Tiene una envergadura (distancia total entre las puntas de las alas) de 71,9 metros mayor que la del Boeing 747 e inferior por muy poco que la del Airbus A380, el mayor avión de pasajeros del mundo. Sin embargo, a diferencia de estas bestias del aire cuyo peso rondan los 500.000 kilogramos, el Solar Impulse 2 pesa poco más de 2 toneladas (2300 kilogramos para ser exacto), es decir, algo así como una camioneta SUV moderna.

Pero, a diferencia de una camioneta común y corriente, el Solar Impulse 2 fue creado con un objetivo bastante más importante: ser el primer avión solar (en realidad, el primer vehículo solar) en dar la vuelta al mundo.

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Que un avión solar como éste tenga un peso casi insignificante tiene sentido y es básicamente que a diferencia de los aviones convencionales «a nafta» el avión Solar Impulse 2 se vale únicamente de la energía capturada por los paneles solares presentes en las alas y «guardadas» en las baterías de Ion Litio (el mismo material que tiene la batería de la Notebook o el Smartphone donde estás leyendo esto) y sirven para hacer mover las hélices del avión durante la noche. La ecuación es simple: si bien los paneles solares han evolucionado todavía entregan una potencia bastante limitada comparándolos con los combustibles fósiles y por ello hay que utilizar todas las estrategias posibles para que, a pesar de esto, un avión solar vuele. Y hacerlo lo más liviano posible sería el primer y quizás más importante paso para ello.

Pero a pesar de su peso, hay cosas que no se negocian. De hecho, algo que por lo menos a mi me sorprendió es ver cómo este avión cuenta con instrumental y equipamiento de avanzada. GPS, piloto automático (algo bastante necesario para los viajes larguísimos que tendrá cuando cruce los océanos) y hasta velocidad crucero. También cuenta con un sistema de oxígeno suplementario.

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Es muy interesante cómo se ha ideado el plan de vuelo para lograr un objetivo tan complejo. Al parecer la idea de los ingenieros es que el avión aproveche la luz solar para ir ascendiendo hasta los 25.000 pies mientras cargas las baterías y al caer la noche se aproveche la capacidad de planeo que generan esas alas tan grandes para ahorrar energía y «dejar caer» el avión hasta los 5000 pies (casi 2000 metros). solar-impulse-2-plan-de-vuelo

Cuando comenzamos a adentrarnos en el funcionamiento y las limitaciones que la tecnología solar todavía enfrenta comenzamos a entender algunas cosas. Una de ellas es que es muy importante que este avión tenga tanta aviónica de avanzada porque el piloto debe pasar mucho tiempo sobre el mismo ya que una gran contra del Solar Impulse es su velocidad: se habla de una velocidad crucero de 70 Km/h y una máxima de 90Km/h, algo así como el 10% de un avión comercial.

Justamente por eso la cabina del piloto permite que el mismo se recueste y duerma alguna siesta, como también pueda servirle de baño. La gente detrás del proyecto pensó en tantos detalles que esta cabina incluye hasta un repelente para tiburones, no vaya ser cosa que haya mala suerte y el avión caiga en una zona tropical…

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Mientras estés leyendo esto el solar impulse se encuentra en pleno viaje. Existe un sitio dedicado exclusivamente al proyecto (muy bueno por cierto) donde pueden verse cámaras en vivo tanto del cockpit cómo del centro del control, escuchar comunicaciones y hasta ver en un mapa por donde está volando el Solar Impulse 2.

Cómo es lógico, el avión va a intentar dar la vuelta por el hemisferio norte. Recordemos que es el hemisferio donde más cerca están los continentes unos de otros. Si tuviera que hacer un vuelo transcontinental desde Argentina hasta Sudáfrica no hay sol que aguante…

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Detrás del Solar Impulse hay varias empresas y organizaciones. Es evidente que estamos a años luz de lograr vuelos comerciales con aviones solares, pero de a poco la energía más democrática de todas se va haciendo cada vez más presente en todo.

Mucha suerte Solar Impulse 2. Nos vemos a la vuelta.

3 COMENTARIOS

  1. Leandro

    Increíble el avión. Ojalá se implemente dentro de poco a nivel comercial.

    No creas eso de la distancia…

    Mapa

    • mario

      La distancia es independiente de la proyección «imaginaria», es sistema métrico. Viendo ese mismo mapa son 6800 KM entre Buenos Aires y Capetown, y entre Lisboa y Boston 5100 KM.

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