia. Y si no tenés audiencia todavía, pensá en vos mismo: ¿qué buscarías si fueras tu propio lector?

Paso 2: Ahora sí, hacé una lluvia de palabras y frases reales

Bajo cada tema, empezá a tirar posibles búsquedas. No hace falta que sean perfectas. Algunas saldrán con errores, otras parecerán obvias, pero todo suma.

Ejemplo: si pusiste «placas de video», podrías anotar cosas como «mejor GPU para gaming 2025», «NVIDIA vs AMD», «placas de video baratas», «cómo instalar una GPU».

La clave acá es imaginar lo que escribe la gente. No lo que vos escribirías con tu léxico nerd de toda la vida, sino lo que alguien con menos cancha teclearía en Google.

Paso 3: Google es tu mejor amigo (sí, todavía)

Ahora que tenés un montón de frases, buscá algunas en Google y bajá hasta la sección de «búsquedas relacionadas». Ese rincón olvidado te va a tirar oro en polvo.

También prestá atención al autocompletado: cuando empezás a escribir, Google te sugiere cosas. No las inventa al azar, lo hace porque muchos las buscaron antes.

Si querés una ayudita visual, herramientas como AnswerThePublic o Keyword Sheeter (sí, existe) te tiran cientos de combinaciones con base en una palabra inicial.

Pero ojo: no te enamores todavía de ninguna palabra clave. Este es solo el calentamiento.

Paso 4: ¿Cuánta gente busca esto en realidad?

Podés tener la mejor keyword del mundo, pero si nadie la busca, no sirve. Y si la buscan todos, probablemente ya esté saturada.

Acá es donde necesitás una herramienta que te diga cuántas personas buscan ese término por mes. La más accesible es el Planificador de Palabras Clave de Google Ads (sí, aunque no hagas campañas).

También existen otras como Ubersuggest, Ahrefs o Semrush, pero tienen limitaciones si no pagás. Igual, para arrancar, con una de las gratuitas te alcanza.

Cuando encontrás la palabra, te ves así (PD: No es tecnovortex :P)

El objetivo: buscar palabras con un volumen decente de búsquedas (digamos, más de 100 al mes) pero con una competencia razonable. Si todo el mundo quiere posicionarse con «mejores notebooks 2025», quizás tengas más chances con «mejores notebooks para estudiantes universitarios en Argentina». Menos glamoroso, pero más real.

Paso 5: Espiá la primera página de Google

Esta parte es medio detective.

Buscá en Google la palabra clave que más te tienta. ¿Qué aparece? ¿Sitios gigantes como Xataka, Amazon, Clarín Tecnología? ¿O blogs medio caseros como el tuyo?

Si ves que los primeros resultados están todos copados por titanes, la competencia es brava. Pero si encontrás algún video de YouTube, un foro o algún blog que parece hecho por alguien con tiempo libre, puede ser tu oportunidad.

El punto es este: si querés entrar en la primera página, tenés que saber contra quién estás compitiendo. A veces vale más ir por una palabra más larga pero menos peleada. No se trata de pegarle al Everest de una, sino de ir conquistando cerros.

Paso 6: Entendé qué quiere el que busca eso

Esto es clave. Literal.

La gente busca cosas con una intención. Puede ser:

  • Informativa: quiere saber algo («cómo limpiar una PC»).
  • Comercial: quiere comparar productos («mejor SSD 1TB precio»).
  • Transaccional: quiere comprar ya («comprar SSD NVMe online»).

Antes de escribir cualquier cosa, googleá la palabra clave. Fijate qué tipo de resultados salen. Si son todos blogs explicativos, no pongas una ficha de producto. Y si son todas tiendas, quizás no es el lugar para un tutorial.

Es como bailar con la música que está sonando. Si vas contra la corriente, Google te va a ignorar.

Paso 7: Ordená todo y priorizá

Llegaste hasta acá y tenés un Excel lleno de palabras, volúmenes, ideas y anotaciones. Bien ahí.

Ahora toca elegir. No podés (ni debés) atacar todas las keywords de una. Elegí las que combinan:

  • Buen volumen de búsqueda.
  • Competencia manejable.
  • Intención clara.
  • Posibilidad real de que tu contenido sume algo nuevo.

Y armá un calendario editorial, aunque sea casero. Un post por semana, uno cada dos. Pero que cada nota tenga un propósito claro.

Algunos errores clásicos que conviene evitar

  • Pensar como experto y no como usuario común.
    «Sinergias en el ecosistema de la computación distribuida» no lo busca nadie.
  • Repetir la keyword hasta el hartazgo.
    Google no es tonto. No hace falta poner «comprar SSD barato» quince veces. Con dos o tres, bien ubicadas, alcanza.
  • Ir solo por keywords con miles de búsquedas.
    Mejor 10 notas que traen 100 visitas cada una, que una nota que nadie puede encontrar.
  • Ignorar la intención de búsqueda.
    Lo vimos antes, pero vale repetirlo: si el usuario quiere comparar, no le des historia; si quiere comprar, no le des filosofía.

Para cerrar: la intuición todavía importa

Las herramientas son útiles. Google tiene datos, las plataformas de análisis también. Pero no te olvides de que vos también sos usuario de internet. A veces, el mejor insight viene de pensar como lector. De notar cómo buscás las cosas. De leer los comentarios en un foro o en Reddit y ver cómo formula la gente sus dudas.

Hacer un buen estudio de palabras clave no es solo cuestión de planillas. Es entender personas. Si lográs eso, el SEO pasa a ser un juego mucho más divertido (y rentable).

Ahora sí, abrí esa planilla y empezá. Que el tráfico no se va a generar solo.

Dejá una respuesta

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí