No puedo creer lo bien que la pasé estos últimos días. Hacía años que un shooter no me volaba la cabeza de esta manera, al punto de hacerme sonreír como nene con juguete nuevo. Battlefield 6 en su beta logró transmitirme esa mezcla de asombro y adrenalina que solo sentí en contadas ocasiones. No soy fanático acérrimo de la saga, pero esta entrega igual me tocó la fibra: me hizo acordar a lo que sentí al pasar del Family Game (NES) al Sega Genesis – esos saltos abismales de una generación a otra donde todo se ve y se siente mucho mejor.

La última vez que experimenté algo así en un FPS fue quizás la primera vez que probé Quake III Arena (no por nada en este tugurio lo coronamos como el mejor «arena shooter» de la historia) y con esta beta de BF6 volví a tener esa chispa de emoción genuina. ¿Exagero? Tal vez un poco porque el hyper siempre es así pero créanme: Battlefield 6 sin dudas ha sabido combinar la nostalgia de la «guerra total» clásica con tecnología de punta, y el resultado inicial es sinceramente, espectacular.

La beta de Battlefield 6 se está desplegando actualmente. En mi caso por ser usuario de EA Pro (algo así como el Game Pass Ultimate de WA) nos deja probar un avance muy jugoso de lo que será el juego completo. En total en el primer «fin de semana de Beta» pudimos probar cuatro mapas multijugador ambientados en diferentes puntos del globo, cada uno pensado para explotar las virtudes del motor de juego y la destrucción. El primer fin de semana nos lanzó a combates en Siege of Cairo (encarnizadas batallas urbanas en las calles de El Cairo, con tanques y escuadras peleando entre callejones y edificios), Liberation Peak (una enorme zona montañosa en Tayikistán, ideal para combates aéreos entre jets y helicópteros sobre cumbres nevadas), e Iberian Offensive (un mapa en Gibraltar con calles angostas y destructibles: correr, cubrirse y demoler edificios son la clave entre sus callejones y cuestas). Esto es actualmente. Y el fin de semana la beta será abierta para cualquiera.

En el segundo fin de semana (que en realidad comienza el jueves) se suman Empire State, un mapa infantería-only en Brooklyn, Nueva York, que nos hizo pelear entre azoteas, callejones y estaciones de subte devastadas. Empire State parecería ser Hardhat de MW3 combinado con Seine Crossing de BF3, pero llevado a escala next-gen, con rascacielos humeantes de fondo y escombros volando por el aire.

En cuanto a modos de juego, la beta incluye tanto los clásicos de la franquicia como nuevas variantes interesantes – todos ellos apoyados en los pilares fundamentales de Battlefield (clases, juego en escuadra y muchísima destrucción). Estuvo presente Conquest, el modo insignia de la saga, con sus enormes batallas de 64+ jugadores repartidos por el mapa capturando objetivos clave. En Conquest nada se compara a ver tanques, jets y helicópteros causando estragos mientras la infantería corre de cobertura en cobertura; cada acción cuenta, desde mantener una bandera hasta reanimar a un compañero caído (ahora revivir es más crucial que nunca: cada reanimación ahorra un ticket y alarga la pelea en favor de tu equipo). También jugamos Breakthrough (el modo por sectores donde un equipo ataca y el otro defiende línea tras línea), y una variante llamada Closed Weapons Breakthrough, que añade un giro de tuerca al restringir ciertas armas por clase para enfatizar la identidad de roles en la ofensiva y la defensa. Para partidas más acotadas hubo Domination (combate frenético por pequeñas banderas estilo “king of the hill” múltiple) y King of the Hill propiamente dicho, donde escuadras se disputan un único punto de control intensamente. Y en la segunda tanda de la beta sumaron dos modos favoritos de los fans: Rush, clásico de armar/desarmar M-COMs a contrarreloj, y Squad Deathmatch, para darse matraca en equipos reducidos a puro frag. En pocas palabras, DICE tiró toda la carne al asador: nunca una beta de Battlefield había traído tantos mapas y modos de entrada, y se nota. Cada modo además se siente bien adaptado a su mapa gracias al sistema de Combat Zones, que define porciones específicas de cada escenario según el tipo de partida (así, una misma ciudad puede jugarse entera en Conquest o enfocarse solo en su centro para TDM, variando respawns, densidad de vehículos, etc.). El resultado es que no sobra nada: en todo momento la acción se mantuvo intensa y fluida, sin importar si estaba en un caos vehicular de Conquista o en un tiroteo cerrado en Domination.

Rendimiento: Frostbite se luce (y lo viejo funciona, Juan)

Una muestra del caos hermoso de Battlefield 6: explosiones, edificios colapsando y partículas por doquier. El nuevo motor luce fantástico incluso sin efectos de ray tracing..

Pasemos a lo técnico: Battlefield 6 corre sobre una versión mejorada del motor Frostbite y es aquí donde se siente el salto de generación. DICE hizo hincapié en optimización y se nota desde la beta, al punto de garantizar 60 FPS mínimos en consolas actuales, con modo rendimiento llegando ~90 FPS, y hasta 120 FPS en la PS5 Pro. En mi PC de gama media-alta (al menos según mis estándares) el juego anduvo sorprendentemente bien: en un Ryzen 9 5900XT con una RTX 3090 pude rondar 110 FPS estables en calidad Alta a 1440p, y amigos con equipos más humildes (el clasico Ryzen 5 3600X con RTX 3060) me han dicho que jugaron lo más comodamente a 1080p. De hecho, las pruebas en hardware tope de gama son impresionantes: con una RTX 4090, BF6 alcanza unos 115 FPS en 4K con todo al máximo y DLSS 4 en modo Calidad, superando los 100 FPS si se activa la generación de frames por IA. Y hablamos de una beta sin drivers optimizados. El propio estudio comentó que las especificaciones de PC son muy razonables y que BF6 «es uno de los juegos mejor optimizados de los últimos tiempos». Viendo lo que rinde, les doy la derecha: el juego vuela incluso sin parches finales. No he sufrido stuttering ni caídas bruscas de cuadros, incluso en momentos de caos total con edificios volando por los aires – la experiencia se mantuvo súper fluida.

Visualmente, BF6 es un espectáculo. Si bien no cuenta con Ray Tracing, francamente no hizo falta: el sistema de iluminación global que implementaron ya de por sí logra escenas fotorrealistas, con sombras dinámicas e increíbles efectos de partículas. En plena partida me encontré parando la oreja y la vista para apreciar detalles: las explosiones sacuden el terreno con una onda expansiva convincente, el humo y el polvo nublan la visión de forma muy natural, y los mapas están llenos de elementos destruibles. La física y la destrucción ambiental merecen aplauso aparte: ahora prácticamente todo objeto grande puede hacerse trizas de manera tácticamente útil. ¿Un francotirador encerrado en una casita? Le vuelo una pared con C4. ¿Un tanque cubriéndose detrás de un almacén? Arreglo eso convirtiendo el edificio en escombros. Los desarrolladores potenciaron el nivel de detalle en cómo colapsan las estructuras: se pueden derrumbar techos sobre enemigos atrincherados o usar vehículos como bolas de demolición, y el juego incluso te avisa con señales audiovisuales qué tan cerca está un objeto de venirse abajo. Esa granularidad en la destrucción supera a cualquier Battlefield anterior. Por momentos, derribar un edificio entero sobre una escuadra enemiga se siente como estar en Bad Company 3, pero con físicas de 2025. Vale mencionar que esta beta no incluyó clima dinámico tipo tornados o tormentas (eso fue la apuesta fallida de BF2042), sino que DICE volvió a lo clásico: mapas con ambientación fija pero detalladísima y destructible. Personalmente lo prefiero así, porque se concentran en que cada pared, puente o vehículo pueda volar en mil pedazos de forma creíble, en lugar de, en mi opinión, pelotudeces.

Gunplay renovado y escopetas «a lo DOOM»

Si de algo tenía curiosidad era de cómo se sentiría el gunplay en Battlefield 6. DICE había prometido un sistema de combate completamente revisado al que llaman “Kinesthetic Combat”, y la verdad es que se nota ni bien agarrás el mouse (porque acá jugamos con teclado y mouse). Los movimientos del soldado son más ágiles y naturales que nunca: podemos hacer crouch sprint (correr agachado para cruzar espacios expuestos rápidamente), colgarnos de cornisas, y – una de mis mecánicas favoritas – arrastrar a compañeros heridos hasta ponerlos a cubierto para reanimarlos. Esta última es oro puro para el juego en equipo: más de una vez salvé a un amigo de morir arrastrándolo detrás de un muro bajo fuego enemigo luego de tirar una granada de humo, sintiéndome como en una pelicula de guerra moderna. El combate se siente instintivo: cada desliz, cada salto y cada disparo fluyen mejor que en entregas previas. No sabría decir si es «el mejor gunplay de la serie» todavía, pero sí puedo afirmar que recupera el estilo Battlefield – armas con peso, retroceso controlable  y diferencias claras entre calibres. He leído que algunos fans de la saga criticaron algunas mecánicas por verlas similares a los últimos Call of Duty, en mi caso y como soy jugador de CoDs, lo agradezco muchísimo.

