Siempre hay una primera vez para todo. Nvidia se metió en el mercado cuando 3DFX era reina absoluta del mercado de las aceleradoras de video y ATi (ahora AMD) lo hizo un poco más tarde – o al menos a nivel competitivo – con la primera Radeon. Pero el aprendizaje que debe quedarle a cualquiera que quiera emprender es que… nunca es tarde. Y mucho menos para un gigante de la industria cómo Intel y sus recientes GPU’s llamadas Intel Arc, aún incluso cuando este gigante esté pasando uno de los peores momentos de su historia.
Así que desde que Intel anunció su entrada al mercado de las GPUs dedicadas, muchos levantamos una ceja, o quizás ambas. ¿Intel, el mismo que dominaba – nunca mejor dicho – el mundo de los procesadores, metiéndose con las placas de video? Parecía un sueño (o una pesadilla, según a quién le preguntes). Con la primera generación de Arc Alchemist, la realidad fue más dura que el hype: drivers problemáticos, rendimiento decente pero sin impresionar, y un lugar en el podio que quedó más lejos que los precios razonables en Steam luego de que los dolarizaran.
Pero bueno, acá estamos de nuevo, con la segunda ronda y una evolución de sus primeras GPU. Hablamos de los chips Arc B580 y B570, basadas en la nueva arquitectura Xe2 «Battlemage». ¿Estarán a la altura para poder ganarle alguito de mercado a Nvidia y AMD?
Intel, los números y… ¿Qué traen de nuevo las Arc B580 y B570?
Acá entramos en los números. La Arc B580, tope de gama de esta nueva familia, llega con 20 núcleos Xe2, 12 GB de memoria GDDR6 y una interfaz de 192 bits, mientras que la B570 baja un poco las especificaciones con 18 núcleos, 10 GB de GDDR6 y un bus de 160 bits. Ambos modelos prometen frecuencias altísimas, superando los 2.5 GHz, algo que suena muy bien para el rango de precios (249 y 219 dólares, respectivamente).
El plato fuerte parece ser XeSS 2, la tecnología de supermuestreo de Intel que ahora incluye generación de fotogramas y un modo de baja latencia. ¿Es el rival que DLSS de NVIDIA y FSR de AMD necesitaban? Tal vez, aunque todavía falta ver cómo se comporta en juegos reales. Porque, seamos sinceros, el papel lo aguanta todo.
La gran pregunta: ¿rendimiento o marketing?
Intel asegura que la Arc B580 supera en promedio a la RTX 4060 en juegos a 1440p con configuraciones ultra. La clave parece ser mayor cantidad de memoria (12 GB vs 8 GB). En un mercado donde los juegos demandan cada vez más memoria RAM esto podría ser una ventaja real para los gamers que buscan jugar títulos AAA. Sin embargo, el rendimiento bruto todavía necesita validarse con benchmarks independientes.
La B570, por otro lado, se posiciona como una opción sólida para 1080p y 1440p, compitiendo con placas como la RX 7600 y la RTX 3060. Su precio es atractivo, pero queda la duda de si podrá mantener el nivel cuando los juegos exijan más potencia gráfica.
La experiencia gamer importa (y mucho)
Más allá de los números, lo que importa es cómo se sienten estas GPUs en el día a día. Y acá es donde Intel tiene que demostrar que aprendió de los problemas de los drivers de la generación anterior. Los gamers quieren placas que funcionen bien desde el primer día, no soluciones que dependan de actualizaciones constantes.
Además, está el tema del ecosistema. ¿Cuántos desarrolladores optimizarán sus juegos para XeSS? ¿Cuánto tiempo llevará que Intel construya la confianza de los entusiastas? Por ahora, es una apuesta, pero el precio competitivo podría ser suficiente para atraer a quienes buscan una alternativa económica.
Si algo queda claro con este lanzamiento (aunque tampoco le está quedando otra) es que Intel no se rinde. Estas GPUs son una declaración de intenciones: quieren un lugar en el mercado, y están dispuestos a pelear por él. La competencia siempre es buena para los usuarios, pero la pregunta es si habrá espacio para tres grandes jugadores. Por ahora, Intel parece contentarse con morder una porción pequeña de la torta. ¿Será suficiente para mantenerse en el juego?
Conclusión: ¿Deberías emocionarte?
Las Intel Arc B580 y B570 parecen ser un paso en la dirección correcta. Con especificaciones atractivas, precios competitivos y una nueva versión de XeSS, Intel quiere que los gamers les den una segunda oportunidad. Pero como siempre, la clave estará en la ejecución. Si Intel logra ofrecer drivers estables, buen soporte y un rendimiento sólido, estas GPUs podrían convertirse en las mejores amigas de los presupuestos ajustados.
Por ahora, lo mejor es esperar los benchmarks independientes y ver cómo se comportan en el mundo real. ¿Será esta la generación que ponga a Intel en el mapa de las GPUs? Ojalá, porque a este mercado le hace falta algo de competencia seria.
Yo le entraría, no puedo permitirme una GPU de mas de 200 dolares, igual pienso quedarme en 1080p doble monitor. Mientras sigo con la radeon 480