La realidad es que todos estamos un poco más boludos. Y otra cosa que pasa es que las grandes empresas de tecnología siguen trabajando con una política de branding que pareciera del siglo pasado. Dell, una de las ensambladoras de Notebooks más grandes del mundo de hinchó los huevos y pateó el tablero con toda su líneas de nombre. A la mierda, dijo, le copio a Apple y fue.
Me lo imagino a un viejo Steve Jobs viviendo todavía y enterándose de esto. Se cagaría de risa en su casa de California. Y es que, históricamente, Dell ha sido conocida por nombres – muy buenos para mí, por cierto – como XPS, Inspiron, Latitude y Precision, cada uno apuntando a segmentos específicos del mercado. Sin embargo, en una decisión aparentemente orientada a reducir la complejidad, han eliminado estas marcas icónicas para reemplazarlas por una estructura basada en niveles: Base, Plus y Premium dentro de las nuevas líneas Dell, Dell Pro y Dell Pro Max.
Esto significa que productos antes reconocidos como el Dell XPS 13 ahora se renombrarán como Dell 13 Pro o Dell 13 Pro Max, dependiendo de las características. Aunque el objetivo de esta estrategia es facilitar la comprensión para los usuarios, también plantea la pregunta: ¿es este un intento de imitar el enfoque de Apple con sus líneas Pro y Pro Max? La respuesta parece evidente.
Dell asegura que esta decisión está respaldada por investigaciones que apuntan a una preferencia de los consumidores por nombres más simples y directos. En un mercado saturado, donde las opciones muchas veces abruman, parece que tiene sentido querer simplificar. Sin embargo, el riesgo está en subestimar a los usuarios, asumiendo que no pueden diferenciar entre una XPS y una Inspiron, algo que anteriormente también tenía un valor aspiracional.
El consumidor moderno: menos tiempo, menos atención y más pelotudo
Este cambio también refleja una realidad del mercado actual. Los consumidores buscan soluciones rápidas y claras, y los nombres complicados pueden ser un obstáculo. Sin embargo, al reducir todo a etiquetas genéricas como “Pro” o “Max”, también se corre el riesgo de que la diferenciación entre modelos se pierda, haciendo que la decisión de compra sea más confusa de lo que se pretende.
De hecho, esta decisión se hizo despúes de una encuesta de consumidores de abril de 2024 en la que el 74 por ciento de los participantes dijeron que descartaron una compra «simplemente porque se sintieron abrumados», afirmaron ellos mismos.
No quedan dudas de que este cambio de estrategia de Dell puede tener sentido desde el punto de vista del marketing y la facilidad de comprensión, porque el 90% de las personas que usan un iPhone saben las diferencias entre los modelos y con esto en mente pueden decidir qué tipo de Notebook comprar. Es inteligente, pero a la vez, me da cada vez menos esperanza en la humanidad. La realidad es que esta decisión también sacrifica parte de su identidad histórica, si es que la tiene. Igual, calculo que a esta altura a Michael Dell le chupa un huevo todo esto.
Entonces, ¿es culpa de Dell o de la gente?
Yo creo que, primero que nada, a la gente común las computadoras ya no les interesan demasiado. Al no ser un símbolo de status como pudo llegar a ser en algún momento hace 20 años o más la gente no está como nosotros – los incluyo a ustedes, nerdos – que nos sabemos los modelos, los números y todos los detalles del mundo de la informática. Pero a la persona de a pie, no le interesa nada de esto.
Entonces la Decisión de Dell, es correcta.
¿Es una copia burda a Apple? Lo es. Pero es Apple la única empresa lo suficientemente grande que ha sabido segmentar un mercado tan similar como el de los smartphones. Entonces Dell se cansó de pruebas y dijo ya fue, le copio y listo.
Podría haber usado L, LT y LTZ como los Chevrolet, o Base, Ti y Ultra como las Geforce, pero le copió al líder, y está bien.
Gracias Dell por esos nombres tan lindos. Latitude y XPS estarán en nuestros corazones para siempre.