Se destroza la pared de un bunker, vos y tus amigos están al acecho de un Apache, pero uno de ellos tiene un RPG…

Ahora bien, hablemos del elefante en la habitación: el balance de armas en la beta, especialmente el tema de las escopetas. Actualmente hay un arma que reina por encima de todas y es la escopeta M87A1 de la clase Assault. Es, sin vueltas, la dueña del servidor en cualquier mapa cerrado. Durante la beta se convirtió rápidamente en la favorita de casi todos los jugadores que la desbloquearon, al punto de que hacia el final era raro el que no la usaba. ¿Por qué? Simple: mata de un escopetazo a quemarropa (sin importar si el enemigo tiene la vida al máximo o chaleco) y encima tiene un alcance insólito, pudiendo abatir rivales de dos o tres disparos incluso a media distancia. Me pasó de liquidar enemigos con escopeta en pasillos donde en otros juegos solo haría cosquillas. Es divertida de usar, claro, pero está claramente desbalanceada. Las redes ya están llenas de videos de gente haciendo estragos con la M87A1 y memeando que BF6 por ahora es “Shotgun 6”. Es probable (y deseable) que DICE la nerfee pronto – aprovechala mientras dura como dicen por ahí. Fuera de esto, el resto del arsenal en la beta se sintió bastante parejo: los fusiles de asalto pegan duro a media distancia, las SMG son estables en corto alcance, y los francotiradores recompensan la puntería con kills de un tiro en la cabeza (dato: con la clase Recon, un sniper bien colocado noquea sin chance de revive al blanco, para eso son Signature Weapons). Hay detalles por pulir, como algunas LMG con retroceso casi nulo que quizás reciben ajuste, pero en general BF6 logra que cada tipo de arma tenga su rol sin excesos… salvo la escopeta maldita, claro está. Esperemos que para el lanzamiento esté más equilibrada. Aun así, prefiero esta situación – con un arma OP identificada que seguro ajustarán – a lo que sucedió con otros títulos donde todo el arsenal se sentía genérico. Aquí las armas se sienten distintas y es fácil encontrar una favorita según tu estilo, lo cual habla bien del trabajo en el gunplay.

El regreso de la verdadera guerra (y el contraste con Call of Duty)

Quizás lo más importante de Battlefield 6 es intangible: la vibra general que transmite. Se nota que DICE quiso volver a las raíces realistas de la saga, esas que la distinguían de su competidor Call of Duty. Acá no hay operadoras con trajecitos rosados ni trajes de neon; no hay calaveras sonrientes de colores dando vueltas. BF6 retoma un tono bélico más sobrio y auténtico, pero sin perder la espectacularidad. Y esto llega justo cuando muchos sentimos que CoD viene perdiendo el rumbo. En Tecnovortex ya lo comentamos: Warzone pasó de ser una experiencia intensa y casi cinematográfica a convertirse, cuatro años después, en un carnaval de skins ridículas lleno de personajes estilo Caperucita Roja y unicornios psicodélicos que nada tienen que ver con un juego de guerra. Activision se obsesionó con apelar a los más chicos con estéticas caricaturescas, cruzando su shooter militar con la lógica de Fortnite (pero sin construir, claro). El resultado es un cambalache donde un soldado realista puede morir a manos de un tipo disfrazado de Arthur de los dibujos animados… No voy a negar que al principio esos crossovers podían divertir, pero se les fue la mano. Peor aún, esa dirección estilo parque temático vino de la mano con un negocio agresivo: Warzone y los últimos CoD ponen las microtransacciones y la repetición anual por encima de la innovación jugable. Como escribimos en De Verdansk a los unicornios, la experiencia de juego en Warzone fue arruinada por una combinación letal de trampas, bugs y decisiones que priorizan las microtransacciones por sobre los jugadores. Llegamos a un punto donde uno se pregunta ¿qué te pasó, CoD? Y la respuesta es clara: a Activision le gustó hacer platita fácil y sacrificó la esencia. Cambiaron un juego que marcó una época por una máquina de vender skins ridículas, descuidando lo que realmente importaba. Todo se volvió pases de batalla, tienditas de cosméticos, armas «meta» para vender planos… y la jugabilidad innovando lo mínimo indispensable año tras año.

Ingame: el juego es una absoluta locura. Realmente se siente fantástico.

En este contexto, Battlefield 6 se siente como un soplo de aire fresco y una oportunidad de redención para el género. Volver a clases tradicionales (Asalto, Ingeniero, Apoyo, Recon), batallas masivas con vehículos, destrucción realista y cero payasadas estéticas es justamente lo que muchos pedíamos a gritos. En lugar de perseguir la moda de los shooters «hero» o la estética de dibujos animados, DICE apostó a lo que mejor sabe hacer: Battlefield siendo Battlefield. Y paradójicamente, eso lo hace lucir novedoso de nuevo. Jugar la beta me hizo acordar a cuando los FPS «militares» dominaban la escena – aquellos días de Battlefield 3 vs Modern Warfare 2, donde cada saga competía por ser más espectacular sin salirse de tono. Salvando las distancias temporales, BF6 recupera esa esencia y la amplifica con tecnología del 2025. Por ejemplo, el tamaño de los mapas y la cantidad de jugadores devuelve la sensación de guerra total que extrañábamos (los combates 64 vs 64 son caóticos y gloriosos a la vez, algo que ningún otro título reproduce igual). Además, vuelve a haber campaña – sí, Battlefield 6 traerá un modo historia de escala global donde recorreremos el Sahara en tanque, la playa de Gibraltar bajo bombardeo y hasta defender Nueva York de una invasión. Esto contrasta fuertemente con CoD, que en los últimos años o recortó campañas, o las hizo bastante genéricas (salvo la de Black Ops 6 que mas o menos zafa) enfocándose más en vender modos online reciclados. EA y DICE parecen querer ganarse de nuevo a ese público que ama la guerra a gran escala con sustancia, no solo el mero espectáculo vacío.

No puedo evitar hacer comparaciones directas: mientras el Call of Duty más reciente recicla mapas y armas en un multiplayer que se siente más de lo mismo (con la obvia intención de venderte 50 dólares en cosméticos de anime al mes), Battlefield 6 en su beta ya me demostró más innovación y pasión por el diseño. Cosas como el mencionado sistema de Kinesthetic Combat (que realmente cambia cómo te movés y colaborás con tu escuadrón) o el énfasis en juego en equipo real (ahora hasta el más individualista entiende que sin apoyar al squad no ganás ni a palos) son diferencias sutiles pero de peso. Me encontré varias veces coordinando con desconocidos para tumbar un helicóptero enemigo o para reparar un tanque y avanzar, porque el juego te lo incentiva naturalmente (algo que en CoD se perdió entre tanta racha de bajas y eventos pelotudos, como el otro día donde un compañero de cuarteto se la pasaba en el edificio gigante de Verdansk tratando de sacar un especialista). En definitiva, Battlefield 6 representa una vuelta al ruedo para los shooters bélicos a gran escala. Si logra capitalizar este hype, puede poner de nuevo en el centro de la escena un estilo de juego que estaba opacado por la moda arcade de los últimos años.

Conclusión: primeras impresiones arrolladoras (pero queda camino por recorrer)

Es Domingo, son las 23:45. Termino de jugar por horas esta beta de Battlefield 6 con el corazón acelerado y una sensación de felicidad que creía olvidada en el género. Hace tiempo no me divertía tanto jugando un FPS y más disfrutándolo con mi banda de amigos de siempre, con el «escuadron» que hace años venimos sufriendo con Warzone. DICE logró que me reenamore de ese caos organizado que ofrece Battlefield: esa experiencia donde en un momento estás combatiendo a pie entre ruinas, al siguiente piloteando un caza entre rascacielos derrumbándose, y todo coordinado con tu escuadrón de amigos gritándose por Discord. Mis primeras horas con BF6 fueron un subidón de adrenalina que me hizo decir “¡esto sí es next-gen, la puta madre!”. Y lo dice alguien que venía algo escéptico. La impresión inicial es enorme, de esas que te hacen querer precomprar el juego al instante.

Ahora bien, mantengo un sano escepticismo: es una beta, falta ver cómo será el producto final con todas sus funciones, progresión, más mapas y armas, etc. Quedan pendientes interrogantes que solo se responderán con más horas de juego: ¿cómo funcionarán las especializaciones y unlocks a largo plazo? ¿Aguantarán los servidores el flujo masivo de jugadores? ¿Pulirán esos detallitos de balance como la escopeta OP? También habrá que ver si el excelente rendimiento y estabilidad se mantienen en la versión final con más carga. Y lo más importante: ¿podrá Battlefield 6 sostener el interés de la comunidad meses después de lanzado, con contenido post lanzamiento de calidad, evitando las cagadas que se mandaron con BF2042? Son preguntas cuyo veredicto requiere tiempo.

Pero con todo eso dicho, no puedo ocultar mi entusiasmo. Este primer contacto me devolvió sensaciones casi olvidadas. Battlefield 6 me hizo sentir la magia de un gran salto tecnológico combinado con un respeto por la esencia del juego original. Por ahora, puedo decir que BF6 cumplió más que sobradamente en impresionarme. Si logra mantenerse fiel a esta experiencia inicial y aprende de los errores de su competencia, podríamos estar ante el retorno triunfal de la saga y, quién te dice, ante el nuevo estándar de los shooters bélicos modernos.

La verdadera guerra virtual ha vuelto, y después de tanto tiempo de espera, qué alegría inmensa es poder decirlo.

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